Tras pasar la mañana de paseo por la zona del Westerpark, degustar un originalísimo menú y pasear en barco por los canales de la ciudad, por la noche nuestros guías nos llevaron a uno de los lugares más visitados de Amsterdam, pero para conocerlo de una forma diferente a la habitual.
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La noche de los viernes en el Museo de Van Gogh tienen algo de especial.
Los dirigentes del museo han querido atraer a la gente joven al museo y para ello organizan una noche a la semana en la que los visitantes no sólo pueden disfrutar de las habituales obras de arte de la muestra, sino que además pueden hacerlo mientras se toman una cervecita -Heineken, cómo no-, escuchan música -pinchada por un DJ en directo- y ven proyecciones de los cuadros en las distintas paredes del museo, pasando el visitante a ser parte de la exposición.
Nosotros fuimos acompañados de nuestra guía, que nos hizo una breve introducción antes de entrar y perdernos por las distintas salas que muestran las grandes obras de un artista que murió pobre y ahora no sabría que hacer con la inmensa fortuna generada por su obra.
Una forma diferente y chill out de disfrutar del arte.
Sitio Oficial Van Gogh Museum
TFW
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