A pesar de sus escasos 358 metros de altura, el Monte Toro se levanta en el corazón de Menorca y constituye la montaña más alta de la isla. Aun así, existen países cuyas montañas son todavía más pequeñas como la más alta de Holanda, el Monte Vaals, que apenas cuenta con los 321 metros de altura.
Tal y como nos relató nuestro compañero de fatigas Avistu, en Menorca existen unas cuantas alternativas para disfrutar de la isla sin la necesidad de irse a la playa. Por supuesto, las mejores calas de Menorca siempre estarán esperándote aunque siempre viene bien darle un toque distinto a las vacaciones e internarse por la isla para descubrir otros encantos lejos de la arena y las aguas cristalinas. Salir de la rutina del sol y playa siempre viene bien y a pesar de las pequeñas dimensiones de Menorca, la isla ofrece todo tipo de alternativas.

El Monte Toro es una excelente escapada para disfrutar de las grandes panorámicas que ofrece a prácticamente toda la isla. A apenas 10 minutos en coche de la localidad de Es Mercadal, en el corazón de la isla, se levanta este monte en solitario circundado por grandes extensiones de bosques de pinos, campos de labrado y las calas que bordean el litoral de Menorca y podemos otear desde esta atalaya privilegiada.
Desde la distancia el monte es inconfundible debido a su altura y a las antenas de telecomunicaciones instaladas. Asimismo, en la misma cima se encuentra el Santuario de la Vírgen del Toro, edificio que alberga la imagen de la Patrona de la isla.
Disfruta de un auténtica excursión en velero a lo largo del salvaje norte de Menorca:
El curioso nombre del monte procede de una leyenda. Según la cultura popular era un toro de gran envergadura quien salvaguardaba la cima y con su imponente figura la protegía de cualquier humano que tratara de ascender a la misma. Un buen día, una luces misteriosas llamaron la atención a unos monjes quienes realizaron el trayecto hasta lo más alto. El toro instintivamente acudió con todo su ímpetu para asustarlos pero al ver las cruces que llevaban consigo lo amansaron y en su lugar los guió hasta una cueva en la cima del monte donde los monjes hallaron sorprendidos una imagen de la Virgen María. Con el tiempo, esa misma imagen se convertiría en la Patrona de la isla con el nombre de Nuestra Señora de Monte Toro.

El Santuario de la Virgen del Toro que se levanta en la misma cubre pertenece a la orden franciscana y fue levantado a finales del siglo XVII sobre una ya existente iglesia de estilo gótico. A través de la entrada principal se extiende un patio interior con un jardín muy bien cuidado. Sus dependiencias están abiertas al público y entre sus piezas de interés destaca la misma imagen de la Virgen del Toro tallada en madera y orgullo de los menorquines.
Al entrar el patio interior del Santuario, a mano derecha tenéis un bar con una terraza con preciosas vistas al exterior. No tienen gran cosa y los refrescos los venden a latas aunque al menos podréis saborear el momento sentados bajo la sombra si el día es muy caluroso.


Si disfrutas de un día soleado podrás alucinar con las vistas que se extienden a lo largo del norte, sur y este de Menorca. Incluso en los días de más claridad podremos divisar el perfil de Mallorca, la isla vecina y hermana mayor. Alrededor de la cima los extensos bosques de pino ofrecen un manto verde al más puro estilo mediterráneo, por el norte observamos el perfil más agreste y árido que el viento ha ido perfilando con los siglos, hacia el sur observamos el litoral de la zona de Mahón más amable con sus inconfundibles calas de arena blanca y fina, hacia el este se extiende el parque natural de S’Albufera des Grau.

A lo alto de la cumbre del Monte Toro encontraréis un parking de grandes extensiones. Animad a los ciclistas que se encaraman a la cima cubriendo el puerto de montaña más alto de toda la isla.
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