En nuestro viaje a Copenhague no podía faltar una visita al Ice bar de la ciudad. Últimamente se están poniendo de moda este tipo de bares donde te conviertes en cubito. En Estocolmo, Barcelona y Auckland cuentan con un bar de hielo en su listado de lugares de ocio.
El Ice Bar de Copenhague se halla en la céntrica calle Løngangstræde. De hecho, los encontramos justo al lado del Hotel 27 donde nos alojábamos.
Cuando llegas a la recepción del bar te ofrecen una capa con capucha de color azul -si fuera roja pareceríamos todos Papa Noeles- y un ticket según vas pagando la entrada al local. No es barato; por 20 euros tienes derecho a entrar y consumir uno de los cockteles que ofrecen en su interior.
La gente, por supuesto, no va a un Ice Bar para charlar con los amigos como si de una rutina se tratara. Más bien se trata de una visita turística en la ciudad para conocer este curioso tipo de locales que se conservan a temperaturas inferiores a los cero grados.
El bar es más pequeño de lo que imaginaba. No obstante, ofrece bonitas decoraciones que van cambiando según la temporada y las ganas del artista. Un barman vestido a lo esquimal ofrece los cockteles que suelen ir acompañados de vodka o ron con toda serie de zumos de frutas. Es curioso observar que no os pondrán hielo en la copa, ¡la misma copa ya está hecha de hielo!
Es uno de esos lugares que lo visitas una vez y no sueles volver otra vez. Maté la curiosidad gustosamente pero no pagaría 20 euros para volver a entrar en un lugar al que ya he dado respuesta a mis interrogantes. Aunque de todas maneras, habrá gustos para todos.
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