El pequeño pueblo multicolor de Portovenere es un destino con encanto, además de estar situado a la entrada de las famosas Cinque Terre de Italia, una zona que acabo de visitar realizando las mismas excursiones disponibles para los cruceristas que reserven el itinerario «Rincones Secretos del Mediterráneo» de Pullmantur.
Además, justo enfrente de Portovenere por un lado y a poco más de 50 km por otro, hay dos atractivas excursiones para redondear nuestra visita, la semi salvaje isla de Palmaria (que ofrece excelentes vistas a Portovenere y al mar a través de sus rutas senderistas) y Pontremoli, un pequeño pueblo de callejuelas medievales y un excelentemente conservado castillo-museo.
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Palmaria
Frente a Portovenere se encuentra la mayor isla de las que podemos encontrar en el Mar de Liguria. Dicho esto “mayor” significa que su forma triangular abarca menos de 2 km cuadrados así que es posible recorrerla por una pequeña red de senderos circulares habilitados a tal efecto.
La isla de Palmaria ofrece unas excelentes vistas hacia Portovenere desde el lado orientado hacia la villa, en el que se encuentran varios “Balnearios” (playas privadas y públicas) y la principal presencia humana de la isla en torno a Terrizzo y una de los puntos de atraque de las barcas que hacen el trayecto Portovenere – Palmaria.
Pista Gastronómica
La isla de Palmaria dispone de muy pocas opciones para comer en ella, dada su cercanía a Porto Venere, pero la más interesante sin duda es “Locanda Lorena”, un establecimiento con una Estrella Michelin que además ofrece un reducido número de habitaciones para huéspedes.
Más allá de la comida, las vistas desde el comedor bien merecen ese pequeño extra que suele acompañar en la cuenta a la cocina de autor.
Las Fuerzas Armadas de Italia emplazaron en la isla varias baterías de artillería costera y antiaérea, de las que apenas quedan restos, y campamentos militares, hoy dedicados a usos civiles.
Para los aficionados al cine, y relacionado con lo anterior, la isla de Palmaria aparece como escenario en la película “Los Cañones de Navarone” (1961).
El hecho de que la isla de Palmaria fuera en gran parte zona militar ayudó a preservar su flora y fauna, aunque esta – en su vertiente salvaje – se limita principalmente a reptiles y aves. Por eso, salvo la brecha cortafuegos abierta en torno a una hilera de torres eléctricas y también la única carretera de la isla, Palmaria es básicamente un aislado rincón verde que se asoma al azul del mar.
Pista de viaje
Las Cinque Terre pueden visitarse cómodamente como parte de las excursiones que se ofrecen al recorrer el Mediterráneo en un crucero.
La compañía española Pullmantur ofrece un itinerario especializado en esta ruta, llamado «Rincones Secretos del Mediterráneo», con guías e información en español.
Disponible para viajar a mediados de Septiembre, pero con la recomendación de hacer la reserva cuanto antes, el recorrido “Rincones Secretos del Mediterráneo” es una interesante opción tanto para aquellos que nunca han viajado por el Mediterráneo en crucero como para aquellos ya han hecho un crucero por el Mediterráneo pero desean explorar nuevos rincones con encanto, rincones secretos del Mediterráneo que poca gente conoce.
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Palmaria y Pontremoli, de las que hablo en este post, junto con Portovenere, Portofino, Piombino, Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola, y Riomaggiore están incluidas entre las muchas y cuidadas ofertas de excursiones que se le presentan al crucerista. Y si tenéis dificultades con otros idiomas, recordad que en las excursiones Pullmantur el guía siempre habla castellano.
Pontremoli
Me cuesta creer que no haya apenas mención de Pontremoli en las guías turísticas, pero bienvenido sea, porque si Portovenere es un rincón secreto del Mediterráneo, Pontremoli es un rincón secreto de la Toscana más septentrional.
De entrada su nombre es casi una humorística resignación, pues proviene de que un histórico puente (ponte) se ponía a temblar (tremare) con las crecidas del río. No tengo claro si era un problema de cimientos, en todas las épocas ha habido Calatravas, o de la tremenda fuerza del Río Magra.
Hoy Pontremoli no tiembla con las crecidas del río en ninguno de sus puentes, podéis estar tranquilos. O de los ríos, pues la parte central del pueblo es una falsa península con un afluente del Magra a un lado y el caudal principal al otro, que se acaban juntando frente al Parco della Torre.
Pontremoli no tiembla ya tampoco con las pisadas de los ejércitos conquistadores. Esos tiempos quedaron atrás, aunque permanece el espectacularmente casi intacto Castello del Piagnaro (originalmente del siglo XI, pero con muchas reconstrucciones y modificaciones en su historia posterior).
Pista Gastronómica
El Amor está en Pontremoli. No tiene nada que ver con Cupido, creo, pero una dulce delicia de Pontremoli es el “amor”, un pastelito cremoso de vainilla, entre otros ingredientes, entre dos láminas de galleta de cucurucho.
Desde lo alto de sus murallas hay impresionantes vistas hacia el pequeño Pontremoli y las verdes colinas cercanas y montes lejanos. En su interior, el Museo Statue Stele (Museo de Estelas) ofrece una selección de misteriosas estelas megalíticas, esculturas antropomórficas y casi bidimensionales de hace miles de años y que han aparecido en excavaciones por toda la zona.
Y si de excavaciones hablamos, es imprescindible descender al subsuelo de la historia y físico, casi bajo el edificio del ayuntamiento. En una de sus riberas, Pontremoli fue creciendo a basa de construir encima de niveles inferiores, creando así sótanos hacia el lado de la calle, pero plantas bajas hacia el del río.
Hoy en ellos se puede disfrutar la Vetrina della Città, una exposición con elementos de la vida diaria del Pontremoli de hace siglos.
Pero la vida de Pontremoli que uno quiere ver es la que transcurre tranquilamente entre sus calles adoquinadas, desde las que ocasionalmente se puede atisbar el interior de alguna de sus casas nobles.
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Un paseo por Pontremoli, disfrutando de la serenidad del interior de su Duomo (Concatedral de Santa María) o visitando, si tenéis ocasión, el Teatro della Rosa, es un paseo por un rinconcito de la Toscana que no es muy conocido. Aún.