
Perpignan es un destino muy a mano especialmente para aquellos que se encuentren en Barcelona o cualquier lugar al norte de la costa mediterránea. Perpiñán en castellano, Perpinyà en catalán, esta ciudad tocada por el viento de la Tramuntana viene a ser la puerta de entrada a Francia y todavía recuerdo con nostalgia las veces que fuimos en familia y nos tocaba pasar por la aduana y cambiábamos nuestras pesetas a francos en las mismas gasolineras que encontrábamos en la zona fronteriza.
En apenas un par de horas de coche llegamos a la ciudad desde Barcelona con el objetivo de descansar unos días, ir de compras y visitar la ciudad y sus alrededores.
El centro de Perpignan es relativamente pequeño y con un mapa turístico que podéis conseguir en cualquier hotel o en la amplia oficina de turismo en el Palacio de Congresos tendréis una visión amplia de los lugares más imprescindibles que ver en Perpignan ya sea en un día o en un fin de semana.

Índice de contenidos
Castillet
El Castillet es la antigua puerta al centro histórico de Perpignan y el detalle arquitectónico que destaca al llegar a la ciudad. Sin duda, será vuestro punto orientativo y estratégico. La mayoría de hoteles quedan puertas afuera y el canal que surca la ciudad pasea frente al Castillet. Una vez paséis la llamada Puerta de Notre-dame os encontraréis en el corazón de la ciudad.
Este edificio de tonos rojizos fue la primera puerta de la ciudad levantada durante el siglo XIV. Antiguamente funcionó como cárcel y hoy en día alberga el museo de historia de la Cataluña norte. Por la noche veréis unas curiosas luces rojas y amarillas, emulando la bandera de la región, decorando el edificio.
Catedral de Saint Jean Baptitse
Edificada a principios del siglo XIV, esta iglesia se construyó en forma de tres naves que acabaron remodelándose en una sola nave durante el siglo XV. Se encuentra frente a una de las plazas más bonitas de Perpignan, place de Gambetta donde solamente se echa de menos un café con su terraza para disfrutar de la tranquilidad que ofrece la plaza con vistas a la bonita puerta principal de la catedral.

El Palacio de los Reyes de Mallorca
El Palacio de los Reyes de Mallorca ofrece esa particular nobleza que un gran edificio es capaz de atorgar a una ciudad. El Palacio es un buen ejemplo de arquitectura civil y militar de la Edad Media en el Sur de Francia. Se levantó durante la época de Jaume II a finales del siglo XIII y desde sus jardines obtendréis unas preciosas vistas a la ciudad de Perpignan y al pico nevado del Canigó en los Pirineos.
Sin duda, es uno de los lugares más representativos para comprobar in situ el fuerte viento de Tramuntana que asola esta región francesa.
La entrada al Palacio sale por 4 euros pero también podéis optar por pasear por sus inmediaciones de forma gratuita.
Casa Xanxo
La Casa Xanxo recibe el nombre de su primer propietario, un rico empresario del textil llamado Bernat Xanxo que habitó en la ciudad durante el siglo XVI. Se trata de un buen ejemplo de casa gótica con elaborados grabados esculpidos en su fachada representando los siete pecados capitales y el infierno.
Hoy en día, Casa Xanxo alberga la Casa de Arte de Historia de Perpignan. La entrada es libre y lo encontraréis en el centro de la ciudad en la calle rue de la Main de Fer.
Hôtel de Ville o Ayuntamiento
El ayuntamiento de Perpignan se sitúa en un elaborado edificio que antiguamente albergaba la Lonja del Mar y sirvió de consulado del mar con todo el comercio marítimo que eso conlleva. El edificio sufrió diferentes remodelaciones que pueden verse en su estilo desde el XIII hasta el XVII.

Plaza de la República
Si bien El Castillet es la puerta de entrada al corazón de Perpignan, el centro neurálgico de la ciudad se desarrolla principalmente en la plaza de la República. Se trata de una amplia plaza con varios bares y restaurantes donde disfrutar del buen tiempo tomando una cervecita en sus terrazas.
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Durante los fines de semana se levanta un mercado en la misma plaza y alrededor de ella encontraréis comercios y disfrutaréis contemplando el día a día de una ciudad del sur de Francia que, a razón por su amor al callejeo y al pastís, parecen estar más cerca de sus vecinos ibéricos que de sus compatriotas de París.
De compras por Perpignan
A lo largo del centro histórico de Perpignan os encontraréis las habituales tiendas de ropa bien concentradas y con fácil acceso a ellas.
Si disponéis de coche tenéis a pocos kilómetros el centro comercial Porte d’Espagne donde hallaréis los habituales grandes almacenes.
Asimismo, frente al Castillet tenéis las amplias galerías La Fayette y un gran Monoprix donde encontraréis comestibles en conversa de buena calidad.
Si buscáis una buena tienda de embutidos y carnes, en la misma plaza de la República se levanta la mítica tienda de los hermanos en Chez Guillaume. Un par de hombres fortachones muy simpáticos que tienen un estupendo surtido de embutidos que os prepararan la compra al vacío para que podáis transportarlo a casa con facilidad.
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Si buscáis un buen vino de la región como el característico tinto dulce de la región de Banyuls existen un par de vinacotecas de gran calidad. Les Caves du Roussillon en la avenida Julien Panchot y les Caves Maillol en un lugar algo más céntrico, frente al cours de Francoise Palmarole.

Alojamiento en Perpignan
Nos instalamos en un céntrico hotel de la cadena Mercure. Se encontraba apenas a un centenar de metros de la puerta del Castillet, contaba con parking gratuito y al estar justo al exterior del centro nos permitía entrar y salir de la ciudad con facilidad. Limpio, cómodo, funcional y correcto. Nos salió por unos 70 euros la noche y lo tendremos en cuenta para futuras escapadas a Perpignan.
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Qué ver en los alrededores de Perpignan
Alrededor de Perpignan existen varias excursiones que podemos hacer sin la necesidad de realizar largas jornadas de coche. Tanto la costa mediterránea como los inicios del Pirineo os esperan. Sin ir más lejos las siguientes propuestas no son muy conocidas y se encuentran a muy pocos kilómetros de Perpignan y bien merecen la pena visitar:
- Les Orgues d’Ille sur Têt: Se trata de unas formaciones rocosas muy curiosas a apenas 25 minutos en coche desde Perpignan y donde gozaréis de espectaculares vistas a la montaña del Canigó.
- Leucate: La población pesquera de Leucate rinde culto a las ostras y es un lugar ideal para disfrutar de los deportes de agua donde el viento de la Tramuntana es el principal protagonista. Unos 35 kilómetros la separan de Perpignan.