En un viaje con un recorrido planificado para ver múltiples destinos encontramos a veces lugares donde apetece parar y descansar. Es el caso de Todos Santos en Baja California. Al igual que en el desierto del Sahara o del Gobi, en Baja California también existen oasis con manantiales y vegetación profunda y Todos Santos representa el oasis mexicano por excelencia no solamente por sus palmeras sino también por su arte callejero y su ritmo pausado.
Llegamos a Todos Santos tras explorar el sur y el este de Baja California instalados en el Cabo San Lucas. Desde la estación parten autobuses cada dos horas aproximadamente y cubren la distancia por 80 pesos mexicanos y apenas una hora cruzando los pequeños pueblos de la costa del Pacífico como el entrañable El Pesquero.
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Al llegar a Todos Santos nos instalamos en The Hotelito. Un entrañable lugar retirado del centro y a pocos minutos andando a una de las playas más salvajes, sorprendentes y deshabitadas que vimos en la región de Baja California. El hotel se levantó hace apenas seis años y el trato humano se funde con una calurosa bienvenida regada con un buen margarita, una estupenda piscina y una habitaciones decoradas con gusto y con todo tipo de detalles.
Las coloridas habitaciones, las hamacas apostadas frente las habitaciones parecen tener un imán misterioso para viajeros cansados. Se echa de menos un servicio de cena ya que el hotel se encuentra relativamente apartado del centro (unos 10 minutos andando) aunque sí ofrecen estupendos desayunos que van incluidos en el precio.
En nuestro recorrido por Baja California apenas habíamos planificado permanecer una sola noche en Todos Santos y verdaderamente nos sentó a poco. Esta localidad al este de la región ofrece un escenario mucho menos turístico que El Cabo San Lucas y con un coche se antoja ideal para realizar escapadas y rutas desde Todos Santos para explorar la zona. Y una aplastante razón final para convencer a los más incrédulos es saber que a la vuelta de cada jornada te espera un espectacular cocktail de Margarita preparado por Vicky y su dedicada paciencia como el que veréis en el siguiente vídeo:
El centro de Todos Santos es apenas cuenta con una docena de calles y, a pesar de sus dimensiones, alberga un enorme listado de galerías de arte, restaurantes y cafeterías bellamente decoradas. Con llamativos colores, sus calles desprenden una alegría que fácilmente nos seducirá. A pesar de ofrecer una imagen moderna, Todos Santos alberga un poso de historia entre sus calles con antiguas haciendas, un cementerio que nos traslada a las novelas de Juan Rulfo y como en todo oasis, Todos Santos ha cultivado el intercambio de culturas y mercancías a lo largo de los últimos siglos y se ha ido empapando de todas esas influencias exteriores.
Además, los precios contrastan con los elevadas tarifas que encontramos en zonas más turísticas de Baja California y repito, nos hubiera encantado quedarnos más días para explorar la región con Todos Santos y el estupendo The Hotelito como campo base para descansar y respirar la paz de un oasis natural, artístico y donde apenas llegan las invasiones de spring breaks de los Estados Unidos.
Todos Santos cuenta con tres oasis. Su pasado se encuentra íntimamente ligado al trabajo en la caña de azúcar. Debido al cambio climático su manantial se ha reducido pero sigue siendo un auténtico pulmón verde en Baja California.
A pesar de sus dimensiones, Todos Santos es vibrante y cuenta con fesivales repartidos a lo largo del año. En Enero se celebra el festival de música y arte, durante el mes de febrero el cine toma el relevo y a lo largo del año otros festivales toman parte como la curiosa celebración del mango donde cada pueblo alrededor de Todos Santos trae su propia receta relacionada con la deliciosa fruta tropical.
Asimismo, en Todos Santos encontraremos un hotel para nostálgicos. Se trata del Hotel California que nos lleva a la legendaria canción de Los Eagles del que ya os hablaremos en otra ocasión.
Para cenar encontraréis una amplia oferta teniendo en cuenta las reducidas dimensiones del pueblo. Nosotros sólo permanecimos una noche en Todos Santos y apenas pudimos probar uno de sus restaurantes y nos agradó. Se trata de La Casita, con elaborados platos de pescado, ambiente relajado y una estupenda terraza donde disfrutar del frescor de la noche.
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Genial combinación! :)
Playas y margaritas… Qué más se puede pedir??!!! ;)
Saludos