Si planeas una visita al cono sur, no puedes perder la oportunidad de conocer Montevideo, una experiencia única con mil formas de vivirla. Dotada con una infraestructura a la altura de las grandes capitales sudamericanas, esta pequeña y tranquila ciudad, sede del MERCOSUR, te depara infinidad de sorpresas en cada recorrido, con su arquitectura de estilo francés, sus numerosas plazas arboladas y la maravillosa rambla costanera sobre el Río de la Plata, que envuelve la ciudad con un collar de hermosas playas.
Cualquier época del año es perfecta para descubrir la capital del Uruguay y sus bellezas, ya que dispone de una inmejorable infraestructura hotelera donde puedes encontrar alojamientos para todos los gustos y bolsillos, principalmente situados en el casco histórico, el centro y los barrios residenciales, aunque la ciudad dispone de alojamientos en todos los barrios.
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No tendrás un minuto para aburrirte en Montevideo, pues cuenta con una nutrida agenda cultural con espectáculos y festivales musicales, de danza, cine y teatro de reconocido prestigio. El entretenimiento no para en la “Tacita del Plata”, porque a la noche, su agitada vida nocturna te ofrece una amplia gama de bares, restaurantes y discotecas de nivel internacional, donde puedes disfrutar de una deliciosa cena o unos tragos relajantes, para terminar la noche bailando todos los ritmos del mundo en las numerosas discotecas del casco histórico o los barrios residenciales.
Montevideo es una ciudad polifacética que invita a recorrer sus calles y desentrañar sus virtudes. Puedes vivir la experiencia de regresar al pasado en la Ciudad Vieja, donde la arquitectura testimonia un pasado de gloria y esplendor, con calles angostas pobladas de edificios antiguos, viejas residencias de las familias acomodadas y placitas de carácter intimista, verdaderas joyas de la urbanística.
No dejes de visitar el lujoso Palacio Taranco, el Club Uruguay, el Teatro Solís, la iglesia Matriz, el Cabildo o el Templo Inglés. También vale la pena conocer los múltiples museos que se encuentran en el casco antiguo, como el Museo Romántico, el Museo de Arte Precolombino e Indígena, la Casa de Garibaldi, entre otros.
Si quieres conocer la cultura y la amabilidad de los montevideanos, nada mejor que acercarte a la Peatonal Sarandí un sábado por la mañana, allí podrás recorrer la feria artesanal, la feria de antigüedades de la Plaza Matriz, disfrutar de los espectáculos callejeros que se montan cada sábado y conversar relajadamente con la gente.
A la hora del almuerzo, sobre la Peatonal Pérez Castellano, puedes saborear el mejor asado típico en el Mercado del Puerto, un emblema de la gastronomía uruguaya y lugar más icónico donde experimentar los sabores y olores de Montevideo, con sus parrilladas de primera categoría y el colorido entorno del mercado, donde artesanos y artistas callejeros animan la jornada.
Uno de los sitios emblemáticos de la ciudad es su rambla, lugar de encuentro para montevideanos y visitantes, con espectaculares vistas de las playas urbanas rodeadas por modernos edificios de las zonas residenciales más elegantes de la ciudad. Si viajas en verano, las playas montevideanas te aguardan con sus aguas tranquilas y sus limpias arenas, para disfrutar del sol y los deportes acuáticos a muy pocos pasos del centro de la ciudad.
Montevideo sorprende a los visitantes por la cantidad de espacios verdes que ofrece y sus estratégicas disposiciones. El Parque Rodó, con su diseño inspirado en los parques franceses es uno de los lugares que no puedes perderte y donde puedes contemplar maravillosas puestas de sol sobre la rambla. El Prado es el mayor y más antiguo parque arbolado de la capital, con su exclusivo barrio residencial que alberga los más suntuosos palacios y mansiones de la ciudad y el Jardín Botánico, una impresionante colección de la flora autóctona y del mundo.
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No importa el motivo de tu viaje, Montevideo siempre tendrá algo para sorprenderte y halagarte en tu visita o escapada, donde siempre serás recibido como un amigo.
Esa parrillada solo ya merece la pena para visitar Uruguay!