Durante nuestro segundo día disfrutando de la escapada con Nomaders nos esperaba la imprescindible visita al parque nacional de Monfragüe en 4×4. Nos levantamos en la hospedería Monfragüe y volvimos a atracar el buffet libre que rebosa de excelentes productos de la tierra. Venía de una noche de juerga por Torrejón el Rubio y el desayuno levantó al muerto en que me había convertido. A los pocos minutos, ya volvía a ser el mismo y estaba preparado para una nueva aventura en Extremadura.
Los chicos de la agencia Monfragüe Vivo nos vinieron a recoger y partimos el grupo en tres 4×4 y nos dirigimos hacia el interior del parque nacional.
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El parque nacional de Monfragüe se estrenó hace apenas tres años como tal. Por supuesto, la maravillosa dehesa, el río Tajo, las torres de vigilancia de origen árabe y los buitres ya habitaban en el lugar desde muchos años atrás pero desde esa fecha todo este rico ecosistema ha sido declarado parque nacional para disfrute y cuidado de su riqueza. Comprende una estructura alargada y estrecha de unas 18 mil hectáreas rodeada de una dehesa que aporta los nutrientes para que los rapaces que habitan en el parque nacional sobrevivan.
Se trata de un lugar poco frecuentado en enero y ofrece un excelente motivo para sumergirse en una naturaleza rica en especies de animales, de un valor natural inestimable y un placer para los ojos. Las colinas del parque son suaves y frondosas llegando a alturas de poco más de 600 metros. Eso propicia el senderismo entre sus visitantes. Si os acercáis al centro de interpretación del mismo parque os ofrecerán guías y mapas de la zona para realizar travesías por el parque de Monfragüe.
Sin duda, uno de los puntos fuertes de Monfragüe es avistar aves en su propio hábitat. En el parque existe la mayor colonia europea de buitres negros con más de 280 parejas, una docena de parejas de águilas imperiales, más de 500 parejas de buitres leonados así como ciervos y nutrias en el río.
Al iniciar nuestra excursión en 4×4 nos dirigimos al castillo. Se trata de una atalaya ideal para entender el parque una vez llegados. Desde aquí tenemos un vasto mirador a la dehesa, al río Tajo y a las colinas que circundan esta rica bioesfera. Veréis a los rapaces sobrevolar vuestras cabezas y si el tiempo acompaña es un lugar ideal para hacer vuestro picnic.
En el parque existen diversos miradores donde contemplar a los rapaces en su hábitat. Nosotros visitamos el famoso Salto del Gitano y el de Portilla del Tietar.
El Salto del Gitano es probablemente la imagen más famosa del parque nacional de Monfragüe. El río corta la montaña en dos sobrecogedores acantilados de gran belleza. El lugar además no está exento de leyendas. Grabé un podcast con nuestro guía Raul contando la leyenda del gitano pero os dejo con el vídeo que grabó mi compañero Víctor Manuel:
Tras contemplar a los buitres en los diferentes miradores nos acercamos al centro de interpretación del parque. Encontraréis baños, mapas, las cabañas típicas de la zona así como un interesante y sencillo museo con textos explicativos sobre cada ave que habita en el parque.
Todo el recorrido por el parque lo hicimos sobre carretera y es apto para todos los vehículos. No obstante, la segunda parte de nuestra aventura por Monfragüe la disfrutamos internándonos sobre fincas privadas en el interior de la dehesa. Se trata de caminos de tierra donde es necesario conducir en 4×4 ya que encontraréis desniveles de tierra complicados y más de un charco. Se trata de fincas con extensiones de tierra enormes pobladas de alcornoques y donde veréis animales de granja disfrutando de la amplia libertad que ofrece las extensas hectáreas de terreno.
Los chicos de la agencia Monfragüe Vivo me gustaron mucho. Es difícil encontrar a un guía a quien se le ilumine los ojos al contar probablemente la misma historia a sus clientes día tras día. Raul nació para vivir en Monfragüe y contagia su emoción a sus oyentes. Para mi Raul fue el mejor paracetamol para cortar mi estado de resaca tras dormir apenas 3 horas la noche anterior.
Durante nuestra incursión por los caminos de tierra en 4×4 incluso dejaron a Ana, una de nuestras compañeras, conducir un rato -todavía no me explicó cómo lo consiguió- y disfrutó de una auténtica clase particular sobre cómo conducir un 4×4 sobre el barro y los charcos que podéis ver en este vídeo:
Para comer paramos en el mismo parque en el hotel Monfragüe donde comimos unas estupendas migas extremeñas y una presa ibérica. Verdaderamente, comimos de maravilla durante todo el fin de semana en Extremadura.
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Durante esa comida tuve la impresión de estar ya saturado. Me hubiera encantado llevarme un tapper y comerme ahora mismo, mientras escribo este post, esa suculenta presa ibérica. Escribiendo y engullendo a la vez un artículo postrero sobre Extremadura, con el gusto de la tierra en mi boca, con el olor de Extremadura impregnando todos mis sentidos, inaugurando así una nueva etapa web 3.0 donde ya no sólo compartimos información entre todos sino el gusto al paladar, los olores y los recuerdos en un solo click.
Que historia más curiosa la del Salto del Gitano, me encantó.
Muchas gracias por todas las crónicas. Aun recuerdo el golpetazo en el paladar de esa presa ibérica.