Las 17 mejores cosas que ver en Santillana del Mar

Pasear por las calles de Santillana del Mar es dejar que nuestros pies vuelen en el tiempo, y pasemos del siglo XXI a estar recorriendo una bonita villa medieval. Nobles mansiones, torres-vivienda, callejuelas empedradas, palacios y fachadas con balcones convierten a esta pequeña población cántabra en una de las paradas o escapadas imprescindibles en la cornisa cantábrica. Os vamos a contar cuales son las mejores cosas que ver en Santillana del Mar, con mapa incluido para que os orienteis mejor a la hora de preparar vuestra visita.

Rodeada de verdes prados y pastos, ya en 1889 se reconoció su belleza al declararla “Conjunto Histórico – Artístico” y algo más de un siglo después, Santillana del Mar entra en la asociación de “Los pueblos más bonitos de España”.

Dice la tradición que a Santillana del Mar se la conoce como “el pueblo de las tres mentiras”, puesto que ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. La explicación a la primera la encontraréis más abajo en el artículo, al hablar de uno de sus edificios más representativos, la Colegiata de Santa Juliana. La respuesta a la tercera está al final del artículo aunque ya os adelantamos que, en cierta manera, mar “haberlo, haylo”.

La segunda no es del todo mentira pero tampoco es completamente cierto. Hay cuestas en el pueblo, no podemos negarlo, pero no son suficientemente importantes como para impedir descubrir en una ruta a pie por Santillana del Mar como os proponemos en este artículo, las mejores cosas que ver en esta villa cántabra.

Antes de ir: consejos para visitar Santillana del Mar

Para que puedas preparar una visita a Santillana del Mar, en este artículo con los mejores consejos para visitar Santillana del Mar encontrarás desde cómo llegar, en transporte público o privado, a dónde aparcar si vas en coche, recomendaciones para comer o cuánto tiempo deberías dedicarle a esta pequeña villa.

Recuerda que si estás de viaje pero tienes poco tiempo para organizarte por tu cuenta, siempre puedes apuntarte a esta excursión a Santillana del Mar y Altamira de medio día desde Santander. Incluye recogida y regreso a vuestro hotel, entrada al Museo de Altamira, guía en español y tiempo libre por Santillana del Mar.

1.- La Cueva de Altamira, la Capilla Sixtina del Arte Paleolítico

La Cueva de Altamira está en el número 1 de las mejores cosas que ver en Santillana del Mar. Os vamos a hablar brevemente tanto de la cueva original como de la Neocueva y el Museo de Altamira.

La Cueva de Altamira (original)

Descubierta en 1868, la Cueva de Altamira es el más importante y hermoso testigo del arte paleolítico. En ella se pueden apreciar figuras de distintos colores que representan animales y personas o símbolos abstractos. Muy realistas ciervos, jabalíes y especialmente bisontes aparecen por paredes y techo, mudos testigos de la vida hace 36.000 años.

Desde 1985, la Cueva de Altamira es Patrimonio de la Humanidad.

La posibilidad de Visitar la Cueva de Altamira original ha pasado por distintas fases a lo largo de la historia desde su descubrimiento. Ha habido entrada sin aforo máximo, se ha cerrado para estudiarla, se ha vuelto a abrir con un máximo de 8,500 personas al año y se volvió a cerrar para volver a estudiar el impacto.

Finalmente, la visita a la Cueva de Altamira hace años se limitó a un máximo de cinco personas a la semana. Antes de las restricciones del Coronavirus, las personas que el viernes estuvieran en la taquilla y hubieran comprado su billete, participaban en un sorteo en el que se decidía quién entraba.

El año 2002 se habilitó un sistema de cita previa y lista de espera. Tras la reapertura una vez superados los cierres motivados por el COVID, ahora está llamando a quienes estuvieran en esa lista y no se aceptan nuevas solicitudes.

La Cueva de Altamira (la Neocueva)

Los resultados de los estudios de la influencia humana, las miles y decenas de miles de visitas, sobre las pinturas de la cueva original acabaron poniendo encima de la mesa una solución obvia, reproducir con fidelidad la cueva y que fuera esta la visitada.

Así nació la Neocueva en el Museo de Altamira en 2002, un experiencia que reproduce al milímetro la estética, distribución y elementos de la Cueva de Altamira original.

En el Museo de Altamira, además, hay exposiciones temporales y permanentes sobre la cueva, los hallazgos en la misma, el arte rupestre del Paleolítico y mucho más. Puedes comprar con antelación tu entrada en la web oficial o el mismo día en taquilla.

