Cuando era pequeño, veía las películas de Indiana Jones y sentía un deseo irrefrenable de conocer el mundo a la vez que iba desenterrando increíbles y poderosos secretos arqueológicos. Con el paso del tiempo, al menos voy consiguiendo la primera parte de mi sueño, aunque debe constar que sigo persiguiendo la segunda. Quizá no haya nada realmente mágico en el yacimiento arqueológico de Castellón Alto – como mágico, me refiero a un cáliz que contenga un líquido que te convierta en inmortal, obviamente -, pero lo cierto es que por unas horas me sentí como un verdadero explorador en ese extraño y fascinante enclave cercano al pueblo de Galera, situado en la parte noreste de la provincia de Granada.
Galera, una pequeña joya de Granada
Viajamos a Galera una plácida tarde de octubre. Se trata de una pequeña localidad granadina en la que el número de habitantes censados apenas sobrepasa el millar. Sin embargo, la calidez y amabilidad de sus gentes es famosa en toda la provincia. Y eso que siguen existiendo trogloditas en Galera, pues no son pocos los que viven en las típicas casas-cueva de la zona. Lo cierto es que nunca había probado este tipo de alojamiento hasta este viaje (cuando me alojé en las Cuevas de Al-Jatib, en Baza) y es algo que os recomiendo encarecidamente.
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Las bonitas casas encaladas de Galera parecen extenderse entre áridos cerros y fértiles campos verdes, en una extraña combinación de colores y ecosistemas que no dejan de formar parte de su encanto.
Como complemento perfecto se halla su gastronomía y sus ricos vinos. Cangrejos del río con su salsa, migas de harina, potaje gitano…Son solo algunas de las recetas de este pueblo del Altiplano de Granada.
Yacimiento arqueológico de Castellón Alto
Al llegar a Galera, fuimos directamente al yacimiento arqueológico de Castellón Alto, situado en las inmediaciones del pueblo.
Para ello, ascendimos a pie una colina de aspecto árido y seco, zigzagueando por unas cuantas cuestas que nos llevarían a la entrada principal del recinto. Allí nos esperaba nuestra guía, que resultó ser un encanto y una erudita en la historia del lugar.
El yacimiento de Castellón Alto consiste en un poblado que se extiende por varias terrazas excavadas en las laderas de un par de colinas, y que fue habitado en un momento de la Edad del Bronce, entre 1.900 y 1.600 a. de C. – por hombres primitivos que proliferaron por el sureste de la península ibérica (Alicante, Murcia, Jaén, Granada y Almería). A la cultura de aquellos hombres se le denominó, a nivel arqueológico, como Cultura de El Argar.
La cultura argárica
Fue ella quien me habló, por primera vez en mi vida, de la cultura argárica.
La cultura argárica se desarrolló entre los años 2.200 y 1.350 a. de C. En la zona de los alrededores de Galera, se han encontrado evidencias de la presencia de este tipo de cultura en dos lugares: Castellón Alto y Fuente Amarga. Los muchos elementos encontrados en ambas excavaciones han permitido a los arqueólogos reproducir muy fielmente cómo vivían esos hombres en aquella época.
Estos poblados presentaban una serie de innovaciones, como la ubicación de los mismos, situados en laderas cercanas a fuentes de agua y aprovechando un sistema de terrazas (ya fueran naturales o artificiales) para emplazar las casas de manera escalonada. En las partes altas de las aldeas se construían las casas de las clases ricas y poderosas, mientras que el nivel económico y social iba descendiendo a la vez que descendía la pendiente.
Otro de los curiosos aspectos de esta cultura es el enterramiento en sepulturas individuales o familiares ubicadas en el interior de la casa.
Mientras descendíamos la ladera y recorríamos las distintas ruinas de las casas, pudimos observar esos extraños enterramientos. Y es que muchos de los restos arqueológicos – y algunas réplicas – aún se hallaban allí. Fue así como comprobamos de primera mano que aquellos hombres solían enterrar a la gente en una posición flexionada o encogida, y junto a los cadáveres se incluían ofrendas de distinto tipo. En las tumbas de las personalidades más influyentes de los poblados se incluían armas y objetos de cobre, mientras que las clases bajas apenas conservaban algunos abalorios o piezas del día a día.
La Momia de Galera
Fue curioso ir descendiendo entre las terrazas de aquel poblado que había quedado, hacía más de 3.600 años, en completo silencio. Cuando me encuentro en lugares así, me siento realmente pequeño, porque me doy cuenta de que una vida humana apenas es una mota de polvo en el transcurso de la Historia.
Aún fue mayor esa impresión cuando nuestra guía nos habló de la Momia de Galera.
En noviembre de 2002, en la sepultura número 121, aparecieron dos individuos enterrados (un hombre y un niño), uno de ellos se hallaba parcialmente momificado, pasándose a llamarle ‘La Momia de Galera’. La Momia de Galera conservaba tejidos corporales, así como piel y una abundante mata de pelo, siendo uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de la zona, después de estar excavando desde 1983 y haber encontrado más de 130 sepulturas con restos óseos de al menos 120 personas.
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La Momia de Galera pasó a ser considerada como uno de los restos humanos más antiguos y mejor conservados de la Prehistoria. Junto al cuerpo de la momia, sus familiares o seres queridos depositaron una copa, una olla y dos vasijas que pudieron contener alimentos, todas ellas fabricadas con la cerámica típica de la cultura de El Argar.
La importancia del hallazgo fue tal que se construyó un laboratorio en el mismo lugar en el que se había encontrado la momia, ya que no querían que el contacto con el aire pudiera contaminar unos tejidos que llevaban más de 3.500 años enterrados bajo la tierra.
Los alrededores del yacimiento
Estuvimos recorriendo el yacimiento de Castellón Alto durante algo más de una hora, pero lo cierto es que debes dedicar al menos el doble de tiempo para conocer el lugar en profundidad. Además, puedes colmar tu intriga por esta cultura argárica en el Museo Arqueológico de Galera, donde, además, encontrarás los restos de la Momia de Galera.
Nosotros, en lugar de ir al museo, recorrimos en bici parte de los alrededores del yacimiento, descubriendo ese espectacular paisaje semiárido al atardecer. Una especie de Far West granadino en el que de repente aparecían viñedos, zonas verdes y parches de carrizos. Siguiendo esos caminos de tierra, piedras y arbustos, llegarás a los paisajes que sirvieron como escenarios de la película ‘Intemperie‘ (2019), Las Sigmitas y «La Cueva de los Amos».
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