Qué ver cerca de Budapest, naturaleza, historia y gastronomía de Hungría

Es bien cierto que en la primera visita Budapest atrapa por su belleza casi excesiva, con edificios como el Parlamento que se admira de día y de noche, desde un barco o desde la otra orilla, a sus pies o desde lo alto del Bastión de Pescadores. Budapest mantiene el encanto histórico de su época dorada, entre finales del siglo XIX y principios del XX, con esa ocasional mirada de refilón a sus décadas tras el Telón de Acero. Os hemos contado ya qué ver en Budapest en un día y hoy os vamos a hablar de las mejores cosas que ver cerca de Budapest.

Si tu escapada a Hungría es de tres o cuatro días (hay que aprovechar los puentes), te recomendamos esta ruta desde Budapest por sus alrededores, y que puedes hacer en dos días o extenderla un poco más.

1.- El Lago Balatón, deportes acuáticos y relax en la naturaleza

Aproximadamente a unos 80 km al suroeste de Budapest está nuestra primera parada, es en plena naturaleza y tiene todo un récord, ya que el Lago Balatón a donde vamos es el lago más grande de toda Europa Central.

Sus 600 km2 de superficie están bordeados por montañas, viñedos, bosques y varias localidades que surgieron o crecieron a mediados del siglo XX cuando comenzó a popularizarse como destino turístico para los húngaros. Cuenta con varios balnearios, resorts y playas, públicas y privadas, y una variada oferta para practicar la navegación a vela, pescar o, sencillamente, tomar el sol y darse un chapuzón.

Como curiosidad, la superficie del lago llega a congelarse en invierno en una gruesa capa de varios centímetros de profundidad. Si venís en esa estación veréis que el turismo cambia las sandalias por patines y aparecen barcos de uno dos pasajeros (casi como canoas con vela) a los que “les crecen” patines con los que recorrer el lago.

2.- El Lago Hévíz, un lago urbano termal

Después de la invernal estampa del Lago Balatón, vamos a aguas más cálidas. Budapest es la capital termal de Europa, pero además de balnearios como Gellért o Széchenyi en ella, Hungría está poblado de localidades con balneario, algo muy apreciado por sus habitantes.

Dando una vuelta de tuerca al concepto del balneario, tenemos que mencionar sin dudarlo un segundo al Lago Hévíz, el mayor lago termal natural curativo de Europa. Lo podemos encontrar en la población de Hévíz, a poco más de 2km del extremos sur del Lago Balatón.

3.- Sopron, la ciudad leal de Hungría

Sopron es un pequeño tesoro medieval cuyo centro histórico ha permanecido prácticamente intacto, pese a haber sufrido violentos bombardeos durante la II Guerra Mundial. De hecho, se conservan incluso restos más antiguos, de la época de Roma en forma de cimientos y muros. Junto a ellos encontraremos edificios y estructuras barrocas y del Renacimiento, convirtiendo un paseo por el centro de Sopron en un auténtico ir y venir en el tiempo (arquitectónicamente hablando).

Para una perspectiva inmejorable, no dejéis de contemplar Sopron desde los 58m de altura de su Tűztorony (torre de vigilancia contra el fuego) del siglo XIII y ubicada en el centro de la ciudad.

¿Por qué se conoce a Sopron como “la ciudad más leal” de Hungría? Tras la desaparición del Imperio Austro Húngaro al finalizar la I Guerra Mundial, se llevó a cabo un plebiscito en Sopron, ciudad que se encuentra en la frontera entre Hungría y Austria, para decidir a cuál de estos dos países pertenecería a partir de ese momento. La mayoría de sus habitantes votaron por Hungría, y de ahí el apodo de “A Leghűségesebb Város” (o “la ciudad más leal”).

4.- Györ, la ciudad de los ríos

A medio camino entre Viena y Budapest, nos toca girar hacia el Este para volver hacia la capital húngara, pero antes tenemos dos paradas que hacer y la primera es Györ, la capital del condado de Győr-Moson-Sopron y tercera ciudad de Hungría con más edificios y arquitectura de valor histórico (especialmente del siglo XVIII).

Denominada “la ciudad de los ríos”, el casco histórico de Györ nace en la confluencia de tres cursos fluviales, Mosoni-Danubio, Rába y Rábca. Allí encontraremos los edificios más antiguos de la ciudad, un torreón del siglo XIII y, del siglo XV, la capilla Dóczy de estilo gótico.

Muestra de la antigüedad de la ciudad es que la catedral fue construida originalmente en estilo Románico para más tarde reconstruirse en estilos Gótico y Barroco.

5.- La milenaria Archiabadía de Pannonhalma

A poco más de 20 minutos al sur de Györ nos encontramos con uno de los edificios religiosos más espectaculares y antiguos del país, la Archiabadía de Pannonhalma que tiene más de un milenio de existencia.

Este conjunto de edificios en lo alto de una colina consta de una basílica, una cripta, la Porta Speciosa que da acceso al claustro (siglo XV), una biblioteca (siglo XIX) con 400.000 libros, un refectorio de estilo barroco (atentos a los trampantojos) y la Capilla de Nuestra Señora, que tiene bajo ella la cripta en la que tradicionalmente se ha ido enterrando a los monjes durante siglos.

En la Archiabadía se custodia el documento más antiguo con palabras en húngaro que se conoce, la Carta de Fundación de la Abadía Benedictina de Thiani, del año 1055.

