Rutas de senderismo en el occidente de Asturias: 6 propuestas en la zona de Oscos

3.- Ruta del Agua (Taramundi)

Si el verde de Asturias tenemos que regarlo con la lluvia, es para el ser humano de vital importancia tener acceso a cauces fluviales para la supervivencia de los cultivos y la propia.

La Ruta del Agua en Taramundi es una forma de disfrutar de paisajes naturales pero también de una forma de aprovechamiento de esta, creando energía.

Precisamente empezamos la ruta dejando el coche en el aparcamiento inmediatamente sobre el Museo de los Molinos de Mazonovo, donde nada menos que 19 de ellos siguen en funcionamiento.

Unos metros de carretera y nos metemos ya en la ruta, paralelos al Río Turia y que tiene para mí tres puntos de interés claro: el desvío hacia la Cascada de la Salgueira, el minúsculo núcleo de Esquíos y el conjunto etnográfico de Os Teixois (que cuenta con fragua, mazo y molino harinero entre otros), el final de nuestra ruta.

4.- Ruta del Silencio (Villanueva de Oscos)

El comienzo de esta ruta es el pueblo semiabandonado de San Cristobal, así que lo más conveniente es buscar aparcamiento en la zona de la curva inmediatamente anterior a la llegada al pueblo.

Tomad nota de que el espacio para aparcar es limitado y pueden quedar huecos poco idóneos para un turismo, por la baja altura sobre el suelo, más aptos para un SUV o similar.

Lo anterior es una indicación de lo poco transitada que es esta zona, una recompensa adicional para quien recorra la Ruta del Silencio.

La ruta es circular y comienza atravesando el Pueblo de San Cristobal, para continuar por los bosques de la Sierra de la Bobia hasta el pequeño núcleo de Mourelle y subir al punto más alto de la misma, los casi 812 m del Pico de Balongo, un mirador natural.

Desde allí, descenderemos para continuar el recorrido circular que nos llevará de nuevo a esas cuatro casas de piedra que constituyen San Cristobal.

5.- Ruta de la Seimeira (Santa Eulalia de Oscos)

Para empezar el recorrido, buscaremos aparcamiento en las inmediaciones del Área Recreativa de Pumares, justo antes de entrar por el sendero hacia Pumares, donde las casas de piedra y techo de pizarra son casi todas alojamientos rurales.

Atravesamos el núcleo rural bordeando antiguos muros de piedra, lindes devoradas por musgo y vegetación, paralelos al Río Agüeira.

Si deseamos hacer una pausa, el Área Recreativa del Valle del Desterrado cuenta con bancos y mesas, además de una trágica historia tras su nombre.

Si continuamos caminando, pasaremos la desviación hacia Busqueimado, pueblo abandonado que podemos visitar ala vuelta, y unos 300 m más allá nuestros oídos comenzarán a escuchar los primeros rumores que indican la cercanía al destino.

Paseando paralelos al río, llegaremos a nuestro destino. El final de esta ruta es una cascada donde las aguas caen desde 30 m de altura y cuya base es accesible si nos aventuramos a una pequeña escalada entre piedras.

6.- Ruta de Mon (San Martín de Oscos)

Aunque esta ruta se llama “de Mon”, oficialmente empieza en la aldea de Revoqueira. Sin embargo, yo opté por acortar el tramo Revoqueira – Mon, y acercarme en coche al pueblo de Mon, aparcando antes de llegar al pueblo, en una explanada al lado de la carretera.

De esa manera, pasada la mitad de la ruta, de regreso ya, al llegar al pueblo de Ventosa podía seguir recto por la carretera hasta una bifurcación que, si la tomamos a la derecha, nos lleva hacia Mon y así recoger el coche.

La decisión de acortar así la ruta la tomé por la previsión de que me oscureciera antes de terminar la misma, como así ocurrió, pues los últimos rayos de luz me llegaron casi a la altura de la bifurcación.

De no haberlo hecho, hubiera tenido que recurrir a la linterna frontal pues mis cálculos estimaban que la caida de la noche me hubiera alcanzado bien metido en la zona más boscosa.

Si vosotros emprendéis la ruta de mañana o con suficiente día por delante, podéis empezar en Revoqueira y llegar hasta Mon, donde os recibe el Palacio de Mon, una ampliación del siglo XVIII de una torre medieval.

Cruzamos la aldea hasta una leve desviación que nos lleva a la Ermita de Santa Marina, una leve desviación que merece la pena por ser el humilde edificio la ermita más antigua del concejo.

Recuperado el camino, podemos desviarnos al Mazo de Mon (una hora y media de camino entre ida y vuelta) y al regreso de este continuar la ruta circular entre castaños y robles y vislumbrando ocasionalmente pequeños pueblos entre las montañas

Mapa:Ubicación y los puntos de inicio de estas seis rutas