Pero si quieres tener una experiencia completa y muy recomendada por sus usuarios, te puedes apuntar a una visita con un guía profesional al Museo de Altamira y la Neocueva. El precio ya incluye el importe de la entrada y el recorrido tiene una duración de hora y media.

El Museo y Cueva de Altamira están a unos 2 km del aparcamiento de Plaza del Rey, desde el que os proponemos una ruta a pie por Santillana del Mar con estas 17 paradas.

2.- Altamira Mitológica, el jardín de la mitología cántabra

El Ojáncano, la Anjana, la Sirenuca, el Caballito del Diablo o la Viejuca de Vispieres nos esperan en el museo – jardín al aire libre Altamira Mitológica. Las figuras son representaciones de elementos de la mitología de Cantabria y están reproducidas a gran tamaño.

Altamira Mitológica se encuentra en la finca particular de un pequeño local de hostelería con terraza, tiene precio de entrada, y entre temporadas, como es ahora, sólo abre el fin de semana.

3.- La pequeña Ermita de San Roque

Pasa casi desapercibida y parece un antiguo anexo del edificio principal (un hotel), pero acercaos a la verja de la Ermita de San Roque. A través de ella podréis ver su pequeño interior, con algunos bancos, un altar y la figura de San Roque, que es festejado a mediados de agosto con pasacalles y bailes.

4.- El Museo Diocesano en el Convento Regina Coeli

En lo que fuera el edificio que albergó el Convento de Dominicas “Regina Coeli” (la Reina del Cielo) desde el siglo XVII hasta la confiscación de inmuebles religiosos del Ministro Mendizabal en 1835, se encuentra el Museo Diocesano de Santillana del Mar.

En este primer Museo Diocesano que se abre en España (en 1867), se encuentran unas 800 obras de arte sacro, sobre todo esculturas en madera, procedentes de templos repartidos por la Diócesis de Santander.

Está dividido en áreas temáticas, como son los orígenes del cristianismo, las ermitas rupestres y los monasterios, la arqueología medieval (Beato de Liébana), las órdenes religiosas (colegiatas y villas), el Camino de Santiago, el realismo gótico, el arte popular, la música religiosa en Cantabria, el rito de la muerte, el retablo, artífices canteros, el Barroco (imágenes dogmáticas y devocionales), el arte colonial, las devociones marianas, arte religioso contemporáneo y la platería española a través de las épocas.

Se puede visitar todo el año, en horario de mañana y tarde, excepto los lunes que está cerrado. El precio de la entrada es de sólo 2€.

5.- La repostería de las Hermanas Clarisas

A pocos metros del Museo Diocesano se encuentra el Monasterio de las Hermanas Clarisas, una orden religiosa de clausura, o Monasterio de San Ildefonso.

El primer detalle goloso que os podéis llevar de Santillana del Mar son los bizcochos y pastas de las Hermanas Clarisas, que tienen venta directa en el propio monasterio y donde podéis visitar sus zonas ajardinadas y el claustro.

6.- El Palacio de Benemejís o Palacio de los Peredo-Barreda

Cruzando la carretera CA-131 a la Calle Infante entramos en el centro histórico de Santillana del Mar. El límite entre este y la vía es el muro del jardín del Palacio de Benemejís o Palacio de los Peredo-Barreda.

Además del jardín y del propio palacio, unas casas anexas de Velarde y Quijano constituyen este conjunto, construido en el siglo XVIII sobre una torre-vivienda de la Familia Barreda. Adquirido por Caja Cantabria a los descendientes de la Marquesa de Benemejís, es hoy un Centro Cultural con biblioteca y una continua programación de exposiciones y actividades culturales.

7.- La Calle de Juan Infante

Si dejamos atrás el Palacio, seguiremos subiendo por la Calle de Juan Infante, una de las tres principales calles que, en paralelo, conforman el casco histórico de Santillana del Mar.

Una de las mejores cosas que ver en Santillana del Mar es la Calle de Juan Infante. Es nuestra primera aproximación a ese casco medieval, con un adoquinado al que se asoman casas nobles y balcones de madera. La foto de más arriba está tomada en el cruce con la Calle de la Carrera, a la derecha, con esa bonita casa de piedra y fachada blanca delimitando ambas.