Fundada en el año 996, exactamente 1000 años después, la UNESCO declaraba a la Archiabadía de Pannonhalma “Patrimonio de la Humanidad”.

Desde Pannonhalma, apenas hora y media nos separa de Budapest, punto final de este recorrido por los lugares más interesantes cerca de la capital húngara.

6.- Proyecto Liget, el verde corazón cultural de Budapest

Cuando volvamos a Budapest, o antes de irnos a explorar los alrededores de la ciudad, deberíamos acercarnos al bicentenario Parque Városliget en el centronorte de la ciudad (nosotros fuimos en metro hasta Széchenyi fürdő y el regreso lo hicimos caminando).

Y no sólo porque allí estén la Plaza de los Héroes, el Balneario Széchenyi, el Museo de Bellas Artes de Budapest, el Circo de Budapest o el Castillo de Vajdahunyad, sino por lo que habrá muy pronto, los frutos del Proyecto Liget.

Considerado como el mayor y más ambicioso proyecto de renovación urbana en el centro de una ciudad Europea, el Proyecto Liget aspira a buscar la coexistencia entre naturaleza (el parque) y la cultura, creando un imán para el ocio urbano.

Parte del proyecto implica:

• Un nuevo Museo de Etnografía (el proyecto ha ganado los World’s Best Architecture del 2018) que albergue las más de 250.000 piezas que tiene el actual.
• La construcción de La Casa de la Música, una obra del arquitecto japonés Sou Fujimoto que albergará desde eventos musicales a formación y enseñanza, sin olvidar una exposición permanente sobre música donde destacará la de Hungría.
• Ya se ha abierto al público la restaurada y remodelada Casa del Milenio, con sus preciosos y coloridos motivos y azulejos, y sus jardines. Anteriormente conocida como Casa de Olof Palme, este edificio de 1885 alberga una exposición interactiva sobre la Edad Dorada de Budapest (aproximadamente entre 1867 y 1914), cuando Budapest era una ciudad vibrante y rica, comercial y culturalmente, a la vanguardia de Europa.

Devolver el parque a su esplendor original, incluir zonas de deporte y ocio segmentadas por edades, un renovado jardín botánico, eliminar los aparcamientos de superficie actuales o una pista para corredores son algunos de los otros atractivos del Proyecto Liqet.

Aquí tenéis un vídeo sobre el Proyecto Liget, el antes y sus edificios abandonados y el después, con la remodelación y revitalización del área:

7.- Gastronomía y vinos en Hungría

La gastronomía de Hungría

Si pasáis unos días en Hungría no debéis dejar de probar el plato nacional, el Gulyás (Gulash, un contundente caldo de carne con verduras), aunque admito que si estáis en el país en los meses de verano, tal vez no sea lo que os pide el cuerpo.

También será complicado que no os ofrezcan en el menú Lecsó, un guiso picante con pimientos, cebolla y tomates, con el adicional aporte de proteína generalizado en forma de embutido o salchicha troceada.

El toque dulce de un menú puede ser la Palacsinta, una especie de tortitas enrolladas en capas para que en el interior de ellas no falte chocolate o mermelada. Si estáis por la calle, encontraréis puestos o pequeñas pastelerías que venden Kürtöskalács, que es una masa de levadura condimentada con canela y espolvoreada con azúcar en su forma más básica. Se tuesta al fuego, enrollada sobre un palo, por lo que tiene una característica forma de caracola.

Acabad la comida con un licor local, en este caso Pálinka, un schnapps que puede ser blanco, de melocotón, de pera, etc.

Hungría, tierra de vinos

La primera vez que probé vino húngaro fue en un acto en Madrid, organizado por la Embajada de Hungría en España. La segunda vez, ya fue en tierras húngaras. Vosotros podéis probar vino en Hungría en muchos sitios y en esta ruta de lugares que ver cerca de Budapest, pasaréis por no menos de tres lugares en los que se cultiva la vid.

La gran masa de agua dulce que es el Lago Balaton influye en el clima de la zona, con días más nublados y temperaturas menos extremas. Con este microclima, unido a las propiedades específicas del suelo, no es de extrañar que esta zona produzca vino desde tiempos romanos.

Por su parte, Sopron es una de las pocas regiones productoras de vino de Hungría donde se pueden encontrar vinos tanto tintos como blancos. Bordeando Austria, comparte clima con la zona de vinícola de Burgenland al otro lado de la frontera y así no es extraño que varias bodegas tengan viñedos tanto en Hungría como en Austria. Son especialmente apreciadas las cosechas de Kékfrankos y Pinot Noir.

Los monjes benedictinos de la milenaria Archiabadía de Pannonhalma comenzaron a producir vino prácticamente con la colocación de la última piedra de la misma. Continuaron haciéndolo durante siglos, hasta que el final de la II Guerra Mundial y el comienzo de la dictadura comunista trajeron la confiscación de los bienes, viñedos incluidos.

Tras la caída del comunismo, los monjes compraron sus antiguas tierras y volvieron a plantar vides de Rhine Riesling, Sauvignon blanc, Gewürztraminer, Welschriesling, Ezerjó y Sárfehér. Además, están produciendo algunas variedades más internacionales, como Chardonnay, Pinot blanc, Pinot noir, Merlot y la muy extendida Cabernet Franc.