
Dicen que el director de cine Peter Jackson, a los 14 años, iba leyendo El Señor de los Anillos mientras cruzaba en tren su país natal, Nueva Zelanda. El joven Peter miraba por la ventanilla del tren y era capaz de imaginar las aventuras de hobbits, elfos, enanos y hombres ocurriendo en el paisaje que veía. Así nació su sueño de llegar a ser director de cine y lograr, algún día, llevar la gran novela de Tolkien a la gran pantalla.
Sus sueños se cumplieron y, además, consiguió convertir a Nueva Zelanda en la bella Tierra Media.
Y es que Nueva Zelanda parece haber sido creada por un gran pintor amante de la naturaleza. Es el país perfecto para aquellos que prefieren los viajes donde los espacios abiertos priman sobre todo lo demás. Montañas, glaciares, valles, fiordos, ríos, lagos, bosques, playas desiertas, decenas de parques naturales… Lo tiene todo.
Necesitarás al menos mes y medio para saborear el país mínimamente. Para ayudarte en la tarea, aquí te dejo mi lista subjetiva de las 10 cosas que ver en Nueva Zelanda:
Índice de contenidos
Alpine Crossing Trek, Tongariro
Este trekking está considerado como la mejor ruta de un día en el mundo. Ahí es nada. Debes comenzar a caminar – desde cualquiera de los dos extremos – bien temprano en la mañana para finalizarla antes de que anochezca. Tenlo en cuenta sobre todo en invierno.
No todos los días uno puede caminar por Mordor. Sí, aquí se filmaron las escenas que representaban los dominios del malvado Sauron. El volcán Tongariro preside un paisaje que está repleto de rocas volcánicas, arbustos, y lagos de preciosos y extraños colores. En el otro extremo hay un buen tramo que discurre por bosque.
Un inmejorable paseo por la naturaleza.
Cuevas de Waitomo
Una de las cosas para ver en Nueva Zelanda que me resultaron más curiosas fue la visita a las cuevas de Waitomo. Se encuentran ubicadas en el centro oeste de la Isla Norte. Para entrar nos equiparon con traje de neopreno, luz frontal en la cabeza, casco y un gran neumático en el que nos sentaríamos para flotar sobre las aguas de las lagunas internas.
Fue divertido rapelar un poco, tirarte como por un tobogán y deslizarte en el neumático, pero lo más impresionante fue apagar las luces de los cascos y mirar hacia el techo de la cueva. Allí, una miríada de lucecillas azules verdosas resplandecían en la oscuridad. Se trata de una especie de insecto endémico en la zona que llena de belleza las frías profundidades de esta tierra.
Parque Nacional de Abel Tasman

Este bello parque natural costero se halla en el extremo norte de la Isla Sur de Nueva Zelanda. La senda discurre casi todo el trayecto pegada a la costa, atravesando bosques y proporcionándote unas vistas espectaculares. Os recomiendo que lo exploréis también en kayak, pudiendo llegar a lugares inaccesibles por tierra.
Lago Taupo
En el mismo centro de la Isla Norte se encuentra el lago más grande de Nueva Zelanda. Sus más de 600 km cuadrados invitan al sosiego, la tranquilidad y el baño en unas aguas limpias rodeadas de verdes campos y la ciudad de Taupo. Pero si eres de los que prefieren la actividad a la calma, no te preocupes, también te puedes tirar en paracaídas sobre la zona. Es el salto más popular en Nueva Zelanda, tras Queenstown.
Los glaciares de Fox y Franz Josef

Estos dos glaciares de la Isla Sur se encuentra muy cerca el uno del otro. El hielo desciende gargantas incrustadas entre montañas. Aunque se pueden hacer excursiones y otras actividades sobre el hielo, si no quieres dejarte una pasta siempre puedes disfrutar de las vistas, tanto de los glaciares como del bello entorno natural que los rodea. Nosotros optamos por una solución intermedia: caminar por el hielo sin guía ni buen equipamiento. Os recomiendo que no lo hagáis en vuestras casas. Ya os lo contaré algún día.
Milford Sound
Los fiordos de Milford Sound es la atracción turística más visitada de Nueva Zelanda. La mayoría opta por ver este espectáculo de la naturaleza desde la cubierta del barco que surca las aguas allá abajo. Os recomiendo que hagáis el precioso (aunque algo duro) trekking que recorre la parte superior de las montañas. En invierno suele estar cerrado.
Deportes de riesgo en Queenstown

La ciudad de Queenstown está considerada como la Meca mundial de los deportes de riesgo. En sus alrededores puedes realizar cualquier locura cuyo nombre en inglés acabe en -ing. Rafting, speed boating, bungee jumping, heli skiing, sky diving… Dí el que quieras. Ríos bravos, montañas y bosques rodean esta pequeña ciudad que descansa a orillas del lago Wakatipu… O parece descansar, porque Queenstown no descansa. Entre actividad y actividad disfruta de la magnífica vida nocturna de esta joven ciudad.
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Christchurch
Una de las ciudades con más historia y patrimonio cultural de Nueva Zelanda, fue sacudida hasta los cimientos (nunca mejor dicho) por los terribles terremotos que la asolaron en 2010 y 2011. Tuve la suerte de visitarla y disfrutarla en 2004 y fue una lástima ver el centro derruido en 2011.
Hobbiton en Matamata

Aquellos que pequen de un frikismo importante en relación a las cosas de Tolkien y la Tierra Media, no deben perderse Matamata y la visita a la granja donde se situó la famosa Comarca de los hobbit. El escenario está tal cual y te transportará a la historia de El Señor de los Anillos. Obviamente, no es el único lugar que sirvió de decorado para las películas de Peter Jackson. Yo me compré una de las guías de localizaciones y vi varias de ellas.
La gran travesía
Necesitarás un par de meses, pero serán de los mejores empleados de tu vida de viajero. Alquílate un vehículo (te recomiendo una caravana o furgoneta) y recorre las dos islas de norte a sur. Vivirás disfrutando de la naturaleza.