Dónde comer en Varsovia, tres (más una) opciones para todos los paladares

Puede que visites Varsovia en pareja, en grupo o solo. A lo mejor pasas por allí como una flecha, es una escala porque allí está el principal aeropuerto del país, y tu idea es recorrer Polonia (tal vez intentando ver bisontes salvajes) pero Varsovia puede ser tu primer contacto, o el último de este viaje, con la cocina polaca.

Olvida las hamburguesas de multinacionales y los omnipresentes kebabs (ya tendrás ocasión, por prisa o economía, para ello) y toma nota de estas tres recomendaciones de restaurantes para todos los bolsillos. Agarra tus primeros o últimos złote (zloty o PLN es la moneda nacional porque Polonia es muy europea menos para tener el euro) y vete buscando mesa en el Cud Miód, Klubokawiarnia Grawitacja o Dawne Smaki.

Cud Miód

Después del éxito del Cud Miód en la ciudad de Łódź, sus dueños decidieron abrir otro restaurante del mismo nombre en la capital del país, y lo han hecho en el mismo centro de la ciudad. El Cud Miód de Varsovia se encuentra a pocos metros del Hotel Metropol del que ya os he hablado y de las principales estaciones de tren, metro y tranvía (así que llegar al restaurante es incluso más fácil que encontrar una sidrería en Asturias).

En verano se instalan mesas altas en la terraza/acera (para beneficio también de los fumadores), dadas las buenas temperaturas de Varsovia. Al local se accede a través de una zona de venta de productos como quesos, aceites, pastas y vinagres, por si quieres llevarte a casa algo que hayas probado durante la cena (o comida o desayuno, pues están abiertos todo el día).

El local es casi diáfano, sólo las columnas del edificio interrumpen lo que de otro modo sería una visión sin obstáculos desde la puerta hasta la (visible) cocina al fondo. La decoración juega con elementos rústicos, madera sin tratar como material para sillas y mesas y ladrillos para las paredes (de las que, no es que necesitéis poneros gafas, cuelgan varios cuadros pixelados).

Me dijeron que las sopas (zupy) son platos muy polacos así que me pedí una como entrante y para el primer plato me lancé a por una riquísima hamburguesa. Dejo que las imágenes que acompañan al post hablen por sí mismas.

Sopas por 16 PLN, hamburguesas (con patatas fritas o ensalada de col) desde 26 PLN y Pierogi (típicos de Polonia, son como raviolis con distintos tipos de relleno) por 24 PLN, cerveza Tyskie de 0,5l por 8/9 PLN son algunos de los platos y precios del amplio menú.

El Restaurante Cud Miód en Varsovia ofrece buena comida a precios moderados (la mayor parte de los platos principales rondan los 40 PLN) en un ambiente apto tanto para un grupo de amigos (que lo había cuando cené yo) como parejas (que también las había).

Klubokawiarnia Grawitacja

Es un café. Es un club. Es un restaurante. Grawitacja es todo eso según la hora del día aunque yo sólo lo conocí (y salí bien satisfecho) como restaurante. Me quedé con las ganas de conocerlo como club pero ¿no dicen que hay que dejar algo para un segundo viaje?

El Grawitacja se encuentra cerca de dos puntos de interés para su clientela más habitual, la Universidad de Varsovia y la Biblioteca de la Universidad, a pocos metros del río Vístula. Anticipe el lector un ambiente bohemio y heterogéneo, como las sillas del salón de la parte de atrás, cada una proveniente de una casa distinta (lo cual tiene su encanto).

Que el menú venga en una sola (y enorme) hoja plastificada tiene el plus de encontrarnos con un detalle en el borde: un paso a paso del Ministry of Silly Walks (el Ministerio de Andares Tontos), un sketch clásico de los Monthy Python. Si, amigo lector, yo también tengo mis momentos frikies.

El Grawitacja ofrece comida sencilla y básica, lo que esperan sus clientes y lo adecuado para bolsillos y estómagos que tal vez estén más interesados en líquidos que sólidos. Y aún así, está rico.

En el menú hay ensaladas de 18 a 24 PLN, sopas de 6 a 9 PLN, sandwiches con nombres espaciales de 10 a 12 PLN, pierogi por 12 PLN, pastas de 16 a 22 PLN. Yo me decanté, atentos al toque pícaro, por una “Orgía Oriental”, el enorme plato de la foto, con trozos de pollo asado shwarma con queso por sólo 20 PLN. Además de que estaba rico me dejó bien lleno hasta la cena.

