El WC con las mejores vistas de Helsinki (y dos terrazas para disfrutarlas)

A un español se le puede desencajar la cara si pretendes cobrarle por usar un baño. Eso es así aunque en muchos bares del territorio patrio ya aparezcan carteles en la puerta que advierten que el baño es sólo para los clientes. Pero siempre nos quedan los de los centros comerciales ¿verdad? Ese recurso no existe con tanta frecuencia en otras naciones, especialmente del centro y norte de Europa, donde a veces hay que abrir la cartera antes de abrir la puerta del WC.

En la capital de Finlandia, donde me he encontrado con algunos baños públicos de pago, también he descubierto los que, sin duda, son los baños con las mejores vistas de Helsinki. Y además, queridos compatriotas, son gratuitos.

Para encontrarlos no hay que alejarse mucho del centro de la ciudad, pues apenas 500 metros nos separan de Kaivokatu y Rautatientori, la calle y la Plaza de la majestuosa Estación de Ferrocarril. El lugar al que peregrinar es el Hotel Torni, en el distrito del diseño de Helsinki, una majestuosa obra que destaca en el horizonte de la ciudad.

Cuando se finalizó su polémica (obtuvo la licencia de obras con posterioridad) construcción en 1931, sus 14 pisos y casi 70 metros de altura le convirtieron en el edificio más alto de Helsinki y de Finlandia. A los finlandeses no les gusta vivir en las colmenas humanas que son los rascacielos, porque se tardaron 45 años en batir el segundo récord y 56 para el segundo.

El Hotel Torni (“Torre”), ha estado presente a su manera en momentos decisivos en la Historia de Finlandia. Durante la II Guerra Mundial, el hotel, que fue “tomado” por corresponsales extranjeros y espías, ejerció de puesto de observación y aviso de ataques aéreos de la organización paramilitar femenina Lotta Svärd. Tras la guerra y los periodistas, en el hotel se alojó la estricta Comisión de Control Aliada (200 soviéticos y 15 británicos) hasta finales de 1947.

En 1951 se abrió en lo alto del edificio el Ateljee Bar, que cuenta con dos terrazas independientes, una a cada lado del mismo. Para llegar a él, el ascensor para en el piso anterior, el 12, y hay que subir a lo que sería el piso 13 mediante una estrecha escalera de caracol. Si venís con niños pequeños y queréis que disfruten las vistas, muy plegable tiene que ser el carrito.

La parte cubierta del Ateljee Bar cuenta con espacio para unos treinta clientes, tiene una pequeña barra (con un camarero paciente ante las fotos) y sus paredes las adornan cuadros de arte en exposición que se van renovando mensualmente. En el exterior, en cada una de las terrazas, hay sillas aproximadamente para una docena de personas, más unas cuantas que de pie se dedican a contemplar las vistas y fotografiar a diestro y siniestro ante la mirada paciente de los clientes.

Sin embargo no hace falta subir al bar para tener un privilegiado punto para otear los edificios de la ciudad.

En el mismo piso en que se detiene el ascensor es donde se encuentra el cuarto de baño con las mejores vistas de Helsinki. Como podéis ver en el vídeo, si eres mujer las disfrutarás más, aunque apuesto a que la sensación de falta de intimidad es más evidente que si eres hombre. La discriminación positiva con una vuelta de tuerca.

Una visita al Hotel Torni, y subir en su parsimonioso ascensor hasta el piso 12 para ir al cuarto de baño, es una de esas experiencias que uno debe disfrutar en un viaje a Helsinki. Si el presupuesto os da para un café (5 Eur) o una cerveza (7,50 Eur) en la terraza (en verano, por favor) del Bar Ateljee, además os permitirá regalaros uno de esos lujos que de vez en cuando nos debemos permitir, tomarnos algo con la ciudad de Helsinki a nuestros pies.