Qué ver en Portovenere, la puerta a las Cinque Terre

Donde se junten tierra y mar se mezclan todos los ingredientes necesarios para encontrar paisajes que enamoran la mirada. Si además se levantan pequeños pueblos de pescadores, es el alma la que cae rendida a sus pies, y eso es lo que ocurre en Cinque Terre, en Italia. Cinque Terre, o «Cinco Tierras» es una zona costera italiana con cinco pueblos que tienen a sus pies el Mar de Liguria, y donde se encuentran cinco preciosos pueblos. O seis, si tenemos en cuenta que en la misma provincia, La Spezia, a sólo 10km en línea recta del comienzo de Cinque Terre existe un rincón del Mediterráneo que ha robado el corazón a los poetas. De ese pequeño pueblo os vamos a hablar hoy, de qué ver en Portovenere, la puerta a las Cinque Terre.

Los cinco pueblos que componen Cinque Terre son Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola, y Riomaggiore, pero si viajas a esa zona no puedes pasar por alto el Golfo de los Poetas y Portovenere.

En 1997 la ONU declaró Patrimonio de la Humanidad a Portovenere y las Cinque Terre.

Razones no le faltaban para esa decisión y en este artículo sobre qué ver en Portovenere, entenderéis por qué acertaron.

Consejos: cómo llegar a Portovenere

El aeropuerto más cercano a Portovenere es el de Pisa. Aquí puedes ver cómo ir del Aeropuerto de Pisa a Pisa y además en este enlace puedes encontrar vuelos baratos a Pisa.

Portovenere se encuentra a menos de 15 km de La Spezia, la ciudad más grande de la zona, con más de 90.000 habitantes. Hay quien opta por alojarse en La Spezia y convertir la escapada a Portovenere en una excursión de un día.

Cómo ir a Portovenere desde La Spezia

Desde La Spezia, se puede llegar a Portovenere en ferri, con varias salidas diarias entre abril y noviembre, aproximadamente una media docena de ida por la mañana y una media docena de regreso por la tarde.

Más barato es el servicio de autobús La Spezia – Portovenere, con bastantes más frecuencias. Dos cosas a tener en cuenta es que el billete se compra en estancos, no en el autobús, y que el recorrido de unos 30 minutos se hace por carreteras estrechas y sinuosas.

Trucos para aparcar en Portovenere

Si te has decidido por alquilar un coche en el Aeropuerto de Pisa y usarlo para explorar Cinque Terre, estás a poco más de 1h de carretera de Portovenere

A Portovenere se puede ir en coche, pero no se puede entrar en el centro con él, sólo podrás aparcar en las calles antes de llegar a esa zona (i-m-p-o-s-i-b-l-e en verano) con tarifas de 2 a 3 € la hora según a qué distancia se encuentre.

En este mapa podéis ver las distintas zonas de aparcamiento en Portovenere, siendo las más caras (en orden descendente) la P1, la P2 y la P3. El Parking Golfo se extiende desde la glorieta en la SP530 hasta la curva que desciende por Via Olivo a Portovenere, tiene un precio de 2€ la hora y según dónde aparquéis se tardan de 20 a 30 minutos en llegar al puerto de Portovenere

Si vais a pasar varios días en la zona, podéis buscar un alojamiento en Portovenere que incluya aparcamiento (spoiler alert: no son baratos).

Para ahorrar un poco en un gasto que no puedes esquivar, el truco para aparcar en Portovenere y que yo usé en mi última visita fue, y lo entenderéis al verlo en el mapa, alojarme en un establecimiento con aparcamiento a la entrada de Portovenere, que son algo más baratos que los más cercanos al centro.

Portovenere se extiende desde la punta occidental donde está la Iglesia de San Pedro hasta Via Oliva y Punta Castagna. Es una distancia máxima de poco más de 2km y que os llevaría una media hora recorrer.

Pero si te alojas en la zona de playas privadas y públicas, entre Spiaggia dell’Olivo y la playa pública junto a Le Terrazze, esa distancia podría reducirse a un paseo y os llevará menos de 15 minutos andando por el paseo marítimollegar al centro histórico de Portovenere.

Mapa: qué ver en Portovenere

En este mapa de Portovenere encontraréis todos los puntos de interés mencionados en este artículo, para que os hagáis una idea de las distancias a la hora de recorrerlo y preparar vuestra ruta.

1.- El bonito Puerto de Portovenere

Ya sea en Dubrovnik, ya sea en Cudillero, admito que me encantan las soluciones arquitectónicas que se salen de lo habitual.