Las camareras, como se puede ver en la foto, son tímidas ante la cámara pero simpáticas cuando no las enfoca el objetivo. Y cuidado con los piropos, que aunque Veronika no habla español, Kasia sí que lo hace.

Dawne Smaki

Puede que esté enclavado en una de las calles más turísticas de Varsovia ( y a sólo dos paradas en tranvía del centro) pero aunque sólo taxis y autobuses circulen por ella, en verano no os quedéis en la terraza sino que mi recomendación es cenar en su tranquilo jardín interior.

El Dawne Smaki tiene cuatro zonas para comer, la terraza, un salón interior al nivel de la calle, varias zonas en el sótano y el jardín que os he comentado antes. Si vas en pareja, la escasa iluminación de este último tiene el toque romántico que buscas para dejar una buena impresión al comienzo de la noche (cómo acabe esta ya depende de ti, yo sólo te puedo echar una mano hasta aquí).

Dawne Smaki es un restaurante especializado en comida polaca clásica, esa que cuando la pruebas te trae recuerdos de la infancia o de tu pueblo (si eres polaco). Si te preguntas el porqué de no tener ninguna foto de la comida es por el toque romántico que mencionaba antes. Ante la ausencia de luz, no hay manera de hacer una foto del plato sin dejar ciego, con el flash, a tus compañeros de mesa.

Algunos platos del menú son Żurek staropolski por 19 PLN (mi elección, una sopa tradicional con champiñones, bacon ahumado, salchicha, huevo) y como principal Pierś z kurczaka por 32 PLN (también mi elección, pechuga de pollo en salsa de naranjas con manzanas asadas y canela).

Warszawa Wchodnia

Me vais a permitir la licencia de terminar este post sobre dónde comer en Varsovia hablando de un restaurante donde no he comido. Sí, rompiendo la norma habitual, a veces uno se permite estos detalles, pero puedo explicarlo ¿eh?

Durante mi visita a Varsovia visité Praga Sur, y no es que tanto viajar me haga confundir ciudades (al menos en este caso). Praga Sur es uno de los distritos de la capital de Polonia y cuna desde hace más de un siglo de naves, fábricas y estaciones de ferrocarril para transportar tanto materias primas como productos finalizados.

Tras el lejano pasado industrial de la zona se produjo el previsible declive de hace unas pocas décadas pero aquí ha surgido un movimiento para revitalizar los edificios y el vecindario. La idea es convertirlo en el SOHO de Varsovia y crear un lugar donde artistas de todos los campos puedan expresarse y compartir sus proyectos.

Y como la gastronomía es todo un arte y un proyecto que se reinventa cada día, aquí ha venido a instalarse el chef Mateusz Gessler con su restaurante Warszawa Wchodnia (Varsovia Este, el nombre de la que era la estación de ferrocarril aquí), el quinto que abre.

En lugar de un sitio pijo y famoso, se vino a una zona en renovación. La jugada le ha salido bien porque, me cuentan, hay que reservar mesa con antelación si o si. Y eso que el restaurante está abierto los 24 horas, como si fuera una farmacia de urgencia o, más apropiadamente, un oasis culinario cuando según el reloj sólo podemos encontrar abiertos locales donde sirvan comida rápida.

Como podéis apreciar en las fotos, los comensales y los cocineros están a la vista unos de otros. Se puede comer a un metro de donde te preparan la comida, puedes ser tú quien cocine (hay talleres de cocina y también alquiler de instalaciones) o puedes – bajo demanda y presupuesto – tener a Mateusz Gessler cocinando exclusivamente para ti lo que tú le pidas.

Si hacéis una visita a Praga Sur, pasaos por Soho Factory y tomaos algo en la terraza de (o probad la comida y me lo contáis) Warszawa Wchodnia.

Como mínimo, entrad a ver el piano ballena.

La cocina de Polonia está inspirada en el campo, en la agricultura y en la matanza. La sopa y la carne están presentes en la mayoría de los menús que os vais a encontrar en el país.

Si en un viaje a Varsovia tenéis la ocasión de probar cualquiera de estos tres (más uno) restaurantes, contadme si os ha gustado la comida.

Desde luego, yo no volví más delgado de Polonia.