Las mejores cosas que ver en Cascais

Visité Cascais por primera vez hace unos años, en un viaje que me llevaría a recorrer, por enésima vez mi querida Lisboa, la bella Sintra y algunos otros puntos atractivos del bello litoral portugués. Este pueblo sobre el que se cierne una extraña combinación de aires pesquero y señorial, me dio la sugerente impresión de haberse quedado atrapado en el tiempo. Parecía un lugar de otra época, tranquilo, bucólico (obviamente, no fui en verano), en el que grandezas pasadas se reflejaban en el mar para introducirse luego por sus calles empedradas y sus comercios con ese porte de los años 60 del pasado siglo. Me encantó. Entre las muchas cosas que ver en Cascais, me resulta complicado elegir un puñado de ellas, pero voy a intentar daros unas pinceladas para que consigáis absorber la esencia de un sitio que realmente merece la pena conocer.

Pero antes, un poco de ayuda logística.

Cómo llegar a Cascais desde Lisboa

Lo más habitual es visitar Cascais  como una excursión de un día desde Lisboa (aunque os recomiendo que no tengáis tanta prisa y paséis alguna noche en esta villa portuguesa).

Cascais se encuentra a poco más de 30 km de distancia de la capital lusa y puedes llegar a ella con tu coche – privado o de alquiler – en unos 40 minutos. Sin embargo, si no quieres conducir por Portugal y/o prefieres tomar el transporte público, no te faltarán opciones para viajar de Lisboa a Cascais.

Quizás, una de las maneras más cómodas de ir de Lisboa a Cascais es en tren. Podrás cogerlo en la estación de Cais do Sodré, y en unos 40 minutos llegarás a la pequeña población costera. El billete de ida y vuelta ronda los 5 euros. La frecuencia del servicio es bastante alta, pudiendo encontrar un tren cada 15-20 minutos durante casi todo el día.

Otra opción es el autobús público. Por ejemplo, el 760 te puede llevar hasta allí en algo más de una hora. Sin embargo, quizás sea más cómodo contratar una excursión que incluya la visita a Sintra a Cascais y acompañados de un guía que habla español (y con muy buenas recomendaciones por parte de los usuarios).

Las mejores cosas que ver en Cascais

Y ahora que ya nos encontramos en el lugar, vamos de lleno con las mejores cosas que ver en Cascais. Estas pueden ser unas cuantas de ellas:

1. Praia da Rainha

No resulta sencillo decantarse por una playa favorita en Cascais, porque todas tienen sus puntos fuertes. Pero si en tu visión de una playa perfecta aparece una cala de arena bañada por mares cristalinos, Praia da Rainha es la indicada para ti.

También está a pocos pasos de la Rua Frederico Arouca y muy cerca de bares y cafeterías, por lo que posee mucha vida, sobre todo durante los meses estivales. La playa está orientada al este, lo que explica que apenas haya corrientes, y es tanto más pintoresca por los acantilados bajos y dos grandes afloramientos de piedra caliza depositados en la arena. Sin duda, es uno de los mejores lugares que ver en Cascais en cualquier época del año.

2. Faro y Museo de Santa Marta

El faro azul y blanco, que se eleva desde el Fuerte de Santa Marta, ha estado guiando a los barcos que surcan las aguas del Estuario del Tajo desde 1868. El faro todavía funciona y una bocina de niebla todavía suena cuando la visibilidad es baja.

En 2007 se construyó un museo anexo, junto a la torre. Se trata de dos secciones, la primera de las cuales se ocupa de los faros portugueses en general. Así, podrás entender el papel que desempeñaron en la destreza marítima de Portugal y verás objetos en exposición como la baliza y la lente de 3,7 metros de altura del faro de Berlengas.

La otra ala revela la historia del fuerte del siglo XVII de Santa Marta y el funcionamiento diario del faro cuando estaba ocupado por los fareros.

3. Casco histórico de Cascais

Ten en cuenta que te encuentras en una villa pequeña y perfecta para peatones, por lo que podrás disfrutar de casi todas las mejores cosas que ver en Cascais en poco más de una hora paseando por su centro histórico. En esas calles hallarás un ambiente elegante, en sus boutiques, restaurantes y cafés.

Las plazas y aceras están pavimentadas con la típica calçada portuguesa, que consiste en mosaicos que presentan varios patrones.

En cuanto a la marcha nocturna, se concentra en la Praça 5 de Outubro, que está rodeada de bares y restaurantes, pero hay otros garitos, quizás más auténticos, en los rincones más tranquilos y residenciales de la ciudad.

