Tras haber dado 4 vueltas completas a Islandia (obviamente, no lo he visto todo) trabajando como guía de viajes en ese país, he corroborado que el sobrenombre de «tierra de hielo y fuego» no se le dio a la ligera o sin motivación. Y es que, al situarse justo sobre la fractura entre las grandes placas tectónicas de Norteamérica y Eurasia, Islandia es un país con centenares de volcanes y una actividad sísmica y volcánica de alto nivel. Añade a eso su latitud terrestre y combinarás hielo y lava de una manera sencilla. La mayor superficie de hielo en Islandia – y Europa (en volumen de hielo) – la encontrarás en el glaciar Vatnajökull, situado en la parte sureste del país. El Vatnajökull es un gigante helado de casi 8.000 kilómetros cuadrados que ocupa casi el 8% de la superficie de Islandia. En su parte sur, varias lenguas glaciares dan lugar a frías lagunas, destacando entre todas ellas, tanto por su belleza como por su proximidad al mar, la de Jökulsárlón.
La laguna glaciar de Jökulsárlón es la más famosa de Islandia y todos los veranos recibe un gran número de visitantes.
La primera vez que la avisté (sin niebla), entendí la razón. Cuando cruzas el puente que atraviesa el estrecho brazo de agua que separa las frías aguas del Atlántico Norte de las, aún más frías, que provienen del deshielo del glaciar, se abre ante ti una vista grandiosa.
Un enorme campo de hielo sirve de fondo a unas aguas azules sobre las que flotan, diseminados por doquier, bloques de hielo de todas las formas, tamaños y colores.
Aquí y allá, focas y pájaros nadan y vuelan entre y sobre esos bloques que, por mucho que lo intentan, acaban irremediablemente siendo arrastrados por la corriente que les lleva al océano, donde irán muriendo poco a poco, consumidos por el agua salada y las temperaturas más templadas.
Índice de contenidos
Cómo llegar al lago de Jökulsárlón
El lago de Jökulsárlón se encuentra en el sureste de Islandia y la ciudad – o población – de cierta entidad más cercana es Höfn.
Sin embargo, si lo visitas en el sentido habitual de una ruta en coche por Islandia (de oeste a este), quizás provengas de poblaciones como Hvoll o Vik.
Independientemente de donde vengas, encontrarás que el acceso a Jökulsárlón es muy sencillo, ya que se halla en la carretera 1, principal del país y más conocida con el sobrenombre de Ring Road.
La distancia a Höfn es de unos 80 km, que recorrerás en 1 hora.
Hay varios aparcamientos alrededor de la laguna, siendo sencillo encontrar algún lugar para aparcar incluso en los meses de temporada alta (julio y agosto). El parking es gratuito.
Cómo se formó el lago glaciar de Jökulsárlón
El lago glaciar de Jökulsárlón, que forma parte del Parque Nacional de Vatnajökull, se formó hace poco más de 70 años, debido al retroceso del hielo del glaciar, que se encontraba colindando con las aguas del Océano Atlántico.
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Desde entonces, no ha dejado de desarrollarse y crecer, llegando a multiplicar por cuatro su tamaño desde la década de los 70 del pasado siglo.
Características del lago Jökulsárlón
Lo que empezaría como un pequeño lago glaciar apenas separado de las aguas del océano, se ha convertido, hoy en día, en una estampa grandiosa.
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La pared de hielo que se observa desde la orilla alcanza casi los 1.000 metros de altura, y posee una alargada pendiente que recorre 19 km desde lo alto del glaciar hasta las aguas de la laguna.
Posee un área de unos 18 kilómetros cuadrados y una longitud de 1,5 km, siendo, con 284 metros de profundidad máxima, el lago más profundo de Islandia.
Visita y qué hacer en el lago Jökulsárlón
La visita al lago Jökulsárlón es una de las mejores del sur de Islandia.
Si decides caminar, disfrutar de los distintos miradores en alto, bajar a la orilla a tocar con tus propias manos los bloques de hielo que descansan en ella y seguir el animado y juguetón movimiento de las focas, que no descansan entre el lago y el cercano – a poco más de 400 metros – océano, y el vuelo de los charranes árticos, una visita de una hora y media al lago Jökulsárlón puede ser más que suficiente.
Sin embargo, si el día es benigno y el sol luce alto, el color del lago y de los bloques de hielo es realmente hipnotizador, pudiendo provocar que se alarge la visita.
A menos de 500 metros del lago Jökulsárlón la oscura arena de la Playa del Diamante (Diamond Beach), del lago Jökulsárlón es uno de los lugares más fotografiados de Islandia.
Desde la arena de Diamond Beach también se pueden apreciar los grandes bloques de hielo que se hallan a la deriva, así como algunas focas. Con el tiempo, esos bloques se van fragmentando y al final acaban varados en una orilla que está repleta de curiosos en busca de su instatánea con pedazos de hielo de todo tipo, desde auténticos mazacotes más grandes que una persona, hasta pequeñísimos diamantes transparentes que salpican la arena.
Cuando la bruma lo cubre todo, el lugar también posee su encanto, dotándolo de un misterio difícil de igualar.
Además de estos paseos, otra forma habitual de conocer el lago Jökulsárlón es aventurándote a explorar sus aguas. Esto podrás hacerlo de tres maneras distintas: en barco anfibio (con capacidad para unas 30-40 personas), en una zodiac o a golpe de remo montado en un kayak.
De las opciones motorizadas, la más barata (unas 5.900 ISK por adulto) es la del buque anfibio. La duración de la excursión es de unos 45 minutos y te permitirá observar los hielos y la fauna del lago desde más cerca.
La excursión con la zodiac es más cara (unas 10.000 ISK por adulto), pero también te permite explorar el lago de una manera más profunda, ya que dura una hora y se adentra más en él.
Por último, una forma muy divertida y sana de surcar las aguas de Jökulsárlón es en kayak. Aquí puedes contratar la excursión guiada por auténticos profesionales.
Una laguna extra y Jökulsárlón en el cine
Es cierto que Jökulsárlón es un espectáculo natural casi inigualable, pero hay días que la visibilidad no es tan buena y, sin embargo, sí lo es otro cercano lago glaciar: Fjallsárlón.
Aunque este lago es más pequeño que Jökulsárlón, también resulta impresionante y se halla menos saturado de turistas. Hay poco más de 10 minutos en coche entre ambos, por lo que te recomiende que siempre visites los dos.
Además, en Fjallsárlón también puedes realizar aventuras acuáticas para surcar las aguas y acercarte más al hielo.
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Por otro lado, puede que cuando veas Jökulsárlón por primera vez, tengas una especie de déjà vu, y es que esta laguna glaciar ha sido protagonista de películas como Beowulf & Grendel, Tomb Raider, Die Another Day, Batman Begins y Panorama para matar. Sin duda, se trata de un lugar de cine.
Impresionante, ha de estar muy helado, pero vale la pena visitarlo sí que sí.
:)