La segunda semana de Octubre fui invitado por la cadena de hoteles Room Mate a visitar su recién estrenado Room Mate Kerem de Estambul.
Mi primera -y única, hasta la fecha- visita a la capital turca fue en el año 2006 y mis recuerdos eran más que difusos. En aquel viaje visité los puntos más turísticos: Santa Sofía, la Mezquita Azul, Gran Bazar, el Bósforo… Por ello en esta ocasión cambié mi billete de vuelta, extendiendo mi estancia, para poder patearme la ciudad a mi aire y conocer algo más sobre cómo viven los turcos su capital.
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La situación del Room Mate Kerem es perfecta para ello.
El hotel se encuentra a menos de diez minutos caminando de la Torre de Gálata y unos veinte de la zona más turística de la ciudad: Sultanahmet. Pero, monumentos a parte, está en el auténtico meollo de la vida bohemia y nocturna de Estambul. Muchos se dan golpes en el pecho mientras hablan de la inigualable noche madrileña; los del noreste de la Península hablan de lo cool que es Barcelona y sus garitos; los isleños adoran Ibiza… Pues bien: que se vengan todos a Taksim y se arrodillen ante el verdadero templo de la noche.
Dedicaré un artículo a las múltiples opciones nocturnas que ofrece la ciudad pero os adelanto que la concentración de bares, pubs, tiendas de arte, teterías, librerías, restaurantes y gente, sobre todo GENTE, que encontré en la zona de Taksim y, en concreto, su carismático y alternativo barrio de Beyoglu, es algo que no he visto en casi ninguna otra ciudad del Mundo. Y no hablo sólo de los fines de semana.
Llegamos al Room Mate Kerem un miércoles al anochecer y salimos a cenar a un restaurante cercano. El Kerem se encuentra a tan sólo 2 minutos a pie de la famosa calle Istiklal. Es la arteria principal de Taksim y Beyoglu y ese miércoles a las 9 de la noche parecía superar con creces a la vida de la Gran Vía madrileña. Y no hablo sólo de extranjeros. La mayoría de los jóvenes que paseaban en una y otra dirección eran turcos. Grupos de amigos, parejas, familias, solitarios… Llegué a pensar que al día siguiente era fiesta nacional.
Sin embargo, a pesar de encontrarse en el epicentro de la vida nocturna capitalina, nadie lo podría decir cuando por fin te encuentras descansando en tu amplia habitación. Es la ventaja de encontrarte en una pequeña calle menos frecuentada tanto por vehículos como por viandantes. Y creedme que esto es realmente importante porque, unos días después, me alojé dos noches en un hostal situado a unos 150 metros del Kerem y me resultó casi imposible conciliar el sueño debido a la música que se escuchaba de la calle.
La zona de Beyoglu permite al viajero poder visitar todo el centro histórico de Estambul – concentrado en Sultanahmet- a pie. Resulta muy cómodo descender hasta el puente del Gálata, cruzarlo para hacer la visita y después regresar a tu casa usando el Tünel -metro- que te devuelve a Istiklal. Y es que en el Kerem llegué a sentirme como en casa.
El personal es muy amable y su director, Firat, acumula largos años de experiencia al ejercer idéntica función en este mismo hotel antes de ser adquirido y reformado por Room Mate. En esta labor de lavado de cara tuvo un papel crucial el famoso decorador de interiores Lázaro Rosa Violán. Su influencia ha dejado impronta en cada rincón del hotel, con una elegancia práctica que no abusa del recurso adornístico.
Las habitaciones -cuenta con sesenta- son muy variadas. Algunas tienen una columna en medio del dormitorio, otras una ducha al estilo turco con un banquillo de baldosines azules para sentarse; hay pequeños cuartos con cama individual o espaciosos dúplex con capacidad para cuatro personas. En la planta baja, junto a recepción, se encuentra el resto-bar. Fue aquí donde disfrutamos, cada mañana, de un desayuno de gran calidad. Además, no te lo perderás si no has madrugado. El Kerem deja que descubras Estambul a tu ritmo y puedes disfrutar de la primera comida del día hasta las 12 pm.
Después de recorrer la ciudad a pie, uno llega al hotel con ganas de mimos y cuidados que le puedan reponer para afrontar la vertiginosa noche o, simplemente, le relaje el cuerpo, dejándolo listo para sumergirse en un plácido sueño en la inmensa y cómoda cama de su habitación. Para ello el Kerem cuenta con un Spa que incluye piscina, saunas, gimnasio y cabinas de masaje donde puedes escoger entre una amplia gama de tratamientos.
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La noche del Jueves me salvó una chica malaya. Llegué derrotado al hotel sobre las 7 de la tarde y, una hora después, sus manos obraron el milagro al masajear mi cuerpo de la cabeza a los pies. Estaba listo para tomar un cocktail en la terraza del hotel. Sin embargo, esta opción sólo está disponible en verano.
Cuando subimos a visitarla el Viernes por la mañana, pudimos contemplar unas bellas vistas de Estambul. Cerca, a menos de cien metros de distancia, Firat nos señaló un edificio en estado casi ruinoso. Celia Díaz, la responsable de relaciones públicas de Room Mate, nos dijo que ese era el nuevo proyecto de la cadena: el hotel Room Mate Ashli. Será renovado totalmente para atraer la mirada de su enamorado Kerem.
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Y es que poca gente sabe que Kerem y Ashli son los protagonistas turcos de la historia de amor que equivale al Romeo y Julieta occidental. Kerem se erige orgulloso y mira desde su terraza cada mañana a la espera de que su amor le acompañe pronto.
Datos Prácticos
Dirección: Meşrutiyet Caddesi Nº 34, 34435 Beyoğlu, Estambul, Turquía.
Teléfono atención al cliente: +34 912 179 287 (desde el extranjero) y 900 818 320, desde España.
Teléfonos hotel en Turquía: +90 212 245 0 245 y +90 212 245 3 330
Email: kerem@room-matehotels.com
Enhorabuena por el artículo. He de decir que cuando estuve, hace ya unos cuantos años, los hoteles no se parecían en nada a lo que se ve en este artículo, más bien eran pequeños y prácticos. Fuimos con pocas esperanzas y será un lugar al que volveremos seguro.