A orillas del río Adaja, a más de 1.100 metros sobre el nivel del mar – Ávila es la capital de provincia española establecida a mayor altitud – las murallas de Ávila encierran una urbe histórica que merece la pena visitar. Las calles de la ciudad parecen convertirse en una auténtica máquina del tiempo que trasladan al viajero al siglo XVI, el siglo de oro abulense (y español). La belleza de las mejores cosas que ver en Ávila es tal, que en 1985 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Romanos, visigodos, árabes, judíos… Todos ellos dejaron un legado histórico en la ciudad.
Su pequeño tamaño hace que puedas descubrir Ávila en un solo día, siendo, junto con ciudades como Segovia o Toledo, una de las excursiones más famosas desde Madrid. Sin embargo, para tener una verdadera inmersión en la atmósfera cultural abulense, te recomendamos que al menos te quedes un par de noches en la ciudad.
Antes de contagiarte con la magia de los lugares que ver en Ávila, te damos un poco de información práctica.
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Cómo llegar a Ávila desde Madrid
Ávila se encuentra a poco menos de 110 km de Madrid, si decides recorrer la distancia por carretera. Aunque no todo el mundo visita la ciudad desde la capital de España, lo cierto es que un buen número de viajeros lo hacen así. Por ello, vamos a explicarte brevemente (escribiremos otro artículo más completo sobre ello) cómo ir de Madrid a Ávila en transporte público.
Para casi todo el mundo, la forma más cómoda para ir de Madrid a Ávila es tomando el tren de media distancia que parte de la madrileña estación de Príncipe Pío. Hay, más o menos, un tren cada hora, y el trayecto lleva aproximadamente 90 minutos en los trenes de media distancia. El precio del billete de ida y vuelta ronda los 20 euros (12,70 por trayecto si no compras ida y vuelta). Si quieres ahorrarte algo de dinero, siempre puedes tomar el tren regional que parte de la estación de Madrid-Chamartín unas tres veces al día. El billete de ida y vuelta te costará unos 14 euros, pero tardan casi 2 horas en llegar a Ávila.
Los primeros trenes parten a las 06.45 y el último regreso desde Ávila es en torno a las 21 horas.
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En este caso, el autobús bate al tren en cuanto a rapidez y precio. Los autobuses de la compañía Jiménez Dorado parten de la Estación Madrid Sur Méndez Álvaro y tardan unos 80 minutos en hacer el viaje, por unos 8 euros por trayecto. Hay 8 servicios diarios entre semana y cuatro los fines de semana y festivos. El primer autobús parte de Madrid a las 05.30 horas, y el último sale de Ávila a las 21 horas.
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Dónde dormir en Ávila
Para disfrutar bien de las muchas cosas que ver en Ávila es mejor pasar al menos un par de días en la ciudad. Si decides hacerlo, aquí te dejamos muy buenas opciones donde dormir en Ávila:
- Apartamentos Santa Suites Ávila: si viajas a Ávila en pareja o en familia, en estos apartamentos de lujo tendrás todo lo necesario para tener una estadía perfecta e independiente. El Santa Suites se halla a tan solo 100 metros del Ayuntamiento de Ávila y el Torreón de los Guzmanes. El apartamento está completamente equipado, contando con todos los electrodomésticos necesarios en cualquier casa. Cerca de todos los lugares de interés de la ciudad, te sentirás como en casa.
- Hotel Las Moradas: este hotel 3 estrellas es una de las mejores opciones de alojamiento en Ávila si atendemos a la relación calidad-precio. Se halla en el centro medieval de la ciudad, ofreciendo unas habitaciones funcionales, elegantes, cómodas y acogedoras. El personal es amabilísimo y te ayudan a planear una ruta por la ciudad.
- Hotel Palacio de Monjaraz: situado a tan solo 300 metros de la catedral, el hotel Palacio de Monjaraz está albergado en una casona de piedra del siglo XVI. Dormir aquí es viajar en el tiempo, teniendo la sensación de encontrarte en un museo histórico, pero con todas las comodidades contemporáneos. Un lugar verdaderamente romántico.
Si no te convencen ninguna de estas opciones, te aconsejamos que busques entre estos más de 130 establecimientos donde dormir en Ávila.
Los mejores lugares que ver en Ávila
Una vez ya te hemos ayudado a llegar a Ávila y encontrar un lugar donde dormir, llega el momento de adentrarnos en los imprescindibles de Ávila:
1. Muralla de Ávila
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Sin duda, no hay un mayor icono que ver en Ávila que su muralla.
Comenzada a construir a finales del siglo XI, por orden del rey Alfonso VI de León, la muralla de Ávila pretendía crear un cinturón fortificado – formado, también, por las ciudades de Salamanca y Segovia – que defendiera los territorios cristianos de las tropas árabes que aún dominaban el sur de la península. Tras ellas, se debía repoblar una tierra de nadie que comenzaría a florecer sin remisión hasta alcanzar la etapa dorada durante el Siglo de Oro español (XVI).
