En el corazón de las gallegas Rías Altas, el río Eume alimenta uno de los mejores, y más antiguos, bosques atlánticos de ribera europeos. El parque natural de Fragas do Eume posee unas 9.000 hectáreas de extensión y ofrece un sinfín de oportunidades a los amantes de la naturaleza, la actividad al aire libre y el patrimonio monumental. Muy cerca de la variante del Camino de Santiago conocida con el nombre de Camino Inglés, este magnífico bosque es el lugar idóneo para relajarse, disfrutar de la naturaleza y adentrarse en el mágico mundo de las tradiciones y supersticiones gallegas, todo ello aderezado con unos antiguos monasterios y pueblos con encanto que conforman un destino total. Para ayudarte a disfrutar de él y tras haberlo visitado recientemente, aquí te dejamos todas las claves sobre cómo visitar el parque natural de Fragas do Eume.
Índice de contenidos
Cómo llegar al parque natural de las Fragas do Eume
La primera cosa que debes saber sobre cómo visitar el parque natural de las Fragas do Eume es cómo llegar hasta él. El parque tiene cuatro portales de acceso, sin que exista comunicación entre ellos. El más popular de todos es el que llega hasta el Puente de Santa Cristina, situado en las inmediaciones del monasterio de Caaveiro.
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Para llegar a este punto debes seguir la carretera que corre paralela al río Eume, a través del coto pesquero de Ombre, que se halla situado a unos 10 km de la población de Pontedeume. Podrás dejar el coche cerca del refugio de pescadores de Cal Grande, desde el que parten distintos senderos que se internan en el denso bosque, así como una ligera cuesta que lleva al precioso monasterio de Caaveiro.
Desde A Coruña, tienes más o menos una hora hasta este punto. Si partes de Ferrol, el camino te llevará aproximadamente 40 minutos.
Sin embargo, si vas a visitar el parque natural de Fragas do Eume durante los meses de verano, debes saber que el acceso con vehículos privados se halla restringido, teniendo que usar el transporte público que también te deja en las inmediaciones del monasterio.
En estos meses estivales hay también un autobús gratuito (1 cada hora) que te lleva del Centro de Visitantes del parque hasta el puente donde comienza la corta ascensión al monasterio de Caaveiro.
Dónde dormir en las Fragas do Eume
Buscar alojamiento en Pontedeume y Cabañas son dos muy buenas opciones para establecer la base que te permita visitar el parque natural de las Fragas do Eume.
Cuándo es la mejor época para visitar las Fragas do Eume
Aunque el denso y húmedo bosque que inunda el parque natural de las Fragas do Eume luce bello y fresco durante todo el año, la mejor época para visitarlo es durante los meses de otoño, dada la naturaleza caducifolia de muchos de los árboles que lo componen.
Yo lo visité a finales de octubre, y puedo dar fe de la espectacular belleza del follaje del bosque. Además, también pude recoger algunas castañas que aparecían caídas en algunos de los senderos.
Los meses de primavera suelen figurar como serios candidatos al segundo puesto del pódium del mejor momento para visitar las Fragas del Eume.
Mejores cosas que ver y hacer en Fragas do Eume
Fragas do Eume es el lugar perfecto para realizar una especie de retiro en la naturaleza. Bien lo sabían los monjes eremitas que aquí se instalaron durante la época medieval, ajenos a las vicisitudes de la vida terrenal del hombre y buscando cobijo y paz en una naturaleza que, cuando la observas de cerca, te introduce en otro mundo tejido por ramas, hojas, agua, rocas, tierra y aire puro.
Si quieres sentir toda esa relajación y armonía, la mejor forma de experimentarlas es recorriendo los senderos que horadan el parque natural.
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Senderismo en el parque natural de las Fragas do Eume
El senderismo es la más popular de las actividades que hacer en el parque natural de las Fragas do Eume. Así podrás caminar entre robles, castaños, abedules y los prehistórico y fascinantes helechos, mientras respiras el aire puro. Estas son algunos de los senderos más bonitos para conocer el lugar:
- Ruta dos Encomendeiros: es, quizás, la ruta senderista más popular que hacer en las Fragas do Eume. De dificultad baja y recorrido lineal, esta ruta de apenas 9 km de distancia. Para que dé esa distancia se debe iniciar en el Centro de Visitantes del parque. Desde ahí tienes unos 3 km por la carretera asfaltada que corre en paralelo a las mansas aguas (porque construyeron una presa artificial) del Eume. Después, podrás cruzar a la margen derecha del río a través del puente colgante Cal Grande. Esta parte es la más bella porque ya pasamos a un sendero rodeado de vegetación del bosque de ribera (fraga, en gallego). Un poco más adelante, puedes regresar de nuevo al asfalto cruzando otro puente colgante, el de Fornelos, pero es mucho más bonito seguir por la senda boscosa. Si lo haces así, encontrarás un obstáculo en forma de grandes bloques de piedra algo antes de llegar al puente de Santa Cristina y la rampa que lleva al monasterio de San Xoán de Caaveiro. Cuando acabes la visita al monasterio puedes regresar al puente y esperar que llegue el bus que te lleva (gratuitamente) de regreso al Centro de Visitantes.
