¿Qué tienen en común una iglesia gótica, un hereje quemado en la hoguera y las que sean probablemente las salchichas menos bajas en calorías del mundo?
La respuesta está en el centro de Europa, en Staroměstské Náměstí, la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga. Allí se encuentra el mayor mercadillo de Navidad de la ciudad, a los pies de la gótica Iglesia de Nuestra Señora en frente del Týn y rodeando el monumento a Jan Hus (un reformador, anterior a Lutero y Calvino, que murió condenado por hereje).

Esta plaza emblemática está llena de turistas que pueden disfrutar de vuelos baratos haga el tiempo que haga y en invierno no es una excepción, con el atractivo añadido de un iluminado árbol de Navidad y docenas de puestos en su mercadillo.
Y no es el único mercado de Navidad. Desde principios de Diciembre, Praga se llenará de mercados y mercadillos de Navidad y resulta difícil no encontrarse a más de diez minutos caminando de alguno de sus puestos donde, junto con perritos calientes y vino también caliente para reponer fuerzas, se pueden encontrar juguetes de madera, artesanía en cerámica y vidrio, joyas y, muy prácticos los checos, gorros, guantes y bufandas.

He visitado esta ciudad en tres ocasiones y siempre en invierno y aunque no quiero decir que sea mi capital favorita del centro de Europa…de hecho lo es (de lo poco que conozco, lo admito).
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Aunque en casa pongo un Belén y hay figuras y accesorios a la venta, si tú te has rendido a la tradición anglosajona, tampoco te faltarán adornos para el árbol de Navidad. Lo bueno de hacer ese tipo de compras en tus viajes en ésta época es el toque local que aportan los dibujos o figuras. Lo malo es que sólo se lucen unas semanas cada año.


Aunque el más frecuentado, a veces demasiado, es el de la Plaza de la Ciudad Vieja, esta es una pequeña lista de los lugares en los que podéis encontrar otros mercados de Navidad en Praga:
Malé Namesti. Una pequeña plaza triangular unos 50 metros al suroeste de la Plaza de la Ciudad Vieja.


Václavské Náměstí. En la Plaza de Wenceslas (para mí más bien una avenida casi kilométrica), en la confluencia de las calles Na Mustku, Na Příkopě y 28. rijna, exactamente en el extremo opuesto al Museo Nacional, el monumento a Wenceslas y el memorial dedicado a Jan Palach y Jan Zajic, jóvenes checos que se autoinmolaron para protestar la invasión de su país por la URSS en 1968.
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Náměstí Republiky. En la Plaza de la República el mercado está distribuido en dos puntos, junto al acceso al Corso Café y al supermercado Billa y llegando a la puerta del Centro Comercial Palladium, desde las escaleras de acceso al Metro.

Náměstí Míru. En la Plaza de la Paz, a los pies de la imponente Basílica neogótica de Santa Ludmila (Kostel Sv. Ludmily).
Náměstí Jiřího z Poděbrad. En la Plaza de Jorge de Poděbrady y a los pies de un edificio de formas muy curiosas y, digamos, sencillas, opuestas a las de la Basílica de Santa Ludmila. La Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús (Kostel nejsvětějšího srdce Páně) fue construido a finales de los años 20 del pasado siglo y desde fuera, que me disculpen los puristas, tiene forma de gigantesca tumba con su correspondiente lápida.
Como veis, lo difícil en estas fechas es ir a Praga y no pasar por delante de un mercado navideño. Hay además exposiciones de belenes y actuaciones de coros cantando villancicos entre otras actividades típicas de estas fechas. Claro que, como he dicho, Praga es una ciudad digna de visitar en cualquier fecha.
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