El hecho de que la Semana Santa haya caído este año tan tarde, ha provocado que nada más pasar el Domingo de Resurrección, media España se encuentre ya mirando el calendario a la caza del próximo puente del 1 de mayo. El invierno se ha hecho largo para muchos, pero parece que la primavera viene con unas ganas locas de llevarnos en volandas hacia el deseado verano.
Además, en algunas lugares de España, como Madrid y Alicante, el 2 de mayo también es festivo, con lo que las posibilidades de hacer un gran puente se multiplican exponencialmente. Si no has tenido suficiente con la Semana Santa y tu cuerpo te pide una escapada más antes del verano, aquí te propongo varios planes perfectos para unos días:
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Índice de contenidos
Verona
Abro esta lista de mejores destinos a los que viajar en el puente de mayo con la ciudad de Romeo y Julieta. Verona ha sido uno de los lugares que más positivamente me ha sorprendido en Italia. Cuando la visité, debido al gran desconocimiento que tenía de ella, no esperaba nada del otro mundo… Y así me conquistó.
Pasé en Verona un fin de semana, pero me habría quedado bastante más tiempo. Es una de esas ciudades por las que me he sentido bien tan solo paseando, admirando los edificios, el río Adigio, lo puentes… La gente. Además, también la visité en mayo, así que os encontraréis una estampa muy parecida a la que pude disfrutar.
El balcón de Julieta, la Piazza delle Erbe (centro de la vida social desde tiempos romanos), el museo y castillo de Castelvecchio y, cómo no, el magnífico anfiteatro de Arena de Verona, levantado en el siglo I y que tenía capacidad para albergar 30.000 almas. Te enamorarás de Verona.
Occitania francesa
También la belleza medieval está presente en la región histórica de la Occitania francesa.
Uno de los mejores road trips de fin de semana que he realizado por Europa es el que me llevó a conocer las ciudades de Albi y Montauban, además de la bastida (ciudad fortificada) medieval de Cordes-sur-Ciel (que, además, tiene el honor de ser la primera bastida de Francia).
Este recorrido por tierras de los departamentos de Tarn y Tarn-et-Garonne me llevó a descubrir los campos donde nacen los vinos de Gaillac, la triste historia de los cátaros (perseguidos por los católicos hasta su eliminación), las murallas y el pueblo medieval de Cordes-sur-Ciel (una auténtica joya), los espectaculares monumentos de ladrillo rosado de Montauban, y el majestuoso señorío de Albi, ciudad en la que nadie tiene que explicarte por qué es Patrimonio de la Humanidad.
En Albi se encuentra también el magnífico Museo de Toulouse Lautrec. Como dato curioso, se encuentra alojado en el antiguo palacio episcopal de La Berbie. No sé si el bueno de Lautrec tenía mucho apego por la vida religiosa, pero no dejes de disfrutar de la magnífica colección que reúne más de 1.000 de sus obras, incluyendo sus 30 carteles más famosos.
Estocolmo
En uno de los países donde la frase «Winter is coming…» bien podría no considerarse parte de una serie de ficción, la llegada del mes de mayo crea alegría y alboroto. Y es que el sur de Suecia comienza a prepararse para la fiesta que para ellos es el verano, con esos días en los que la luz parece no querer darse ni un respiro, a sabiendas de que después tendrá que desaparecer en invierno.
Estocolmo es una ciudad preciosa. La he visitado en tres ocasiones, pero solo en una de ellas lo hice en primavera. Aunque es cierto que me gustó ver el Palacio Real cubierto de nieve, lo cierto es que toda la ciudad gana mucho bajo la luz del sol.
El Museo Vasa, el Ayuntamiento, el Museo de ABBA y el casco histórico (llamado Gamla Stan) son los mayores atractivos de una ciudad en la cual no puedes perderte su vida nocturna. Eso sí, cuidado porque los suecos beben como vikingos.
Una gran opción a la que viajar en el puente de mayo.
Cornualles
La costa sur de Inglaterra comienza a despertar a la vida en primavera, convirtiéndose en uno de los mejores destinos cercanos a los que viajar en el puente de mayo.
Cornualles es una caja de sorpresas que ha sabido reinventarse varias veces a lo largo del último siglo. Tras depender de la industria de la extracción del estaño y del sector pesquero, los pueblos de la zona comenzaron a volcarse en desarrollar su atractivo turístico. Así, las calles de pueblos como St. Ives, Falmouth o Newquay comienzan a llenarse de vida con la llegada de la primavera.
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Podrás ver una obra de Shakespeare en los acantilados del Teatro Minack, hacer deportes de aventura y, lo mejor de todo, recorrer el Sendero del Suroeste de Inglaterra. Yo caminé solo un día por él y me habría encantado hacerlo entero.
Lisboa
He visitado la capital portuguesa en cinco ocasiones y no me canso de seguir haciéndolo. Es una de esas ciudades que me dan buen rollo simplemente con recorrer sus calles del centro. Ese toque melancólico que se mezcla con la alegría de los bares y restaurantes que pueblan el mítico Barrio Alto. No dejes de cerrar unos cuantos de esos bares las noches de fin de semana. Yo lo hice y es algo que merece la pena y que te lleva, si quieres, a que la noche se convierta en día en algún lugar donde se baila mucho, se bebe algo y se recuerda poco… No recuerdo si en ese orden y en esas medidas.
En la parte monumental, Lisboa ofrece joyas como la Torre de Belem, el Monasterio de los Jerónimos, el Castillo de San Jorge, la Plaza del Comercio y el elevador de Santa Justa, además de un sinfín de miradores, tabernas donde se cantan tristes y sentidos fados (sobre todo en el barrio de Alfama), y rincones románticos.
Si dispones de tiempo, no dejes de visitar tres pueblos cercanos: Estoril, Cascais y la bella Sintra, un pueblo que parece sacado de un cuento. Sin duda, uno de los mejores destinos a los que viajar en el puente de mayo.
Madrid
En un puente en el que Madrid se vaciará de locales, quizás no sea un mal momento para visitar museos, disfrutar de musicales o, simplemente, darse una vuelta por los muchos lugares interesantes que tiene la capital de nuestro país.
Madrid me encanta. Creo que es un lugar en el que no querría vivir (para mí, su falta de mar es un escollo importante, así como su gran tamaño), pero que nunca me cansaré de visitar. Madrid tiene alma y, además, allí viven muchos buenos amigos y una parte de mi familia a la que adoro.
Pasear por el Retiro o la Plaza Mayor, visitar el Museo del Prado, vagar sin rumbo por esa zona centro que tiene toda la magia del mundo…Un Madrid castizo que me vuelve loco y al que ya echo de menos.
Malta
Viajé a Malta a finales de un mes de abril de hace algunos años. Los vuelos desde Dublín costaban casi menos que el taxi al aeropuerto, así que no me lo pensé. Fue una decisión acertadísima. En verano, Malta es un hervidero de gente y estudiantes buscando fiesta y ocupando cada metro cuadrado de, otrora, bellas playas. Sin embargo, en esta época del año, Malta es un paraíso.
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Playas vírgenes, una La Valeta que emana historia como pocas otras ciudades de Europa, búnkeres de la Segunda Guerra Mundial, aguas turquesas, sitios arqueológicos de la Prehistoria, campos de cultivo y gentes amables... Malta lo tiene todo para ser uno de los lugares a los que viajar en el puente de mayo.