Ventajas e incovenientes de viajes Todo Incluido


La semana pasada probé, por primera vez en mi vida, un tipo de viaje que a priori siempre me había producido algo de rechazo: los viajes Todo Incluido.

Sin embargo, en este caso, por el destino que habíamos elegido –República Dominicana-, parecía que era la manera más ventajosa de hacerlo y al ir con 3 buenos amigos sabes que tienes el éxito garantizado independientemente del tipo de viaje que puedas escoger. O al menos eso pensaba yo (dejo esta frase pare darle un poco de intríngulis al resultado final del viaje).

Siempre había pensado que este tipo de viajes estaban hechos para gente con pocas ganas de ver cosas, que sólo querían quedarse tirados en el resort y pasaban de problemas a la hora de organizar cosas en el lugar de destino. Esto tiene algo de verdad, pero al final se demostró que el resultado final depende de las ganas de hacer cosas que uno tenga y se pueden aprovechar muchas cosas de estos paquetes de viaje.

Para mí las ventajas del tema son:

  • El precio. Para ir a la República Dominicana -Punta Cana- desde Dublín o Madrid no encontramos nada por debajo de los 750 euros, sólo en billetes de avión. Sin embargo, el Todo Incluido que encontramos nos salió por 715 euros por persona, comisiones y gastos incluidos. Por ese precio pensamos que la calidad del hotel -aunque anunciado como 5 estrellas en la web- y la comida o servicio del mismo podría dejar mucho que desear. Estábamos muy equivocados. Lo mejor que he visto, aunque también es cierto que la vida de mochilero no me ha llevado a conocer demasiados hoteles de categoría -uno o ninguno más bien- pero mis amigos -algo más duchos en este tema- lo aprobaron con nota.
  • La comodidad. El saber que no tienes que preocuparte por temas como dónde comer o cenar, cómo desplazarte e incluso otros detalles como excursiones y demás que puedes organizar con el personal del hotel, son activos importantes para muchas personas que buscan unas vacaciones relajantes y sin grandes problemas.
  • El microclima del hotel. Ésta característica puede estar tanto en el lado positivo como en el negativo. Si tienes suerte puedes coincidir con grupos de gente majísima y en tu misma onda en el hotel. Al ser el lugar donde la gente pasa la mayor parte de sus vacaciones, podeis juntaros con gente de vuestro estilo y gustos y pasar unas buenas vacaciones de risas, deporte, excursiones y lo que se tercie con ellos. Por otro lado, puede que no tengas tanta suerte y no conectes con nadie, cosa que hará las vacaciones bastante más aburridas salvo que te muevas y salgas del lugar.

En el lado negativo.

  • Desidia. En un lugar como Punta Cana, si quieres salir del resort y buscarte la vida por tu cuenta no es tan fácil. Toda la zona está diseñada para el turismo del Todo Incluido y ya sólo para salir de los grandes complejos y llegar al pueblo necesitas tomar un taxi o una motoconcha (nombre común para los mototaxis de allí). El alquiler de coche propio es una alternativa válida, aunque el estado de las carreteras y el caos circulatorio no la hacen muy atractiva si quieres tener tranqulidad. Para la organización de salidas y excursiones de uno o varios días el hotel te ofrecerá distintas alternativas más caras de lo que te saldría por tu cuenta, pero no mucho más que los operadores independientes que vendrán a captaros a la playa y demás. Hacerlo todo por tu cuenta sí debería ser más barato pero encontraréis muchas pegas logísticas para ello.
  • Sentimiento del borrego. Inevitable para un mochilero acostumbrado a ir a su bola y buscarse la vida. Si al final acabas arreglando alguna excursión con gente del hotel o captadores playeros, siempre acabarás compartiendo el tour con un grupo más o menos numeroso de personas que, al igual que tú, prefirieron hacerlo más fácil. Eso hará que tu libertad de movimientos quede reducida y debas cumplir los horarios e itinerarios marcados por el grupo, serás blanco de las tiendas para turistas y demás cosas que imagino que todos hemos vivido. Puede que el grupo con el que vas sea cojonudo, pero también puede que sea lo peor.
  • Mala calidad del servicio. En este caso -como ya comenté- nosotros no tuvimos ninguna queja. Increíble hotel, inmejorable personal en cuanto a simpatía y servicio -aunque todo era hecho a una velocidad menor que en Europa, cosa que a mi no me molestó en absoluto-, comida exquisita, bebidas a tutiplén, etc…etc. Sin embargo hay casos en los que la gente se queja sobre la comida del hotel, servicio y demás. Hay poco que puedas hacer si se da este caso puesto que ya has pagado todo el paquete y no hay marcha atrás. Simplemente no volverás al mismo. En mi caso, lo tengo claro: volvería al mismo muchas veces.

Pues eso, es una experiencia que me ha gustado probar y que me vino bien pues necesitaba un descanso y el lugar fue inmejorable. Además conseguimos combinar un poco ambas cosas y fuimos a la capital del país por nuestra cuenta con autobús público. La verdad es que con el calor que hacía y la gran playita y vida que teníamos en el resort, lo mejor habría sido quedarse allí, pero la curiosidad del viajero siempre se lleva dentro aunque te apetezcan unas vacaciones más relajadas.

Buena opción para el descanso, la playa y la comodidad.

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