He visitado Galicia en numerosas ocasiones, como peregrino, en road trips con amigos o en viajes de prensa, y siempre me ha dejado con las ganas de querer regresar. Explorar las mejores rutas en coche por Galicia te lleva a encontrar rincones donde la Madre Naturaleza sigue siendo la ama y señora de todo, pueblos costeros donde las tradiciones pesqueras no se han olvidado, y otros de interior en los que la cultura ganadera y agrícola casa perfectamente con una vida tranquila y sana, alejada del estrés de la nueva y apresurada sociedad.
Además, hallarás un gran legado patrimonial en las ciudades y una gastronomía que quita el sentido a precios más que asequibles. Sin embargo, el mayor tesoro de Galicia lo compone sus gentes: hospitalarias, amables y que, si te acercas a ellos de forma respetuosa y bondadosa, hacen lo que sea necesario para que te sientas como en tu casa.
Las carreteras de Galicia pasan por bosques, espectaculares miradores, playas, ciudades, pueblos, vastos prados, montañas… Te aconsejo que dejes el tema de la conducción a un compañero de viaje y te pegues a la ventanilla mientras recorres las mejores rutas en coche de Galicia:
Disfruta de lo mucho que tiene que ofrecer Galicia con algunas de las mejores excursiones guiadas en la región:
Índice de contenidos
1. Rias Baixas
La de Rias Baixas es, sin duda, la zona que mejor conozco y, para mí, la mejor ruta en coche por Galicia.
Una ruta en coche por las Rias Baixas tiene tanto que ver y disfrutar que le puedes dedicar, solo a ella, más de una semana de viaje. La más larga que hice por allí fue de cinco días y aún me quedaron muchas cosas por ver.
En cuanto a ciudades, Pontevedra y Vigo son las más importantes en tamaño y legado patrimonial, aunque si viajas a Galicia en avión y llegas al cercano aeropuerto de Santiago de Compostela, no puedes dejar de dedicar al menos un día a explorar a fondo la ciudad que marca el punto final del Camino de Santiago.
Cerca de Santiago de Compostela, descendiendo hacia el suroeste, se halla la magnífica Ría de Arosa (o Arousa), a la que se asoman bellas poblaciones pesqueras y marineras como las de Villagarcía de Arosa y Villanueva de Arosa. Un poco más al sur se halla el bonito pueblo de Cambados, con sus palacios señoriales, sus bodegas y el duro trabajo de las mariscadoras. Sanjenjo es uno de los destinos turísticos más importantes del verano gallego, con sus playas de arena dorada y blanca y sus aguas impolutas.
Siguiendo hacia el sur, y después de dejar Vigo en el retrovisor, la ciudad de Bayona se levanta imponente junto al mar. Sin embargo, antes de eso tienes que dejar el coche para embarcar en un velero – o ferri – en el puerto de Vigo y dirigirte, navegando por la ría, hacia las islas Cíes. Estas islas son de las más bellas que he visitado jamás, tanto en España como en el extranjero. Miradores espectaculares, bosques, lagunas, playas de corte caribeño, tranquilidad y naturaleza en estado puro.
Tras Vigo, Bayona y las Cíes, la pequeña localidad de Oya (u Oia) nos espera ya cerca de Portugal, con su monasterio medieval guardado por monjes guerreros y cañones apuntando a la bahía. Aunque quien mira a Portugal cara a cara es la población de Tui, con sus bellas calles empedradas y su bella catedral. La desembocadura del Miño está a escasa distancia de la ciudad, pero no hay mejor mirador para admirarla que el del monte de Santa Tecla, donde también hallarás la huella de la Historia en un castro milenario.
Para cuando te apetezca dejar el coche de lado y caminar un poco, te recomendamos que busques, a escasos kilómetros de este monte, la Senda de los Pescadores del Miño, de escasa dificultad y gran recompensa paisajística. Otra de las mejores rutas senderistas en Rias Baixas es el Sendero da Costa que pasa por el cabo Home, en la que descubrirás estupendas playas y calas vírgenes mientras recorres, prácticamente en solitario, un litoral salvaje jalonados por faros y con la vista de las islas Cíes siempre a tu alcance.
En el apartado gastronómico, degusta los magníficos mariscos de las rías, frescos y a precios increíbles para su excelsa calidad.
Sin duda, se trata de una de las mejores rutas en coche por Galicia.
