Estando en Sydney decidimos alquilar una furgoneta para recorrer, en una semana más o menos, la distancia hasta Melbourne.
La distancia entre ambas -si vas por el camino más corto- es de algo más de 900 kilómetros pero acabamos haciendo casi unos 1.600 porque nos desviamos a ver distintos lugares.
Ya os conté anteriormente nuestra visita a las Blue Mountains – Montañas Azules-, primer lugar donde pasamos la noche al salir de Sydney.
Después continuamos rumbo sur hacia la pequeña ciudad de Goulburn y, desde allí, comenzamos a buscar de nuevo salida hacia la costa Este de Australia. Era casi invierno y sabíamos que no podíamos esperar encontrar playitas donde poder bañarnos y demás, pero aun así nos habían comentado que pasaríamos por una serie de bellos pueblitos costeros donde sería agradable parar a comer y dar un paseo.
Nuestra primera parada fue Batemans Bay. Es un pueblo que rebosa de actividad y gente en verano pero no es la gran cosa en la época en que fuimos. Además se pueden ver ballenas y delfines en temporada. Dimos un paseo por el puerto y comimos algo en el centro comercial. Tras un par de horas seguimos rumbo sur hacia Moruya.
Este pueblecito sí merece la pena. Os aconsejo hacer la carretera que lleva hasta Moruya Heads, recorre la costa y tiene muy buenas vistas. Después podéis pasar la noche en el pequeño camping de Congo, también situado en una zona privilegiadad con vistas envidiables.
Fue en esta pequeña carretera donde nos pasó nuestro primer canguro como una flecha por delante del coche. Menos mal que íbamos muy despacito y no le llegamos a atropellar.
Al día siguiente descubrimos, por casualidad, uno de los lugares más bonitos que vimos en la ruta: el Bingie Point. Fue camino del Bingie donde vimos nuestro primer grupo numeroso de canguros en estado salvaje. Fue espectacular y el colofón llegó cuando seguimos por esa carreterita comarcal y desmbocamos en un trozo de costa de los que quitan el aliento.
La playa era magnífica, en consonancia con el día soleado que nos había salido, y apenas había gente. Hay muchos trekkings de distinta duración que parten desde el mismo aparcamiento. Creo que uno de los más espectaculares debe ser el que va recorriendo toda la costa en dirección Norte, hacia Moruya Heads. Nosotros no teníamos tanto tiempo así que dimos un paseo por la zona y yo me fui a correr un rato por aquella playa desierta. Después me metí al bravo y frío mar junto con un abuelo y un surfista que acababan de llegar.
Aunque estaba helada y no podías llegar muy adentro -por las rocas y tremendas olas- al salir noté como la sangre me rejuvenecía músculos y piel. Una sensación extraordinaria secarse al solecito austral.
Los pueblecitos de Narooma, Pambula y Eden son los últimos que visitamos en la magnífica costa Este australiana porque después la carretera 1 vuelve hacia el interior y cruza la frontera de New South Wales para adentrarse en el estado de Victoria, del que Melbourne es su capital.
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Ya en la noche cruzamos los parques naturales de Alfred y Lind para adentrarnos más tarde en la que dicen es la ciudad más cosmopolita de Australia: la gran Melbourne.
GUAO´, WHAT BEAUTIFUL LUGAR LASTIMA Q SEA UNO DE AQUELLOS Q MENOS SE VISITAN ´´ANIMATE Y VISITALO