Vistas a 360 grados en pleno barrio gótico de Barcelona

El campanario de la Basílica dels Sants Màrtirs Just i Pastor

Vistas a la cercana Catedral de Barcelona
Vistas a la cercana Catedral de Barcelona

Cuando menos te lo esperas, viene Barcelona y te regala una nueva sorpresa. Cuando pensaba que ya dominaba notablemente los barrios históricos de la ciudad como el Gótico, la Rivera, el Raval o la Barceloneta el otro día me decidí a entrar a una iglesia cuya fachada había visto cientos de veces pero nunca me había dignado a entrar.

Con un nombre poco amable para los folletos turísticos, la Basílica dels Sants Màrtirs Just i Pastor se encuentra en la plaza de Sant Just justo entre Sant Jaume y la Vía Laietana. Es difícil hallarse en un lugar tan céntrico y a la vez quedar desplazado de las visitas habituales de las hordas de turistas que se acercan a Barcelona.

De perfil gótico, la iglesia se levantó sobre una antigua construcción románica y otra visigoda. De hecho, se tiene constancia que el recinto ha cobijado culto cristiano desde el siglo IV. El interior de la iglesia es de un gótico sobrio con un magnífico retablo renacentista. No obstante, no fue la nave ni las capillas laterales los que llamaron más mi atención. Al lado izquierdo de la entrada observé un cartel que anunciaba «Visita al campanario 2 euros«. Desconocía ese campanario y reconociendo que me encontraba en pleno centro de la ciudad me animé a pagar los dos euros y subir las escaleras de caracol con sus 174 peldaños y 35 metros de altura.

Retablo de la Basílica dels Sants Màrtirs Just i Pastor
Retablo de la Basílica dels Sants Màrtirs Just i Pastor
Vistas al puerto de Barcelona
Vistas al puerto de Barcelona

A pesar de que ya eran las 12 del mediodía resulté ser el primer visitante del campanario de la Basílica dels Sants Màrtirs Just i Pastor. Al llegar al último peldaño tuve que empujar la puerta de madera y dejarla abierta tal y como me había aconsejado la mujer que me cobró los dos euros en la entrada (ni tan siquiera cuentan con billetes acreditativos). De hecho, es posible que fuera el primer visitante en días y tras contemplar las vistas a 360 grados de Barcelona en pleno gótico me di cuenta que el campanario de Sant Just es uno de los gran tapados del turismo en Barcelona todavía por explotar. Que siga así a ser posible un buen tiempo más.

Su cercanía con la plaza Sant Jaume con su Ayuntamiento y Generalitat nos ofrece el sonido de ambiente de la manifestación de turno de ese mismo día.

Frente a nosotros, al norte, se despliega la Catedral de Barcelona. Nos encontramos a una altura superior a las terrazas que suelen pisar los turistas en su visita y la cercanía de no más de 300 metros de destancia nos ofrece una vista inusual y sorprendente. La sierra de Collserola a modo de fondo nos da un fantástico encuadre final a la fotografía.

Vistas al noreste con la iglesia del Pi en escena
Vistas al noreste con la iglesia del Pi en escena

Al este se levanta Montjuic y todos los elementos arquitectónicos que poblaron la montaña mágica durante los Juegos Olímpicos. Más cerca destaca la presencia de la iglesia de Santa María del Pi y unas cuantas terrazas cuyos amos gozan en el barrio gótico de una experiencia anónima envidiable.

Al oeste la Sagrada Familia, la torre Agbar, el barrio del Born y una insólita vista al enigmático y colosal edificio de Comisiones Obreras en Vía Laietana que por su aspecto de abondono cualquiera diría que más que sindicales lo frecuentan los fantasmas.

Vistas al oeste con la Torre Agbar presidiendo la imagen
Vistas al oeste con la Torre Agbar presidiendo la imagen

Un poco más al sur gozamos de unas vistas a Santa María del Mar difíciles de obtener desde cualquier otro punto. Mi iglesia preferida en Barcelona se encuentra encajonada en el barrio de la Ribera y apenas uno puede disfrutar de su envergadura. Desde el campanario de Sant Just podemos admirar su estructura prácticamente al completo con un curioso contraste con los modernos edificios de la costa como la torre de Gas Natural y las torres MAPFRE.

De cara al mar disfrutamos de vistas al puerto, de la carísmatica escultura del hotel Vela y del peregrinaje inacabable del teleférico que une la torre de San Sebastián con Montjuic.

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Vistas a Santa María del Mar y las Torres MAPFRE
Vistas a Santa María del Mar y las Torres MAPFRE

Al bajar nuevamente los peldaños entablé conversación con la mujer que cuida de la entrada al campanario. Me puso en conocimiento que a finales de este mismo 2015 se terminaron toda una serie de excavaciones donde descubrieron una cripta y una tumba del siglo VI e incluso los restos de un centenar de víctimas de la peste que azotó la Europa medieval. Desde entonces el acceso al campanario también está abierto al público aunque la iglesia recibe una relativa frecuencia de turistas en comparación con sus vecinos gaudinianos y demás imprescindibles de la agenda cultural barcelonesa.

En la actualidad la iglesia sigue la tradición de la comunidad de San Egidio. Entre otras actividades destaca su tradicional comida de Navidad el día 25 de diciembre con las puertas abiertas para los más necesitados.

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