8.- Los edificios de la Plaza Mayor de Santillana del Mar

La Calle de Juan Infante finaliza en la peculiar y bonita Plaza Mayor de Santillana del Mar, antigua Plaza del Mercado. Y es que, al contrario de lo que uno se esperaría, la Plaza Mayor de Santillana del Mar es triangular. Ni cuadrada, ni rectangular, ni redonda, no, triangular.

A la entrada de la misma se encuentran las Casas del Águila (un museo etnográfico) y la Parra (sede de exposiciones temporales), frente a estas se levanta la escultura “El Bisonte”, un homenaje al Hombre de Altamira, y al otro lado de la calle está el Parador de Santillana del Mar “Gil Blas».

Otros edificios de interés en la Plaza Mayor son el Ayuntamiento de Santillana del Mar, la Torre de Don Borja (edificio del siglo XV con un moderno contenido de arte y mobiliario en una exposición temporal y otras permanentes) y la Torre del Merino o “Torrona” (una gran torre almenada convertida en museo).

9.- Fuente, abrevadero y lavadero, el tesoro del agua en la Calle Río

Salimos de la Plaza Mayor hacia la Calle Racial, hasta donde coincide con la Calle Cantón y le hace cambiar el nombre por Calle Río. Si conseguimos dejar de mirar las bonitas fachadas, al nivel habitual de nuestros ojos encontraremos una fuente y, unos metros más allá, un lavadero y un abrevadero.

La fuente, sobre la que existe un jarrón dentro de una hornacina como decoración, tiene su origen en el siglo XVII y es de estilo barroco. Gracias a un manantial se nutren el lavadero y el abrevadero que llevan allí desde el siglo XVI, aunque gracias a los avances sociales y tecnológicos, hace tiempo que dejaron de ser necesarios.

10.- Las nobles casas de los Quevedo y Cossío

El manantial del lavadero y abrevadero tiene su desagüe bajo el arco de una noble casa, la Casa de los Quevedo y Cossío, por ahí circula el agua que da nombre a la propia calle.

La Casa de los Quevedo y Cossío son en realidad dos edificios unidos, del siglo XVII. No os perdáis el escudo de armas de la familia sobre el balcón de hierro forjado, ni dejéis de comprar quesadas o sobaos en la tienda del Obrador Casa Quevedo, tienen la mejor fama del pueblo.

11.- La Casa de los Abades y de la Archiduquesa

Frente a la Casa Cossío se levanta una casa de finales del siglo XVII, la Antigua Casa de los Abades, también conocida como Casa de la Archiduquesa Margarita de Austria, pues aquí residió esta noble figura tras la caída del Imperio Austro-húngaro. Hoy se puede visitar el Museo del Barquillero en él, todo un paseo por la memoria de muchas infancias.

Como curiosidad, los escudos de su fachada no son medievales sino modernos, pues son obra del escultor local Jesús Otero (1908-1994).

12.- El Museo y Fundación Jesús Otero

Precisamente al otro lado de la calle (si, volvemos a cruzar que son apenas una veintena de metros) se encuentra el edificio del Museo y Fundación Jesús Otero, formado con los fondos – de esculturas a herramientas de trabajo – que este donó al pueblo en 1993.

13.- La Colegiata de San Juan y su espectacular claustro de l

La Casa de los Abades y el Museo Jesús Otero son los edificios de la Calle Río que enmarcan el edificio más imponente de Santillana del Mar, la Colegiata de Santa Juliana.

Un primitivo monasterio, del que hoy no queda rastro, que se expandió a mediados del siglo XII es el origen de la Colegiata de Santa Juliana. A su vez, Santa Juliana o Sancta Iuliana es el origen del nombre de Santillana (del Mar). El claustro está impecablemente conservado y es una maravilla recorrerlo.

Como curiosidad, entre otros artículos expuestos en la Colegiata, encontramos una reliquia de Lignum Crucis (madera de la cruz donde Jesús fue crucificado). Además, está dentro de una cruz gótica de plata del siglo XV.

14.- El Palacio Museo de Velarde

Frente al lateral oriental de la Colegiata se encuentra el Palacio Museo de Velarde, ordenado construir por el caballero Alonso de Velarde y finalizado en 1556. Junto con la Colegiata es probablemente una de las joyas de la población cántabra.

El señorial palacio y su mobiliario ha tenido inquilinos ilustres desde que su última dueña, por herencia, lo vendió en 1915. El escritor Ricardo León, Fernando de la Cerda, Duque de Parcent, su viuda, Trinidad von Scholtz Hermensdorff, Piedad de Yturbe, Marquesa de Belvís de las Navas, o el príncipe Alfonso de Hohenlohe, fallecido en 2003.