Sin llegar a la complejidad de una ciudad costera amurallada, una de las más sencillas es alejarse de la uniformidad del blanco y darle un vivaracho toque de color a las casas.

Portovenere cumple ese deseado requisito personal con creces. La guinda del pastel es que Portovenere se viste de color al borde del mar.

A pocos metros de donde rocas bien situadas protegen el estrecho paseo, se levantan multicolores edificios tan estrechos como los de Amsterdam, con alturas máximas de siete pisos.

Si os fijáis, algunos de ellos tienen la base más ancha que su tejado, pues fueron construidos con un toque de pequeñas fortalezas.

Este era el primer punto de defensa, ya que Portovenere ha sido objeto de ataques y saqueos por parte de piratas sarracenos o incluso de tropas de Aragón, durante la guerra con Génova.

Al caer la noche, esta zona bulle con las animadas charlas y el movimiento de las terrazas de los restaurantes, que ofrecen sobre todo productos frescos del mar a sus clientes. Y pizza y pasta, claro está.

2.- La poética Gruta de Lord Byron (Grotta di Byron)

El Golfo de La Spezia, por la ciudad al final del mismo, tiene el sobrenombre de Golfo de los Poetas, pues en estas riberas vivieron dos grandes poetas de principios del siglo XIX, Shelley y Byron.

Dicen que Lord Byron nadaba desde aquí para visitar a Shelley en San Terenzo, una hazaña que es difícil de creer pero que no resta ni un ápice de credibilidad a las vistas y la sensación de bajar a pie de mar para contemplarla.

Situada a los pies de la Iglesia de San Pedro, poco antes de llegar a ella, aquí venía el poeta para contemplar el mar, meditar e inspirarse en un entorno natural donde sólo las gaviotas y las olas interrumpen los pensamientos. O, más bien, los acunan.

Como no hay belleza poética sin tragedia, Percy Bysshe Shelley se ahogó en este golfo en circunstancias misteriosas a bordo de un bote de su propiedad, el Don Juan, en julio de 1822.

3.- La Iglesia de San Pedro (Chiesa di San Pietro), atalaya sobre el mar

Portovenere o, correcto pero más raro, Porto Venere, surgió para la historia desde un mito. Dicen que la Diosa Venus nació de entre la espuma que se formaba al romper las olas a los pies de un promontorio, el final de la tierra firme y comienzo del mar.

Sobre él se edificó un templo pagano. y de sus ruinas surgió una pequeña iglesia en uno de los enclaves más privilegiados que he visitado nunca, vigilando la entrada al Golfo de La Spezia y mirando hacia el horizonte del Mar de Liguria.

Originalmente del siglo V, la fachada principal y orientada hacia Portovenere, con sus características bandas alternando el blanco y negro, es del siglo XIII.

Una terraza abierta desde donde se contemplan casi 360º de vistas al mar, a Porto Venere y La Spezia, a la Isla de Palmaria y a la costa de Cinco Terre, la Iglesia de San Pedro es un precioso mirador artificial.

No es de extrañar que fuera ya nombrado en un poema hace casi cien años, pues es el “cristiano templo” que aparece en la poesía “Portovenere” (1925) del Premio Nobel de Literatura Eugenio Montale, un genovés de nacimiento y cinqueterrés vacacional en su infancia.

« Là fuoresce il tritone
dai flutti che lambiscono
le soglie d’un cristiano
tempio, ed ogni ora prossima
è antica. Ogni dubbiezza
si conduce per mano
come una fanciulletta amica.
Là non è chi si guardi
o stia di sé in ascolto.
Quivi sei alle origini
e decidere è stolto:
ripartirai più tardi per assumere un volto. »

(Portovenere, Eugenio Montale)

(”Ahí viene Triton / de las olas rompiendo / los umbrales de un cristiano / templo, y cada hora siguiente / es antigua. Cada duda / te lleva de la mano / como una pequeña niña amistosa / No hay ojos de nadie / ni oídos que escuchen / Aquí estás en los orígenes / y decidir es tonto / vuelve a comenzar más tarde para asumir una naturaleza”)

Si queréis unas vistas más románticas que desde la terraza superior, en un lateral de la iglesia hay una zona cubierta que presenta cuatro arcos que parecen de medio punto y son verdaderas ventanas de lujo a la costa.

Ver atardecer sobre la costa de Cinque Terre, con el Castillo Doria a vuestra derecha, es un espectáculo natural, gratuito e inolvidable.

