Viaje a la isla de Córcega de 10 días

bonifacio
Los acantilados de Bonifacio al atardecer

Durante 10 días recorrí la isla de Córcega en un viaje independiente con coche alquilado. Cuando empecé a calibrar las posibilidades para llegar a la isla no encontré vuelos baratos que unieran Barcelona con la isla francesa. Tras dar unas cuantas vueltas a las diferentes opciones, la fórmula más económica que encontré para llegar a Córcega fue volando con Ryanair desde Girona a Alguero en la vecina Cerdeña y de ahí alquilar un coche para cruzar el mar con el ferry de Santa Teresa de Gallura a Bonifacio.

La agencia italiana de alquiler de coches me aseguró que no tendría problemas en cruzar la frontera y finalmente nos decidimos por esa opción. Además incluía la interesante de variable para visitar nuevamente las bellas playas del Alguero y la costa esmeralda al noreste de Cerdeña.

Córcega no es un destino barato. Los precios no distan mucho de París e incluso en temporada baja (abril) no encontramos demasiadas ofertas en alojamiento. Si le sumamos los billetes de avión (80 por cabeza), los 300 euros de alquiler de coche durante los 10 días, la gasolina, el alojamiento en Bed & Breakfast, los almuerzos a base de supermercado y bocata y las cenas en restaurantes nos subió una media de 90 euros por persona al día.

corcega
Los colores de la primavera a pie de carretera en Córcega

Córcega me sorprendió muy positivamente. A nivel de naturaleza creo que supera a las demás islas mediterráneas que he visitado: Sicilia, Cerdeña, Mallorca, Ibiza, Creta y alguna de las pequeñas griegas. Las islas Eolias juegan aparte. Córcega ofrece un contraste natural muy significativo: encontramos picos nevados con vistas al mar y una vegetación extensa besando la marea. Por otro lado, las ciudades -a excepción de Bonifacio- recuerdan las poblaciones de Cerdeña carentes de historia, arte y pasado. La comida es espléndida con juegos franceses e italianos combinados en sus ricos platos de pescado, carnes y verduras. Si os gusta conducir, Córcega ofrece las mejores carreteras que he visto en el Mediterráneo, con precipicios, acantilados, cañones y curvas trepidantes. Eso, por supuesto, esto alarga las distancias de un punto a otro pero le añade un plus de emoción al recorrido.

Al principio no pensaba abarcar todo el territorio de la isla. Nos encontrábamos a finales de abril con buen tiempo pero no para tirarnos al agua en cada playa que encontramos. Así que nos sentamos más en el coche que en la arena y pudimos cubrir gran parte de la isla durante nuestros 10 días de recorrido.

En los próximos días os iré contando en detalle cada una de las etapas y lo que nos encontramos por el camino. ¡Bienvenidos a Córcega!

Puntúa este artículo
Scroll al inicio