En julio de 2018 se vendió a un empresario mexicano para convertirlo en hotel y nos consta que las labores de rehabilitación se mantenían aún a finales de enero.

«Un libro magnífico de piedra del que cada página es un pedazo de historia, un capítulo de leyenda, una anécdota peregrina».

Ricardo de León, sobre el Palacio de Velarde

15.- Las calles con encanto de Santillana del Mar

Aunque no os lo parezca, desde el Parking de Plaza del Rey, junto a Altamira Mitológica, hasta el Palacio de Velarde, todas las paradas que hemos señalado cubren apenas 900m recorridos.

Con eso os haréis una idea de cómo de bonito es el pueblo, pero aún hay más. Por ejemplo la pequeña y estrecha Calle Hornos, que sale en diagonal de una de las esquinas de la Plaza Mayor. O las Calles del Cantón y su prolongación, la Calle de la Carrera. En esta última existe otro edificio de la Familia Velarde, los restos de una gran casa de piedra del siglo XV.

16.- Los, muchos, museos de Santillana del Mar

Pese a su reducido tamaño, existen muchos museos en Santillana del Mar. Ya hemos mencionado varios al hablar de los edificios históricos en que se encuentran, pero aquí tenéis un listado completo:

• Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira (Marcelino Sanz de Sautuola, S/N), la más completa exposición de artículos, información y detalles de la Cueva de Altamira y de la cultura que pintó arte rupestre en su interior.
• Museo de la Tortura y la Inquisición (C. de Bertrand Clisson, 1), donde se muestran todo tipo de elementos de tortura, con información de cada uno, en una evolución cronológica que llega hasta el mismo siglo XX.
• Museo del Barquillero (Calle Río, 19), museo y tienda especialmente indicados si vas con niños o quieres recordar tus dulces vivencias de la infancia.
• Museo y Fundación Jesús Otero y Sala de Exposiciones (temporales), (Pl. Abad Francisco Navarro, S/N) con una colección permanente del legado del artista y escultor de Santillana del Mar.
• Museo Diocesano Regina Coeli o Museo Diocesano de Santillana (Avenida Le Dorat, S/N), una completa exposición de objetos de arte sacro procedentes de toda la región, con muchos de ellos en depósito de parroquias que no contaban con medios para exhibirlos o custodiarlos.
• Casa del Águila y de la Parra (Plaza Mayor), dos edificios unidos de dos plantas construidos entre los siglos XVI y XVII y donde la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria celebra exposiciones temporales.
• Torre de Don Borja (Plaza Mayor, 7), una buena exposición de arte contemporáneo que se complementa con la visita a la biblioteca y varias estancias de la histórica casa con mobiliario y accesorios de sus posteriores ocupantes.
• Torre del Merino (Plaza Mayor, 8), un centro cultural con variadas exposiciones temporales en una torre gótica defensiva del siglo XIII. Su nombre hace referencia a que se construyó para alojar al Merino Mayor de las Asturias de Santillana, el máximo reprsentante real en esa comarca histórica.
• Palacio Peredo Barrera (Santo Domingo, 8), reconvertido en Centro Cultural y en cuyo interior tienen lugar exposiciones patrocinadas por Caja Cantabria.

17.- La “playa” de Santillana del Mar

Decíamos al principio del artículo las tres “mentiras” del nombre de esta villa medieval y una de ellas hace referencia a su apellido. Santillana del Mar no es “del Mar”, pues el Cantábrico se encuentra a algo más de 5km en línea recta del centro de la localidad.

Entonces ¿a dónde se va a la playa en Santillana del Mar? Pues dentro del municipio se encuentra el (aún más) pequeño núcleo urbano de Ubiarco y a poco más de 600 m de su centro llegamos a la Playa de Santa Justa, con su ermita al borde del mar y construida pegada al acantilado.

Si queréis una playa más grande, cerca está la Playa de Tagle, aunque ya pertenece a Suances.

Mapa: que ver en Santillana del Mar

Todos los puntos mencionados en este artículo los encontrarás en este mapa, en la capa Santillana del Mar.

A la derecha del nombre del mapa verás una estrella o un icono, haciendo click en él podrás guardarlo con tus mapas para consultarlo más adelante.

Información, horarios y datos comprobados a fecha de publicación del artículo, aunque pueden efectuarse cambios posteriores de los que no podemos hacernos responsables.

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