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4.- El Castillo Doria (Castello Doria), la protección de Porto Venere

En el siglo XII, la República de Génova y la República de Pisa eran las potencias regionales de la época, disputándose el control del tráfico marítimo y de los territorios terrestres. Los medios no eran precisamente diplomáticos la mayor parte del tiempo.

La República de Génova tomó la primacía en esta zona a principios del siglo XII, y sobre las ruinas de un edificio anterior y con algunos elementos aún en pie, edificó en 1161 un nuevo castillo.

Al Castillo Doria se puede acceder desde un extremo urbano de Porto Venere, donde se ubica la Porta di Borgo, o desde el extremo costero, si venimos de la Iglesia de San Pedro.

Las vistas desde ella se complementan con las que obtenemos desde el castillo y desde los accesos. Con esa iglesia espectacularmente ubicada ocurre como con el Empire State Building en Nueva York, que hay que ver la ciudad desde él y ver la ciudad con él.

Esto, en Portovenere, lo conseguimos desde el castillo, con sus vistas por un lado a la iglesia, por otro a los acantilados y la costa de las Cinque Terre (con Riomaggiore visible en un día despejado) y hacia atrás, al Golfo de Los Poetas.

Si está abierto, daos un paseo por el tranquilo cementerio que se encuentra en el lado del castillo orientado al mar.

No es un atractivo turístico en sí mismo, pero no deja de ser otro sitio para – de una manera distinta a como lo hacía Byron a los pies del agua – meditar y dejar atrás, por unos minutos, el caos y frenesí que nos acompañan en la vida diaria.

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5.- Las callejuelas de Portovenere

Detrás de las preciosas casas que miran al puerto, hay un Portovenere de estrechas pero vivas callejuelas, donde los 4000 habitantes de la villa viven su día a día mientras los turistas pasean por ellas.

Podemos recorrerlas desde la Porta del Borgo, la principal puerta de acceso a la ciudadela, y una literal esquina amurallada de Portovenere.

A la izquierda de la Porta del Borgo veréis tres curiosas piletas, dos juntas y una más separada, que parecen destinadas a lavarse las manos, aunque no se ve grifo o fuente alguna.

En realidad estaban destinadas a cobrar impuestos en especie de las mercancías que se introducían en la ciudad.

El comerciante debía llenar la correspondiente pileta con su mercancía (recipientes distintos según fuera líquida o sólida), se le quitaba el tapón a esta y se trasladaba a un contenedor adecuado. Entonces podía cruzar la puerta.

Una de las piletas aún guarda una inscripción legible en la que se menciona a Génova, el año 1606 y que en ella se debía verter vino.

Atravesando el arco, bajo una inscripción que reza “Colonia Ianuensis, Ani 1113” entramos en la trastienda del Portovenere marino.

Portales y tiendas, viviendas y negocios, se alternan en esta leve cuesta arriba que es la Via Giovanni Capellini. En ella encontrarás dónde comprar “Pesto alla Genovese” o pasta, especialmente de variedades locales como Trofie y Croxetti (oriunda de Liguria) o probar unas sardinillas fritas (te las comerás como si fueran pipas).

El paseo por las callejuelas puede prolongarse hasta salir de ellas, los edificios dan paso a la explanada que lleva a la Iglesia de San Pedro, o girar a la derecha, buscando la Iglesia de San Lorenzo (Chiesa di San Lorenzo).

Desde ella, Santuario della Madonna Bianca, podemos continuar ascendiendo y premiarnos con otra forma de llegar al Castillo Doria y sus vistas.

6.- Qué ver cerca de Portovenere

Si tenéis tiempo libre porque pasáis varios días en Portovenere u os habéis organizado bien para aprovechar al máximo cada minuto en Italia, hay dos excursiones que os recomiendo desde Portovenere

Una de ellas está a pocos centenares de metros y se basa en la naturaleza y el senderismo. La otra está a poco más de 50 km y se basa en la historia y el callejear. Una es la Isla de Palmaria y la otra el pueblecito de Pontremoli y en el enlace tenéis más detalles de qué ver en cada sitio.

Por supuesto, si estáis en Portovenere es como parte de una visita a Cinque Terre, y en el enlace tenéis todos los artículos que hemos escrito sobre esa zona de Italia.

Información comprobada a fecha de publicación del artículo, aunque no nos podemos hacer responsables de posibles cambios posteriores, por lo que recomendamos comprobar siempre en fuentes oficiales que se mantienen vigentes

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