El primer amanecer de España tiene origen británico, Es Castell en Menorca

Puerta de Eos, Cales Fonts, Es Castell, Menorca
Puerta de Eos, Cales Fonts, Es Castell, Menorca

Espectáculos de la Naturaleza que sean gratis ocurren como mínimo dos veces al día. De tener que elegir entre el orto y el ocaso, yo encuentro más fácil disfrutar de una puesta de sol que del suceso contrario, pero a veces merece la pena por su simbolismo. Y así fue como me di un soberano madrugón (yo soy un trasnochador nato) para, una fría mañana de Marzo en Menorca, disfrutar del primer amanecer de España.

Hubo un tiempo en que en el Imperio Español no se ponía el sol. Era una época de mapamundis llenos de espacios en blanco, de territorios desconocidos, donde el oro (amarillo, no negro) guiaba las acciones de unos hombres, el poder la mente de otros y la gloria impulsaba el corazón de los más aventureros. Para España, amanecía en Filipinas y, porque hasta México llegaba el pendón real, sus rayos eran patrios hasta las costas lamidas por el Océano Pacífico.

La Historia devora Imperios y cambia la geografía política. Esta mañana, como desde hace poco más de un siglo, el primer amanecer de España ya no ha ocurrido en ultramar sino en el bien explorado Mar Mediterráneo.

Botes en Cales Fonts al amanecer, Es Castell, Menorca
Botes en Cales Fonts al amanecer, Es Castell, Menorca

Por los caprichos de gobernantes y la tragedia de las guerras, la isla de Menorca, en las Baleares, ha sufrido un histórico tira y afloja entre España y el Reino Unido, con un breve tiempo en que también Francia intentó plantar su bandera. No una ni dos, sino tres veces los menorquines han sido súbditos de Su Graciosa Majestad hasta que en 1802 sus tropas abandonaron definitivamente la isla. Desde entonces ya sólo volverían, en masa eso sí, como turistas con segunda residencia aquí.

En el sureste de la isla, a la entrada del puerto de Mahón, que con 5km de longitud es el segundo más largo del mundo (el primero es el famoso Pearl Harbour), se encuentra el pequeño pero bonito municipio costero de Es Castell. O Villacarlos. O Georgetown durante la dominación británica.

Segundos previos al amanecer, Puerta de Eos, Cales Fonts, Es Castell, Menorca
Segundos previos al amanecer, Puerta de Eos, Cales Fonts, Es Castell, Menorca

El nombre menorquín de Es Castell (El Castillo), vigente desde 1989, obedece a la imponente obra militar que fue el cercano Castillo de San Felipe y del que hoy sólo quedan ruinas en la superficie pero una interesante visita subterránea. Veinte años después de que el famoso pirata otomano Keir Eddin “Barbarroja” saqueara Mahón, un decreto del Emperador Carlos I de España y V de Alemania ordena la construcción de una fortaleza en la boca del puerto que impidiera la repetición del asalto (tal y como se conseguiría en 1558).

Para una estructura militar de tal magnitud se desplazaron gentes de toda la isla que comenzaron a vivir a la sombra de la construcción, en el llamado Raval (Arrabal) de San Felipe. Una vez terminada la obra, el núcleo de población lo pasaron a integrar las familias de los militares, y los propios soldados que servían en el castillo.

Las viviendas más cercanas acabaron siendo demolidas en 1679 por ser un riesgo para la seguridad y así se creo un espacio abierto entre las primeras casas y la muralla exterior. Pero la población sigue creciendo, las casas se siguen construyendo, en 1763 toman la isla los británicos y se tiene que producir una segunda demolición. En 1771 los hijos de la Gran Bretaña deciden mandar a los pesados españoles, sus casas, y el problema del Raval algo más lejos del castillo.

Explanada con edificios militares británicos, Es Castell, Menorca
Explanada con edificios militares británicos, Es Castell, Menorca

Unos centenares de metros al Norte, el Coronel e ingeniero Patrick MacKellar levantó una nueva población de planta octogonal, centrada sobre una plaza de armas enmarcada por cuarteles. Imposible era que no mirara al mar y dos calas, Cales Fonts y Cala Corb, serían los puertos naturales de los que disfrutarían sus marineros.

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El nuevo hogar de los trasladados del Raval fue bautizado, en honor del Rey Jorge III, como Georgetown y así se conoció durante once años, hasta que Menorca volvió a manos españolas y otro monarca, Carlos III, le dio el honor de llevar su nombre a Villacarlos o, si hemos de ser quisquillosos, Real Villa de San Carlos.

Cales Fonts a la luz del amanecer, Es Castell, Menorca
Cales Fonts a la luz del amanecer, Es Castell, Menorca

De la época en que el inglés era el idioma de los gobernantes, permanece el escudo oficial del municipio con un San Jorge con armadura clavando su lanza en el dragón. La Esplanada (Explanada) de Es Castell mantiene edificios de origen militar británico en cada uno de sus lados, fácilmente identificados por el rojo de sus fachadas contrapuesto al blanco con que se han enmarcado ventanas y puertas.

Pasados los tiempos tumultuosos, de tiras y aflojas militares e idiomáticos, hoy sólo quedan recuerdos, edificios, nombres y la población española donde primero se ve el amanecer. En Cales Fonts se encuentra la Puerta de Eos, un monumento levantado a la divinidad griega que encarnaba la Aurora y un banco a su lado es el privilegiado balcón para un espectáculo diario.

El primer amanecer de España, Puerta de Eos, Cales Fonts, Es Castell, Menorca
El primer amanecer de España, Puerta de Eos, Cales Fonts, Es Castell, Menorca
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