Myanmar -Burma o Birmania, como gusten- es uno de los pocos países de Asia donde el tema monetario es bastante incómodo.
Para empezar, no encontraréis ni un solo cajero en todo el país. El Gobierno -uno de los más tiranos del Mundo- llegó a pensarse el dar entrada a algunos cajeros de propiedad China pero la idea aún no ha fructificado.
Es decir, si estáis pensando visitar el país tenéis que traer dinero en efectivo. La moneda más ampliamente aceptada es el dólar americano. También cambian Euros en casi todos lados y en Rangún podéis encontrar gente que incluso acepte Baht, pero no os los cogerán en casi ningún lado más.
Cuando digo que aceptan dólares no es cualquier tipo de dólar. Los billetes tienen que estar más planchados que las camisetas que os planchan vuestras madres. Si váis al mercado de Rangún los cambistas mirarán metódicamente cada billete buscando puntas dobladas, manchas o grietas. Si encuentran alguna de estas cosas es muy probable que no lo acepten.
Este tema contrasta totalmente con el estado de los billetes de moneda nacional (Kyats). A mí me llegaron a dar 10 billetes de 10 Kyats -1 Euro= 1200 Kyats más o menos- grapados entre sí porque estaban casi despedazados. A un chaval inglés le habían dado un billete de 200 Kyats casi desintegrado en un sobre de plástico. Y lo bueno es que éstos sí que los aceptan en todos lados.
Cuando hablamos sobre el tema con Ramón y los demás compañeros de viaje, la idea que prevaleció es que el gobierno quiere que los billetes sean los más grande posibles y casi nuevos para que sea más fácil sacarlos del país como pago para compras de armas y negocios de drogas. A mí me parece que no vamos para nada desencaminados teniendo en cuenta a los cabro… que gobiernan a esta gente.
Aunque sea un poco arriesgado, cambiad todo el dinero que podáis en Rangún. Suele ser el punto de comienzo para casi todos los viajeros y es donde mejor tasa de cambio vais a encontrar en todo el país.
Eso sí, ¡NI SE OS OCURRA CAMBIAR EN EL AEROPUERTO! La tasa es un auténtico atraco gubernamental a mano armada. Si queréis cambiar en la calle tened muchísimo cuidado porque hemos oído historias de todo tipo de timos. Contad bien los billetes y hacedlo siempre con una sola persona para evitar que un segundo cambista os despiste para que el primero cambie el mazo de billetes que había sobre la mesa. Son unos auténticos expertos así que no os creáis más listos que ellos y estad siempre alerta.
Os recomiendo cambiar en el mercado que se encuentra en el casco antiguo de la ciudad. Nosotros lo hicimos allí y no tuvimos ningún problema. Fue la tasa más alta que conseguimos durante todo el viaje aunque pudimos volver a cambiar en Bagan e Innle Lake.
Para quien suela viajar con cheques de viaje o tarjeta de crédito, al parecer hay un par de hoteles en Rangún y Mandalay -de los más caros- que aceptan el pago con ambos pero los sablazos que pegan en las comisiones os van a quitar las ganas. En ningún lugar del país os harán adelantos de dinero sobre el crédito.
Es un poco fastidio tener que ir con los dólares primero y los Kyats después en la riñonera pero es lo que hay. Intentad gastaros toda la moneda local antes de salir del país porque fuera de sus fronteras es como papel mojado. En Rangún hay gente que os los cambiarán por dólares, aunque a una tasa mucho menos favorable. Menos es nada.
Lo suyo entonces es calcular un presupuesto aproximado e intentar llevar la cantidad justa de dólares, siempre tirando por lo alto.
En muchos lugares -trenes y hoteles principalmente- os saldrá más ventajoso pagar directamente en dólares porque los propietarios ponen los precios en la moneda americana y si quieres pagar en la local te hacen un cambio poco favorable.
A nosotros lo de los billetes planchados y conservar dólares para pagar los hoteles no nos lo comentaron e hicimos la pardillada con la consecuente pérdida de pasta. ¡Espero que a vosotros no os pille el toro!.