A principios del siglo XX los tranvías empezaron a decorar las calles empedradas del centro de Lisboa y a unir los barrios encaramados en las colinas que lo rodean. Han pasado más de cien años y lo siguen haciendo convertidos en el icono mas emblemático de la ciudad.
Los tranvías antiguos de color rojo o amarillo, efectivamente, apelan a la imagen de la capital lusa y una simple imagen en penumbra, con colores ocres y un antiguo tranvía amarillo circulando trasmite indudablemente los recuerdos de Lisboa a cualquier viajero que alguna vez haya pisado la ciudad.
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Hace unos años el ayuntamiento valoró la posibilidad de eliminar los tranvías viejos de la ciudad por su laborioso coste de mantenimiento. No ganaban en reparaciones y las nuevas líneas de autobús podían cumplir las funciones de transporte de manera más efectiva y económica. No obstante, la Oficina de Turismo estuvo atenta al dilema y no dudó un solo instante en valorar la situación y consiguieron mantener las líneas de tranvía más turísticas para conservar el icono más reconocido de Lisboa.
Durante nuestro periplo por Lisboa visitamos los miradores más fotogénicos de la ciudad y para ello usamos los elevadores y tranvías que unen las siete colinas que circundan la capital. En cualquier estación de metro u oficina de correos podréis adquirir una tarjeta que precisamente lleva el nombre de Siete Colinas y os permitirá el uso de transporte público por la ciudad sin límites de trayectos por 5 euros el día.
Sin duda, es una forma ideal de vagar por la ciudad, subir a cualquiera de los tranvías de Lisboa, apearse en cualquier mirador y seguir la ruta de visita alternando el callejeo y el transporte público.
Entre los tranvías y recorridos más emblemáticos cabe destacar la línea 28 cuyo recorrido se inicia en la plaza Martín Moniz -es recomendable subirse al tranvía en esta parada y no en otra ya que suele ir a tope y de esta manera podréis aseguraros de un buen sitio en su interior- se eleva por las cuestas de Graça, sigue su curso el barrio de la Alfama, la zona del Castelo, la céntrica plaza de Comerço, el barrio de Chiado para finalmente subir al Bairro Alto.
En el interior del tranvía 28 veréis a más turistas que locales pero merece la pena ya que cubre los barrios más representativos de Lisboa y os podéis apear en los múltiples puntos turísticos y miradores más bonitos de la ciudad.
Recalco nuevamente la importancia de subiros al tranvía 28 en su primera parada en la plaza Martín Moritz ya que en temporada alta es probable que ni tan siquiera acepte pasajeros en otras paradas al ir al completo.
La línea de tranvía 12 también es una interesante opción para llegar a la zona del Castello. Nosotros nos alojamos en un apartamento cerca del Castillo y la usamos frecuentemente. Desde la céntrica Praça de Figuera realiza un recorrido circular hasta el Mirador de Santa Luzia, pasando por la Catedral de Lisboa volviendo al punto de inicio a través del barrio de Chiado.
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Gracias Miguel! Corregido
En el texto figura la plaza de Martín Moritz, la plaza se llama de Martín MONIZ, por si estiman conveniente comprobar y rectificar. Un abrazo del canariodelcampo
En un momento han puesto la plaza de Martín Moritz, la plaza se llama de Martín MONIZ, por si estiman conveniente comprobar y rectificar. Un abrazo del canariodelcampo
A disfrutar del buen callejeo chicos!
Esta entrada nos va genial para este año que haremos una escapada a Lisboa. Una de las ciudades a la que le teníamos muchas ganas y aún no habíamos podido ir!!! :)
Mañana me subiré en él que llego a Lisboa :D