
El pequeño país de Guatemala marca el principio, por el norte, de la región conocida como Centroamérica. Con un vecino tan poderoso como México, Guatemala ha sabido resaltar sus atractivos para convertirse en una pequeña perla de la región y cada año atrae a más turistas que están un poco cansados de las aglomeraciones.
La naturaleza fue generosa con el país. A pesar de su reducido tamaño posee montañas de más de 4.000 metros y kilómetros de costa caribeña y pacífica. Tales contrastes han creado una diversidad climática que propicia que en Guatemala existan ecosistemas tan variados como los manglares de los humedales del Pacífico o los bosques nublados de alta montaña.
Además de la belleza paisajística, también posee una gran riqueza cultural, tanto precolombina como colonial, convirtiendo el país en un destino perfecto para casi todo tipo de viajeros.
Tuve la suerte de recorrerlo hace año y medio y, aunque no abarqué todo (hay muchas cosas que ver en Guatemala), me dejó con muchas ganas de regresar. Aquí os dejo el itinerario de un viaje de dos semanas por Guatemala:
Índice de contenidos
Ciudad de Guatemala
Los vuelos intercontinentales aterrizan en la capital, Ciudad de Guatemala. Allí pasé un par de días en total y la verdad es que no me hizo falta mucho más.
Ciudad de Guatemala no es una ciudad bonita y, al caer la noche, parece algo peligrosa. Me llamó mucho la atención ver que en el interior de los camiones que llevaban cajas de refrescos, un guarda armado con un rifle enorme custodiaba la mercancía.
Lo mismo ocurría en la mayoría de los comercios de una de las zonas más acomodadas de la ciudad, donde tenía el hotel (zona 10).
Algunos de los edificios del centro histórico (zonas 1,2 y 3) de Ciudad de Guatemala tuvieron que ser reconstruidos tras el potente terremoto de 1976. Date una vuelta por él y visita la Catedral Metropolitana en la Plaza de la Constitución. Hay otras iglesias destacadas como San Francisco y La Recolección.
Quetzaltenango

Este departamento de Guatemala ocupa poco más del 2% del país pero es uno de sus principales motores económicos. Sus fértiles tierras, de origen volcánico, hacen que sea la huerta del país y también posee una importante industria licorera y textil.
Pero no será esto lo que atraiga al viajero.
Comienza tu ruta por el pueblo de Almolonga. Madruga y pasea por su mercado de frutas y verduras. Ni siquiera el colorido de la mercancía expuesta puede rivalizar con el de las vestimentas de las mujeres que compran y venden aquí.
Quetzaltenango tiene el más alto porcentaje de población indígena en Guatemala, convirtiéndolo en el lugar perfecto para sumergirte en la cultura y las tradiciones del país.

Entre tanta raíz precolombina se encuentra, sin embargo, la primera iglesia católica levantada en Centroamérica. Para visitarla debes ir a Salcajá.
La ermita de la Concepción fue construida en 1524 por don Pedro de Alvarado, que bautizó allí a su primera hija mestiza, fruto de su relación con una india mejicana. Es de estilo barroco y sus anchos muros han soportado la friolera de 3 terremotos.
Haz click para más info y llévate un 5% de descuento.
Para relajarte un poco, te recomiendo que visites las aguas termales de las Fuentes Georgianas. Podrás charlar con muchos turistas locales mientras te bañas en piscinas de aguas volcánicas.
El lago Atitlán

Si eres de los que aman la naturaleza y la cultura, el lago Atitlán se debe hallar en los primeros puestos de tu lista de cosas que ver en Guatemala.
Las poblaciones de San Pedro, Santiago y San Juan han florecido a orillas del lago más importante del país. A más de 1.500 metros sobre el mar, son muchos los que viven de la pesca, pero también el turismo ha descubierto este bello paraje natural.
La mayoría quiché (una de las etnias guatemaltecas) trabaja duramente la tierra que rodea San Juan y elaboran bellas prendas textiles.
Los hippies tomaron hace tiempo San Pedro y encontrarás bares con carteles de happy hour donde unos cuantos mochileros se dedicarán a descansar tras ascender el volcán San Pedro, de 3.020 de altura.
Pincha aquí para hacer tu reserva.

En Santiago, de mayoría tzutujil, conocimos al Gran Abuelo Maximón, una especie de deidad resultante del sincretismo entre las religiones maya y cristiana. Los creyentes van a rezarle para pedirle algo en concreto y, tras una ceremonia y una ofrenda económica, el Gran Abuelo hará lo que esté en su mano para lograr que se cumpla el deseo del atormentado.
Si quieres un poco de adrenalina, prueba las tirolinas del parque ecológico Chuiraxamoló, en la localidad de Santa Clara. Tienen dos cables, uno de 150 metros de largo y otro de 400 metros (con 200 de profundidad). Vuela sobre los bosques guatemaltecos con el lago Atitlán de fondo.
Antigua

Santiago de los Caballeros de Guatemala fue el nombre original otorgado por Carlos V a la ciudad de Antigua.
La belleza arquitectónica de la ciudad que fue capital del antiguo reino de Guatemala (que comprendía a los actuales Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica) es aún manifiesta a día de hoy. Por ello fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979. Calles empedradas, casas, palacios e iglesias coloniales, blasones en las puertas, etc. En tema urbano es, sin duda, la joya que ver en Guatemala.

Hoy en día es una ciudad vibrante llena de turistas y estudiantes de español (es una de las ciudades centroamericanas con mayor densidad de escuelas donde enseñan el idioma de Cervantes a estudiantes extranjeros) donde cafés, bares, restaurantes, tiendas y mercadillos siempre tienen vida.
El único pero a este éxito comercial es que muchos de los guatemaltecos que vivían en Antigua, debido al incremento exorbitado de los precios de los alquileres, han tenido que marcharse a vivir a los pueblos satélite.
Tikal y Yaxhá

Y dejo para el final a la joya de la corona entre las cosas que ver en Guatemala.
Los arqueólogos han desenterrado, en la magnífica selva de Petén, parte de la gran ciudad imperial maya de Tikal. Aunque algunas de sus construcciones datan del siglo IV antes de nuestra era, el apogeo de la ciudad llegaría entre el 200 y 900 AD.
Templos, pirámides, estelas, casas, canchas de juego, avenidas,… Caminar por Tikal te transporta a otro mundo que dejó de existir hace muchos años pero que nos sigue maravillando. Bajo los montículos y árboles aún se esconden otros muchos secretos, esperando a ser desenterrados.
El atractivo de Tikal y Yaxhá (situada a 30 km al sureste de Tikal), sin embargo, no es sólo arquitectónico e histórico. Ambas se encuentran invadidas por la naturaleza salvaje de los bosques guatemaltecos. Puedes realizar tu visita acompañado de monos araña, aulladores, zorros, roedores, aves e incluso el esquivo jaguar.
Ambas ciudades mantienen el misterio al no saber qué pasó para que fueran abandonadas, cerca del siglo X.
Me quedé con ganas de visitar algunas playas de ambas costas, volcanes y profundizar algo más en los bosques, pero también en el día a día de las gentes guatemaltecas. Soy consciente de que para eso necesitaré más tiempo, pero espero regresar algún día. ¡Muy grande Guatemala!.