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Es una de las murallas medievales mejores conservadas del mundo. Aún se pueden apreciar con claridad sus nueve puertas, 2500 almenas y 87 cubos y torreones que aparecen en su perímetro de unos 2,5 km. Unas cifras mareantes que se disipan totalmente cuando te hallas junto a la muralla. En ese momento solo aprecias su vasta majestuosidad, sumiéndote en un silencio respetuoso, casi venerador. Las dos puertas más impresionantes son las del Alcázar y San Vicente, la defensa de las cuales fue mejorada debido a que eran las más accesibles durante un posible ataque. En cada una de las nueve puertas existen uno o varios palacios que debían defenderlas. Estos añadidos se realizarían durante los siglos XV y XVI. Y es que, como todas las obras medievales de tal magnitud, la muralla de Ávila estuvo en constante desarrollo.
Por si el valor histórico de la muralla no fuera ya profundo, hay que considerar, además, que para su construcción se emplearon piedras de la cercana necrópolis romana.
Hoy en día, puedes visitar una buena porción de la muralla de Ávila – casi 1,4 km -, recorriendo su adarve mientras escuchas los ecos de la historia.
2. Catedral de Ávila
La catedral de Ávila, construida entre los siglos XI y XIV, es un fiel reflejo de la convulsión típica de esos tiempos. La prueba es que fue proyectada para servir tanto como templo como fortaleza, llegando a ser su ábside uno de los cubos de la muralla de la ciudad.
La que está considerada como la catedral gótica más antigua de España es uno de los emblemas que ver en Ávila.
Una de las características más notables de la catedral incluye la decoración figurativa en el Portal de los Apóstoles, situado en la fachada norte y que data del siglo XV. Ya en el interior, resalta la mampostería de granito rojo y blanco de la fase inicial de construcción, las vidrieras del siglo XV, y la sillería del coro, que se encuentra ricamente tallada con relieves de estilo plateresco.
También es de destacar el impresionante retablo de Vasco de la Zarza en la Capilla Mayor, que brilla junto con reconocidos cuadros de Pedro Berruguete y Juan de Borgoña.
3. Real Monasterio de Santo Tomás
El monasterio dominicano de Santo Tomás se encuentra fuera de las murallas de la ciudad en un entorno tranquilo. El Real Monasterio de Santo Tomás fue fundado en 1483, gracias a una donación hecha por los Reyes Católicos. Los monarcas utilizaron el monasterio como palacio de verano.
La fachada de la iglesia tiene un aspecto austero y su interior es sombrío, a excepción del altar mayor y el coro con sillería ricamente tallada. El altar mayor exhibe un maravilloso retablo, obra maestra del arte de Pedro Berruguete, que ilustra escenas de la vida de Santo Tomás de Aquino.
A pesar de la estrecha relación del monasterio con la Inquisición (Torquemada estuvo involucrado en su construcción), este es un lugar de serenidad, con tres hermosos claustros: el simple Claustro de los Novicios, el apacible Claustro del Silencio y el Claustro Real.
4. Basílica de San Vicente
Entre las mejores cosas que ver en Ávila destaca la que es una de las mejores obras de la arquitectura románica en España: la Basílica de San Vicente.
Como muchos de los edificios medievales, los muros de granito de la basílica tienen una textura llamativa, una especie de mosaico de piedras más claras y más oscuras. La construcción de la Basílica de San Vicente tuvo en lugar entre los siglos XI y XIII.
Está en el lugar del martirio romano de tres cristianos, Vicente, Sabina y Cristeta, después de que se negaran a ofrecer sacrificios a los dioses paganos. La cripta contiene las rocas sobre las que se arrojaron inicialmente sus cuerpos.
La entrada se realiza a través de una gran portada gótica enmarcada por dos torres. Dentro de estos se encuentran la Capilla de los Orejones, que alberga una inscripción de 1321, y su gemela, Capilla de los Palomeques. El acceso a las torres se encuentra dentro de la segunda entrada. La basílica tiene un altar barroco y una combinación de influencias románicas y góticas en la arquitectura, con una cúpula gótica particularmente impresionante.
5. Convento de Santa Teresa de Jesús
Santa Teresa de Jesús es una de las personalidades más famosas de Ávila. El convento de monjas carmelitas que lleva su nombre fue diseñado por el arquitecto Fray Alonso de San José y fundado en 1636. La iglesia tiene una hermosa fachada barroca, aunque relativamente sencilla, con una estatua de Santa Teresa sobre la puerta.
La principal característica del interior es la habitación en la que nació Santa Teresa, reconvertida en una capilla barroca ricamente decorada. El altar muestra una estatua de Santa Teresa, esculpida por Gregorio Fernández y representando el momento de su visión de la Cruz. El trabajo está ricamente ornamentado y adornado con joyas y telas preciosas. En las naves de la iglesia se encuentran espléndidas esculturas del mismo artista.
El convento permite a los turistas visitar la iglesia, la sala de las reliquias y su museo.
6. Gastronomía de Ávila
Aunque hay muchos lugares interesantes que ver en Ávila, también es cierto que en algún momento necesitarás reponer energías. No te preocupes, pues su gastronomía es de las que repone las fuerzas de un gigante. La gastronomía abulense tiene su base en las reses vacunas que pacen en los pastos de la zona, unidas a las legumbres.