2. Costa da Morte
Detrás del impactante nombre de Costa da Morte se esconde uno de los litorales más bellos de España. Los abruptos acantilados y la dureza del océano llevaron al naufragio a un importante número de navíos de banderas española, inglesa y francesa. Hasta las playas y calas de la Costa da Morte llegaban los restos de buques y mercancías, ganándose a pulso el nombre que le habían atribuido los hombres.
Sin embargo, lejos de pasar miedo, mientras recorres una de las mejores rutas en coche de Galicia no dejarás de abrir la boca ante los paisajes que te vas a encontrar.
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Puedes arrancar el viaje en la población de Buño, uno de los pocos lugares de España en los que la gente aún vive de la alfarería. Camina por su calles y admira la destreza artesana de sus gentes antes de poner rumbo al pueblo marinero de Malpica, que regala unas vistas impresionantes al océano Atlántico, al igual que sabrosos mariscos y pescados.
Algo más allá, el cabo de San Adrián es el primero de los tres que aparecerán en la ruta. Disfruta de su vista panorámica antes de dirigirte a Pontecesco y Puerto de Corme, pasando por Monte Branco, la playa de Balarés y los acantilados de O Roncudo. Ni se te ocurra intentar descender por ellos, pues más de uno ha tenido una sorpresa buscando el selfi perfecto.
En Borneiro – desviándote hacia el interior – encontrarás pazos en los que aprender sobre las antiguas raíces y tradiciones de la vida en este tipo de granjas gallegas. Además, también hay un castro milenario.
Regresa a la costa a la altura de Lage (o Laxe), otra villa de pescadores que ofrece las preciosas playas de los Cristales y Soesto. Deberás pasar por Porto de Cereixo y la pequeña aldea de Arou antes de llegar al segundo cabo de la ruta: el cabo Vilán. Cerca de este punto, el Foco do Lobo regala una de las mejores vistas de la ruta de la Costa da Morte.
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Muxia y Corcubión (con el castillo de O Cardeal) son las últimas paradas antes de llegar al fin del mundo: el cabo de Finisterre (o Fisterra). Ante ti se extenderá las vastedad del océano y te sentirás el ser más pequeño e insignificante del mundo.
3. Ribeira Sacra
En el interior de la región podrás encontrar una de las mejores rutas en coche por Galicia. Se trata de la que recorre la zona conocida como Ribeira Sacra. Esa denominación se debe a las numerosas iglesias románicas y monasterios que vas a encontrar en una posible ruta circular que comienza y acaba en la localidad de Monforte de Lemos.
En un viaje al que, para disfrutar de todo adecuadamente y sin prisas, debes dedicarle 3 o 4 días, no solo encontrás el legado patrimonial religioso y romano, sino también vastos viñedos (Ribeira Sacra es una de las denominaciones de origen gallegas), impresionantes miradores sobre los ríos Miño y Sil, gastronomía y un sinfín de opciones de actividades al aire libre, como senderismo, bicicleta de montaña, kayak o parapente.
Algunas de las poblaciones más destacadas de la ruta por carretera en Ribeira Sacra son Chantada, Os Peares (lugar donde confluyen el Miño y el Sil) y la villa medieval de Castro Caldelas. Tampoco puedes dejar de visitar los miradores de Cabo do Mundo, Matacás y los Balcones de Madrid, así como los monasterios de Ribas de Sil y San Pedro de Rocas.
En definitiva, una ruta en coche por la Ribeira Sacra tiene algo para cada viajero.
4. Ruta de las Rías Altas
Otra de las mejores rutas en coche por Galicia es un trazado de algo menos de 280 km que recorre el área de las Rías Altas. Estas se hallan en el norte de la región, abarcando desde el norte de la provincia de Lugo hasta A Coruña y Finisterre.
Puedes comenzar la ruta en Ribadeo, donde ya encontrarás una de las playas más bellas no solo de Galicia, sino de España. Se trata de la playa de las Catedrales – cuyo nombre oficial es de Aguas Santas -, un extenso arenal jalonado por arcos de roca y acantilados plagados de cuevas.
Siguiendo hacia el oeste, el cabo de Estaca de Bares marca la división entre el Cantábrico y el océano Atlántico, mientras que las paredes de roca del Cabo Ortegal llegan a alcanzar los 600 metros de altura.
Si te gusta el surf, podrás practicarlo en la preciosa playa de Doñinos, cercana a El Ferrol. Por último, La Coruña es una ciudad interesante en la que la Torre de Hércules, la plaza de María Pita y el castillo de San Antón son solo algunos de sus atractivos.