- Camino da Ventureira: se trata de una sencilla ruta circular de unos 8,5 km de distancia, que se interna profundamente en los bosques de Eume. Se parte del puente de Santa Cristina para regresar al mismo tras pasar por dos centrales eléctricas y el monasterio de Caaveiro. El paisaje va cambiando a cada paso, haciendo que sea una ruta muy divertida y bella.
- Camino de Os Cerqueiros: un recorrido circular de unos 6,5 km que resulta ideal para conocer los distintos ecosistemas del parque natural. Posee varias subidas y bajadas, regalando unas magníficas vistas aéreas de las fragas y el río desde el mirador del monte de A Carboeira. También puede ser recorrida en bicicleta.
- Ruta de los Altos del Fontardión: esta es la más exigente de las distintas rutas senderistas que hacer en el parque natural de las Fragas do Eume. Sin embargo, como suele pasar en estos casos, el esfuerzo tiene su premio, regalando unos paisajes espectaculares. El recorrido, lineal y de unos 5,5 km, arranca en el lugar del Gallel, pasando junto a los Altos de Fontardión, una zona recreativa y el mirador de Teixido, que regala unas vistas de ensueño al cañón del río Eume, el bosque y el embalse. Por último, desciende hasta la antigua central eléctrica de A Ventureira.
- Parque Etnográfico del río Sesín: el afluente principal del río Eume es el protagonista de este sendero de dificultad baja e ideal para realizar en familia. En el camino hallarás antiguos molinos (algunos de ellos rehabilitados), un antiguo puente de piedra y, cómo no, árboles por doquier.
Patrimonio monumental en las Fragas do Eume
El patrimonio monumental también tiene su hueco en las Fragas do Eume. Aquí exploré a mis anchas el bellísimo monasterio de Caaveiro.
El Monasterio de Caaveiro
Llegamos a él en una tarde otoñal, cuando el sol comenzaba a ocultarse y esta parte de las fraguas se sumergía en las frías sombras.
Cuando me enfrenté al monasterio de San Juan (o San Xoán) de Caaveiro por primera vez, me di cuenta de la razón por la que los monjes eremitas lo habían elegido para llevar allí a cabo su retiro en la naturaleza. Su ubicación es ideal, resaltando sobre un promontorio de roca, rodeado de vegetación y del fluir de las aguas de los ríos Eume y Sesín.
Los orígenes del mismo se remontan al siglo X, y por él han pasado monjes de San Agustín o San Bieito. Lo que allí pude observar es, en su mayor parte, fruto de una reconstrucción hecha con todo el cuidado posible (recibió el Premio Europeo de Intervención en el Patrimonio Arquitectónico en la categoría de espacios exteriores), pero aún quedan partes originales, como la cabecera y buena parte de la nave del templo románico y el hermoso campanario de estilo barroco del siglo XVIII, obra de la escuela de Simón Rodríguez. La casa de los canónigos y las cocinas del monasterio también se conservan más que aceptablemente.
Dentro de uno de los edificios de piedra pude admirar una pequeña exhibición con escritos de la historia del monasterio y la zona que lo rodea. Además, unos novios llegaron casi cuando me marchaba para realizar una sesión fotográfica. Y es que se me ocurren pocos lugares más fotogénicos que este.
Monasterio de Santa María de Monfero
Aunque el monasterio de Caaveiro es el más popular y visitado del parque natural de las Fraguas de Eume, aquí también puedes encontrar el de Santa María de Monfero.
Fundado en el año 1134 por los nobles gallegos Alfonso Bermúdez y Pedro Osorio, se encomendó a los monjes benedictinos para pasar, poco tiempo después, a manos de la orden cisterciense. El monasterio ganó en poderío y esplendor durante los siguiente siglos, acometiendo obras de reforma y ampliación durante los siglos XVI y XVII.
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Le llegaría la ruina en el siglo XIX, cuando dejó de pertenecer a los cistercienses y fue abandonado y expoliado. Declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931, ha pasado por varios intentos de renovación y cambio de manos. Ahora es propiedad de la Junta de Galicia y se intentó convertir en un hotel-spa de 4 estrellas a principios del siglo XXI, pero la crisis dio al traste con el proyecto. Varios de los edificios anexos a la iglesia principal han sido parcialmente engullidos por la naturaleza, lo que le da al lugar un extraño aire de decadencia que suele maravillar al viajero.