Visita al monasterio de Montserrat

Montserrat
Esta semana tuve visitas y decidimos realizar una escapada de un día por los alrededores de Barcelona. Cansados de playa nos decantamos por el interior y terminamos visitando uno de los lugares más característicos de la provincia de Barcelona: El monasterio de Montserrat.

El monasterio se encuentra en el corazón del macizo de montañas que lleva su mismo nombre y en él se encuentra la virgen llamada «La Moreneta», patrona de Cataluña.

Para llegar fuimos en coche que en apenas 45 minutos nos dejó a pie del monasterio. Existe un párking donde cobran 5 euros para aparcar. De todas maneras, optamos como muchos otros coches en dejarlo a un lado de la carretera justo antes de entrar en el párking automático. A la vuelta, ni cepo, ni multa ni nada así que tranquilos.

También se puede llegar en transporte público desde Barcelona. La línea de trenes R5 parte de la estación de la plaza de España en dirección a Manresa. Los trenes parten a cada hora y deberás también adquirir desde aquí tu billete para subir al teleférico una vez te encuentres a los pies de la montaña. Mucha gente, no obstante, opta por subir el último trozo hasta el monasterio a pie a través de una bonita ascensión por la montaña que aproximadamente dura una hora.

Dice la leyenda que unos chavales pastores siguieron una luz en la montaña que los llevó a un cueva. En su interior se encontraron la imagen de la Virgen de Montserrat en el año 880. Uno de los obispos de la zona, al enterarse, decidió trasladar la estatua a Manresa. No obstante, debido al excesivo peso de la imagen entendieron que se trataba de un designio de la misma Virgen en su afán de permanecer en Montserrat. Así que decidieron levantar una ermita en el lugar que vino a ser la base de la posterior construcción del monasterio que se levanta hoy en día.

Montserrat
No sólo creyentes cristianos veneran el lugar. La extraña orografía del macizo atrae a los escaladores y senderistas y se pueden realizar escaladas que entraman variados niveles de dificultad, así como marchas a pie de indudable belleza. Los freakies también tienen cabida en Montserrat. En un programa de radio me enteré un día que el primer domingo de cada mes se reúnen ufólogos y amantes del esoterismo para avistar ovnis desde Montserrat. Si alguien ha estado en alguna de estas quedadas estaría bien que nos dijera si vieron algún ovni sobrevolando la zona que me apunto a la siguiente.

La curiosa silueta del macizo de Montserrat abre el apetito a la imaginación. Cada una de las torres de piedra de la montaña proyecta siluetas de variada índole y es divertido ponerse a jugar y adivinar qué figura se esconde tras las rocas.

Tras visitar el monasterio y saludar a la Virgen nos dispusimos a realizar una breve caminata por la zona. Escogimos el sendero que se dirige hacia la cima de Sant Jeroni. El camino recuerda el estilo chino de humanizar la naturaleza a base de escaleras y barandillas. No obstante, las vistas son bonitas y algunos rellanos ofrecen miradores para poder observar el monasterio desde arriba así como el valle de la zona. No llegamos a la cima de Sant Jeroni y optamos por volver al monasterio.

Comimos de maravilla en un restaurante cercano a Montserrat. A pocos kilómetros de distancia del monasterio siguiendo la carretera que nos lleva a la autovía existe un desvío señalado que en unos 5 kilómetros en fuerte pendiente nos acercó a un núcleo de urbanizaciones llamado Marganell. Encontramos la masia restaurant Can Font donde por unos 20 euros por cabeza nos comimos una estupenda paella con entrantes y bebidas.

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