Y es que famosos son los sabrosos y contundentes chuletones de Ávila, pero también sus patatas revolconas (originalmente una comida humilde muy exitosa entre los campesinos), la sopa castellana, los judiones del Barco de Ávila (de gran tamaño y color blanco), el cocido morañego (guiso fuerte y contundente), la monda de Monbeltrán (revuelto de huevo con tropezones de embutido de la zona) y, ya en el apartado de los postres, las famosas yemas de Santa Teresa.
Podrás probar todo ello en restaurantes tan recomendables como El Molino de la Losa y la Taberna de los Verdugo.
7. Mirador de los Cuatro Postes
Los Cuatro Postes es un monumento formado por cuatro columnas dóricas de cinco metros que enmarcan una gran cruz de granito. Construida a finales del siglo XVI, estaba pensada como punto de parada de los peregrinos a la ermita de San Leonardo, significativa por ser uno de los lugares donde reposó Santa Teresa de Jesús.
Este popular mirador brinda a los turistas la oportunidad de ver Ávila y la totalidad de sus murallas históricas desde arriba, así como vistas panorámicas del paisaje circundante. Se trata de una de las mejores panorámicas que ver en Ávila.
8. Plaza del Mercado Chico (Plaza Mayor)
Una de las cosas que más me gusta hacer en las ciudades, es sentarme a contemplar el día a día de las personas que la habitan. Eso es lo que podrás hacer en la Plaza del Mercado Chico de Ávila, su Plaza Mayor.
La plaza, que data del siglo XI a. C., se construyó originalmente alrededor del Ayuntamiento. Después de deteriorarse considerablemente durante el siglo XVIII, se llevaron a cabo profundas renovaciones que dieron como resultado el estilo principalmente isabelino que se puede ver hoy.
Esta hermosa plaza tiene un perímetro porticado típico de las plazas castellanas. En ella encontrarás las terrazas de cafeterías y restaurantes. Ideales para tomarse algo mientras contemplas la vida pasar.
9. Iglesia de San Juan Bautista
Uno de los edificios más importantes y bellos de los que se asoman a la Plaza del Mercado Chico es la iglesia de San Juan.
Se trata de un templo románico, pero que fue profundamente reformado en el siglo XVI, aplicando el estilo gótico de la época y pudiendo encontrar, también, partes renacentistas-herrerianas, como las capillas del crucero. En su interior, fresco y misterioso, se conserva un auténtico tesoro histórico-patrimonial: la pila bautismal en la que se bautizó a Santa Teresa de Jesús. Esta fue una razón más para que se declarara Monumento Nacional en 1983.
10. Museo de Ávila
Si te gusta la historia, debes apuntar el Museo de Ávila en la lista de lugares que ver en Ávila. Ello te servirá para conocer de cerca cómo esta urbe se convirtió en una de las grandes ciudades históricas de España, y para ver cómo vivían sus habitantes durante la Edad de Oro. Este museo te mostrará la arqueología, la etnología y las bellas artes de la provincia.
Hay exhibiciones de trajes típicos y artículos domésticos antiguos, además de instrumentos agrícolas, así como instalaciones que muestran artesanías a lo largo de los años, como el tejido de canastas y la lana.
Una de las piezas realmente fascinantes de la colección, es la que muestra un horno crematorio musulmán, anterior a la prohibición de la cremación en el Califato de Córdoba.
11. Barrio Judío
Como ocurre en muchas otras ciudades medievales de la península ibérica, el barrio judío se halla entre las mejores cosas que ver en Ávila.
Durante la Edad Media, la ciudad de Ávila tenía una comunidad judía grande, floreciente e influyente. Los judíos vivían en dos áreas dentro de las murallas de la ciudad: en la esquina noreste alrededor de la Puerta de San Vicente, y en la esquina suroeste, entre la Puerta de la Mala Dicha y la Puerta del Puente.
Estrechas y sinuosas calles adoquinadas y plazas escondidas insinúan el legado del pasado. La antigua Calle Andrín, rebautizada como Calle Reyes Católicos, alguna vez tuvo muchas tiendas y talleres de artesanía dirigidos por propietarios judíos. Una de las sinagogas del pueblo, la Sinagoga de Belforad, estaba en esta calle donde hoy se encuentra la Capilla de Nuestra Señora de las Nieves, del siglo XVI.
La Calle de los Zapateros recibió su nombre de uno de los principales oficios de los judíos que vivían en Ávila.
12. Sierra de Gredos
Por último, tras haber disfrutado de las muchas cosas que ver en Ávila, llega el momento de salir de la ciudad y respirar el limpio aire de la sierra de Gredos, que se encuentra a unos 75 km del centro de Ávila.
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En el Parque Regional de la Sierra de Gredos podrás disfrutar de espectaculares lagunas, gargantas, circos, riscos, bosques… Sus senderos te llevarán a encontrarte con la mítica cabra hispánica y gozar, tras tanto monumento urbano, de un fantástico día en la naturaleza.
Gracias por el artículo. Ávila es una ciudad encantadora con una rica historia y cultura que se remonta a la época medieval.