Pasea por el paseo marítimo bajo hojas de palmera hasta la Fortaleza da Nossa Senhora da Luz, ejemplo de una línea de fortalezas marítimas construidas en el siglo XVI cuando Portugal estaba bajo control español. En verano, es residencia oficial de verano del presidente de Portugal.

4. Puerto de Cascais

Si quieres pasear y disfrutar del aire del mar, no es necesario que te alejes mucho del centro de Cascais.

El puerto deportivo fue remodelado a principios de la década de 2000 para convertirse en un lugar capaz de acoger los principales eventos de vela, como el Campeonato Mundial de Vela ISAF y los 49ers europeos.

También puedes pasear por aquí para admirar los los lujosos yates, y en el otro extremo del muelle puedes darte la vuelta y disfrutar de la visión del paseo marítimo de Cascais, con sus monumentos como la torre del Palacio Condes de Castro Guimarães.

El puerto deportivo también alberga empresas de alquiler y algunos bares y restaurantes.

5. Boca del Infierno

En la parte en la que Cascais mira hacia el océano abierto, la costa se vuelve rocosa, a medida que se adentra en el Parque Natural de Sintra-Cascais.

A pocos pasos del puerto deportivo se encuentra Boca del Infierno, un abismo en los acantilados de piedra caliza. Al asomarte a él podrás admirar una de las más bellas estampas naturales que ver en Cascais, con el bravo oleaje golpeando las paredes del acantilado. La cámara de roca, además, amplifica enormemente el sonido del océano, creando una sensación inolvidable.

Se trata uno de los lugares más románticos de Cascais, y, sobre todo en verano, es común encontrar parejas contemplando el atardecer sentadas en el promontorio que hay junto a la Boca del Infierno.

6. Parque Marechal Carmona

Si este parque tiene un aire señorial es porque se encuentra en los terrenos de dos propiedades aristocráticas: el Palacio Condes de Castro Guimarães y las tierras del Vizconde de Gandarinha. Cerca de los museos y monumentos del complejo hay jardines exuberantes, parterres de flores, árboles maduros y muchas fuentes de agua, estanques y el río Mochos.

Es uno de los mejores lugares que ver en Cascais si viajas con niños, pues los más pequeños de la casa podrán ver las tortugas en el agua y alimentar a los gallos, pavos reales y patos que deambulan por la mini granja.

Hay tumbonas y bancos, e incluso una cafetería con terraza junto al estanque principal.

7. Praia do Guincho

A tan solo siete kilómetros del centro histórico de la villa, se encuentra la mejor playa que ver en Cascais y alrededores. Se trata de un arenal salvaje en la naturaleza virgen del Parque Natural de Sintra-Cascais.

Praia do Guicho tiene un enorme arco de arena blanca y fina, bordeado por dunas y con vistas a la cordillera del norte. En verano, los constantes vientos del norte y las pequeñas olas son los ingredientes ideales para el kitesurf y el windsurf.

En invierno, los vientos soplan del este, y los surfistas vienen a aprovechar la fiereza de las aguas del Atlántico, en busca de rompientes de playa huecos a izquierda y derecha.

Si no te importa el viento, Praia do Guincho también puede servirte para tomar el sol en verano y es un lugar espectacular para caminar y admirar a los surfistas en los meses más fríos.

8. Gelados Santini

Me encantan los helados y me considero una pequeña eminencia en el tema, pues los intento probar allá donde voy. Por ello, me tomo la libertad de recomendaros, en un punto a parte, la heladería ‘Gelados Santini’ como uno de los mejores lugares que ver en Cascais.

Se encuentra en el número 28F de la céntrica calle Valbom, en la que se forman largas colas durante los tórridos días del verano portugués para degustar esa delicia que guardan en los contenedores de helados de Santini. Cuando estuve visitándola, Eduardo Fortes, un valenciano que tenía la fortuna de ser el yerno del señor Santini, nos contó que el secreto para que esos helados fueran sublimes tan solo residía en la primerísima calidad de la materia prima utilizada. Lo pude comprobar al probar los helados de fresa y mango. Al meterme la cucharilla en la boca sentí una explosión de sabor y una perfecta textura cremosa que me hizo experimentar un intenso sabor a esas frutas en su mejor estado posible.

Te aconsejo que pruebes uno de estos helados sea cual sea la época del año en la que visites Cascais.