Miro hacia atrás y no puedo creer que haya pasado tanto tiempo. Fue en el 2003 cuando compré mi primer billete de vuelta al mundo y me cargué la mochila al hombro sin saber bien cuándo iba a regresar. Antes de ese viaje, había hecho escapadas por Europa pero nada a lo grande. Fue el despertar de esa enfermedad viajera que a algunos apenas afecta y a otros, quizá, nos deja tocados para siempre. No entraré en este artículo en las bondades y contras de esta dolencia.
Después de aquel viaje de iniciación, fueron llegando otros de gran calado. Me concentré en Sudamérica, Oceanía y parte de Asia. Habiendo trillado bastante Europa, mi continente olvidado era África.
Podría decir que lo dejé para el final de manera premeditada, como el que se guarda ese rico postre, rebosante de chocolate negro fundido (sí, soy de negro) para deleitarse en un final de éxtasis. Pero no, estaría mintiendo. La verdad es que, simplemente, África aún no me había llamado la atención.
Fue la lectura, la bendita lectura, la que hizo que se despertara en mí las ganas de explorar África.
Mientras leía las expediciones de exploradores, viajeros, escritores y aventureros, se fue creando en mí un sentimiento irrefrenable de coger la mochila y vivir esas aventuras en primera persona.
Ahora que he hecho un par de viajes por África, voy a intentar daros motivos para que os ocurra lo mismo que a mí. Aquí os dejo mis razones para visitar África:
Índice de contenidos
Es la cuna de la civilización
Dicen que los primeros seres humanos aparecieron en África. Ya sólo por eso algo debería moverse dentro de ti. Viajar a África es, en cierto modo, un viaje involutivo hacia las tierras que acogieron a tus antepasados más lejanos. Un aura de misticismo envuelve este hecho.
Viaja a Etiopía y visita en su capital, Addis Abeba, el Museo Nacional donde tienen expuesta una réplica de Lucy. Se trata del esqueleto de un prehomínido perteneciente a la especie Australopithecus Afarensis, de 3,5 millones de años de antigüedad. ¿Queréis saber por qué le llamaron «Lucy»?. Simplemente porque «Lucy in the Sky with diamonds» es la canción que sonaba todos los días en el campamento de los arqueólogos que trabajaban en el yacimiento. Las cosas más grandes siempre tienen explicaciones sencillas y curiosas.
Reto físico y psicológico
Viajar a África supone un reto tanto físico como psicológico. En algunos puntos del continente la temperatura puede subir hasta cotas en las que te quema la piel y el cerebro.
Si vas de mochilero y tomas el transporte público para moverte, necesitarás saber plegarte flexiblemente (irás como una sardina en lata en muchas ocasiones), aguantar tu sudor y el de los demás y no tener nada, nada de prisa.
Selvas, desiertos, ciudades sucias y caóticas, incidentes, largas esperas en el medio de la nada, desconexión comunicativa absoluta… Todas estas situaciones te pueden llevar al límite, pero, si lo sabes manejar, te servirán para salir reforzado. Además, la recompensa a estas penurias suele sobrepasar con mucho al sufrimiento.
Inigualable belleza natural y vida salvaje
África es el continente menos desarrollado del mundo. Aunque eso juega en su detrimento en muchos aspectos, le convierte también en el lugar más natural de la Tierra.
Bosques tropicales, caudalosos y salvajes ríos, lagos inmensos, misteriosos desiertos, sabanas interminables, montañas, valles, océanos indómitos y mares llenos de vida submarina. Es un paraíso para los amantes de la naturaleza. Además, en África habita el mayor número de animales en libertad. Elefantes, rinocerontes, hipopótamos, cebras, leones, tigres, leopardos, hienas, gacelas, búfalos… Sin olvidar las miles de especies de aves y la rica flora que cubre sus tierras fértiles.
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Tuve la suerte de disfrutar de los animales en el parque Kruger de Sudáfrica y vi maravillosos paisajes en las montañas de Mozambique y Etiopía, las playas e islas de Mozambique, el lago Malawi y otros sitios más.
Espero que la mano del hombre y sus intereses económicos y políticos no acaben con todo esto. El desarrollo debe ser sostenible, aquí y en cualquier otra parte del mundo.
La gente
Y este es, amigos, el quid de la cuestión. Sí, África es bella, África es Historia, África es salvaje, África es una aventura… Pero, sobre todo, África es su gente. Sin duda, esta es la sangre del continente negro. La gente africana se encargará de hacer tu viaje inolvidable.
Aunque puedes encontrar buena gente en las capitales y las grandes ciudades, te aconsejo que pases más tiempo explorando el África rural. Durante mis viajes por Malawi, Mozambique, Sudáfrica y Etiopía siempre la gente del campo, la más humilde, es la que más me dio (con la excepción de Addis Abeba, capital de Etiopía, donde también encontré a gente maravillosa).
En África el típico tópico se hace realidad y los que menos tienen acaban dándote todo lo que tienen, demostrado una hospitalidad que resulta muy complicado encontrar en los países más desarrollados.
No tengas miedo a mezclarte con los locales, aprende algunas palabras en su lengua (un gran plus) y sus tradiciones culturales, actua con naturalidad y comparte con ellos historias y vivencias. Si viajas a una zona muy remota donde no llega el turismo, serán ellos los que tengan miles de preguntas que hacerte. Sé paciente y generoso.
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Seguro que muchos viajeros que han recorrido África, como los grandes Pablo e Itziar, pueden darnos muchas más razones para hacer que nos lancemos a la aventura. Y tú, ¿por qué crees que debemos viajar a África?.
Pues te encantará cuando vayas, Paula! Ánimo y adelante!
Africa es el destino de mis sueños! Tengo que visitarla una vez
Hola Cheska!
Me alegro de que te haya servido de ayuda mi info sobre Etiopía! Al final, ese fue el ideal de crear este blog, así que no hay mayor recompensa que el saber que le ha servido a una viajera como tú. Ya estarás a punto de salir para Israel, ¡qué suertuda! Disfruta de ambos viajes y ya me cuentas a tu vuelta! Abrazo
David, muchas gracias por tu relato sobre Etiopía! Ha sido un verdadero placer leerte, me ha valido para hacerme una buena composición de lugar e ilusionarme más si cabe antes de mi partida! Al haber decidido viajar con poca antelación, tus valiosas indicaciones me han sido de gran utilidad. Además es de apreciar encontrarte a otro viajero con una filosofía como la tuya que te cuente de primera mano su experiencia!