
Si quieres viajar por el Mundo, trabajar 6 meses y tomarte otros 6 libres y aún estás en edad de merecer -no dan visados para trabajar a la gente de todas las edades, siendo el tope entre 30 y 35 años en muchos sitios- y quieres retirarte a los 30 viviendo de tu propio negocio, léete las siguientes líneas para saber cómo hacerlo.
Se llama Greg, es belga, tiene 27 años -aunque nos pareció que estaba más cerca de los 22 que de los 30- decidió no ir a la Universidad y lo hemos recogido hoy -2 de Junio del 2011- en una carretera neozelandesa que lleva al Monte Cook, el pico más alto de todo Australasia con sus 3.755 metros.
No sólo ha viajado haciendo autostop por Nueva Zelanda -un país con bastante buena fama autostopista- sino que nos ha contado que también viajó así desde Bélgica hasta Irán en mes y medio hace unos años.
Yo sólo he hecho dedo 4 ó 5 veces pero siempre me habría gustado -aún estoy a tiempo- recorrer largas distancias así y la gente que lo hace me despierta gran simpatía. Así que, en cuanto le hemos visto caminar a un lado de la carretera con su pulgar hacia arriba no lo hemos pensado ni un segundo y hemos parado. El tío es muy simpático y en seguida comenzó a contarnos cosas sobre él pero más porque le cosimos a preguntas que porque sea uno de éstos que sólo habla de sí mismo.
Cuanto más nos contaba más abríamos la boca.
Hay mucha gente extranjera trabajando en las plantaciones y granjas australianas. Pagan bastante bien -un mínimo de 18 AUD la hora-, no requiere cualificación previa -si la tienes te pagan mejor- y es una buena forma de hacer dinero para seguir viajando. Sin embargo, Greg nos ha descubierto algo mucho mejor que jamás había oído antes.
El chaval lleva 4 años replantando árboles.
Hay países, como Australia y Canadá, donde una compañía papelera o fabricante de muebles que quiera talar árboles lo debe hacer con una compensación a la naturaleza. Por cada árbol cortado deben replantar dos. Es un trato bueno para las dos partes y asegura el trabajo a gente como Greg en muchas partes del Mundo. Son industrias que nunca van a dejar de existir y replantando se aseguran su stock futuro.
Cuando Greg comenzó a trabajar en reforestación tenía 22 años y ninguna experiencia en el tema. Dice que éso no es ningún problema porque no todo el mundo quiere hacer el trabajo. Si comienzas sin experiencia el salario que recibes se mueve entre los 150 y 200 dólares al día. A los 2 ó 3 meses ya puedes cobrar hasta 250 y si ya has trabajado una o dos temporadas puedes llegar a los 350 diarios. Él trabaja 5 días a la semana, así que estamos hablando de unos 1750 dólares semanales y más de 7000 al mes. Creo que no es poco.
Durante estos 4 años, trabajaba temporadas de 6 meses y los otros 6 los pasaba de vacaciones, sobre todo en el Sureste Asiático y principalmente en la región de Kerala, India.
Fue allí donde hace 3 años comenzó la construcción de unos bungalows destinados al turismo, pero no al mochilero sino de más alto standing. El lugar está cercano a la playa y es una zona bastante turística. La idea le surgió cuando llegó para quedarse 4 días y acabó pasando 3 meses.
Hace un año que está funcionando y parece que le va muy bien, llegando a cobrar 80 Euros por noche un bungalow en temporada alta. Quien haya estado en India sabe que éso es un dineral.
A él le encanta el lugar y piensa quedarse allí por mucho tiempo así que está ahorrando todo el dinero que puede con el tema de la reforestación y piensa dejar de trabajar a los 30 años para vivir de su propio negocio y sus ahorros. Sin embargo, no creemos que la cosa se quede ahí porque hoy nos comentó que quizá, más adelante, podría plantearse el abrir un restaurante en la zona. Algo me dice que lo hará y le irá bien.
Hemos pasado todo el día juntos y ahora -escribo en la furgoneta de alquiler a los pies del Monte Cook con vistas al glaciar de Tasman, ¡Viva el free camping prohibido!- duerme en su tienda cerca de nuestro coche. Mañana haremos algún trekking juntos por la zona y lo llevaremos con nosotros hasta donde nuestros destinos tomen rumbos distintos.
Sin duda un tipo muy interesante y que nos ha dado muchísima envidia sana. Sabe vivir y disfrutar la vida como se debe hacer.
Aquí dejo esta idea para quien esté pensando en cómo dejar de currar en la oficina aguantando al jefe y quiera ver mundo. A mí me suena muy tentador.
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