Acabo de regresar de pasar una semana con amigos en la República Dominicana. A priori, tenía mis dudas sobre el tema de utilizar, por primera vez en mi vida, una de las ofertas de Todo Incluido que tanto salpican las páginas de periódicos y revistas de viajes. El resultado me demostró que mis preocupaciones no tenían razón de ser. Una gran experiencia que desarrollaré un poco más en otros artículos sobre este viaje.
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Estando alojados en Punta Cana -en la parte Sureste del país- quisimos dejar la plácida vida del resort, opíparas comidas de calidad y ron del bueno para conocer alguna parte más del país.
Tanto en los hoteles como en la playa os vendrá gente a ofreceros diversos tours como Samaná, Isla Saona, Santo Domingo…etc…etc. La atracción turística más cercana a la zona es Isla Saona, así que nos decantamos por este destino.
El precio del tour oscilaba entre 60 y 80 dólares, según las ofertas que tuvimos y lo que pagaron el resto de compañeros de nuestro grupo. Nosotros lo tomamos por 60, aunque por los tours de características similares que he hecho en otros países, me parece un precio caro.
Nos recogieron en el hotel a las 7 de la mañana. No os fiéis del clima que haga en Punta Cana en ese momento porque estaba lloviendo sin parar y sólo se veía negrura en el horizonte, sin embargo era un día radiante cuando llegamos a Isla Saona. Es lo que tiene el clima inestable de la época de huracanes en la zona. La verdad es que tuvimos bastante suerte.
Nos llevó unas 2 horas de viaje -incluyendo una breve parada de 15 minutos en los típicos almacenes de cosas turísticas- para llegar al puerto donde nos esperaba un gran catamarán donde nos juntaríamos todos los turistas de los distintos grupos que llegaban casi al mismo tiempo.
Unos 45 minutos de catamarán a ritmo de reggaeton, bachata, merengue y ron con coca cola, sin hielo pero fresquito. Estuvimos conociendo gente aquí y allá y comenzaron los bailes con gente de la tripulación. La verdad es que todo el tema hace que la navegación se pase volando pero os aconsejo que no abuseis demasiado del ron porque hubo gente que lo pagó bastante caro.
Divisamos isla Saona y comenzamos el desembarco hacia su playa principal -o al menos más turística- en lanchas a motor. Allí nos dieron un par de horas en las que comimos del buffet que tenían organizado y nos bañamos y paseamos durante un rato. El Sol que caía era de justicia. Un Sol caribeño que te quemaba hasta las pestañas, así que pasamos la mayor parte del tiempo a remojo.
Yo había leído en la Rough Guide de la República que se podía acceder a otra playa totalmente deshabitada en la que poder disfrutar de la arena blanca y aguas cristalinas de forma casi privada. Pregunté a los guías pero me comentaron que esa zona estaba mucho más alejada de lo que yo decía y, con el poco tiempo que teníamos, era imposible hacer el camino de ida y vuelta. No sé si era verdad o sólo lo dijo para mantenernos en el redil con los demás turistas -no me gusta mucho la sensación de sentirme un borrego siguiendo a todos los demás- pero el caso es que al final no fuimos.
Después de las 2 horas en la isla nos llevaron a un lugar que llamaban la Piscina. Es simplemente aguas un poco alejadas de la costa donde no existe apenas profundidad. Algunos se hicieron fotos con estrellas de mar que encontraron en el fondo marino, pero yo encontré bastante más emocionante el ver una raya de cerca por primera vez en mi vida. Aun así, la visibilidad -incluso con gafas de bucear, que debes traer tú porque no te las dan- era bastante mala.
Trás la piscina y algunos rones más -a estas alturas ya había más de uno y más de dos echando la pota por la borda- las lanchas rápidas emprendieron el regreso a puerto en una carrera con saltos bastante guapos.
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En resumen: es una buena opción para dejar la monotonía del resort pero que nadie espere una excursión en la que se vean islas increíbles ni peces de colores rodeados de coral porque no es el caso. Lo dicho, me pareció mucho dinero para la calidad de la excursión, aunque los dominicanos la hacen divertida como todo lo que tocan con su buen humor y buena disposición para todo.
Hola amigo,
Muy bueno el informe de este viaje, se nota que la has pasado de diez!
Saludos!