Gracias a un sorteo en Facebook organizado por VisitMalta tuve la fortuna de ser uno de los elegidos para formar parte de la tripulación a bordo del velero que representa a la oficina de Turismo de Malta en las competiciones de la Audi MedCup que se celebran en aguas de Barcelona.
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Antes de llegar al muelle no sabía lo que me esperaba. Anteriormente había tenido una experiencia en velero con un amigo en Irlanda pero los gintonics que nos tomamos a bordo no ayudaron mucho a retener los recuerdos de aquella jornada. Además, participar en la Audi MedCup significa meterse de lleno en una competición con profesionales y no tenía nada claro lo que me iba a esperar. Unicamente sabía que debía acudir con ropa deportiva, acreditarme y acercarme a la sala VIP que la organización de Audi MedCup había organizado en el Moll de la Fusta de Barcelona.
Al llegar me ofrecieron una camiseta, un salvavidas y me indicaron las pautas a seguir. Debía sentarme en la parte trasera de la embarcación y no realizar ningún tipo de ayuda a los regatistas. El jurado penaliza automáticamente a los participantes si observa que los invitados echan una mano a sus compañeros en las labores de pilotaje. Eso me relajó. No tendría que aprender o liarme con las cuerdas a marchas forzadas sobre un velero a ritmo de Formula 1 sobre el mar.
La hora de salida se retrasó por culpa del escaso viento y tuvimos que esperar una hora y media antes de partir hacia la ficticia linea de salida en alto mar.
Una vez en la embarcación conocí a los regatistas que me iban a llevar a mil por hora sobre las aguas y rápidamente observé que todo eso no era ninguna broma. Me encontraba entre expertos regatistas preparados para una competición en alta mar. Entre ellos el armador Jesús Turró, el olímpico Luís Martínez Doreste, el cuarto clasificado en el pasado mundial de Snipe Alfredo González, el preolímpico de Tornado Javier Padrón, Alfredo Mella, Natalia Díaz, Xavier Rodríguez, Iago López y Roman Turró.
Finalmente, salimos del muelle junto a otros veleros como el famoso Bribón o el Quantum Racing americano y nos dirigimos a la línea de salida ficticia que daría inicio a un tipo de experiencia muy alejada de la mochila, los hostels, los problemas de visado y aventuras de montaña que solemos contar en Viajablog.
En la Audi MedCup existen dos modalidades en relación a las características de los barcos que compiten: la serie 52 y la 40. Nuestra embarcación formaba parte de esta última.
La salida fue tan frenética que no entendí nada. Al cabo de unos minutos no sabía si la competición ya había empezado o seguíamos dando vueltas al barco oficial de la Audi MedCup. Disculpad mi ignorancia pero era la primera vez que veía una regata y encima era en directo y en carne y hueso. Concentración, fuerza y maña destilaban del velero y no quise molestar a los competidores con preguntas de principiante.
Como invitado me aposté en la parte trasera de la embarcación e iba desplazándome de un lado a otra para evitar el palo y las cuerdas en cada una de las maniobras de cambio de orientación. En algunas maniobras parecía que surcábamos el mar de forma casi vertical.
La competición duró más de una hora. Navegamos desde el muelle de Barcelona realizando un recorrido que nunca logré entender haciendo un zigzag continuo que se extendía desde la montaña de Montjuic hasta el Forum.
A pocos minutos de terminar la prueba se acercó un barco jurado y nos levantó una bandera roja de penalización. No entendí nada y de la indignación estuve punto de gritar «Arbitrucho!» Por lo que entendí, habíamos remado con viento a favor y eso estaba penalizado. Cumplimos la sanción realizando una vuelta entera y proseguimos en dirección a la meta ya sin opciones de llegar en los primeros puestos. Personalmente me daba enteramente igual. Me lo había pasado fenomenal en esa nueva experiencia sobre el mar. Sin embargo, me sabía mal por los compañeros de viaje que tan buena regata habían realizado y esa penalización les hacía retroceder posiciones en la clasificación.
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Cuando finalizó la prueba una lancha de la organización me recogió de la embarcación y emprendimos rumbo al puerto de Barcelona. Esta vez con el motor en marcha y disfrutando de las vistas del litoral de Barcelona desde Montjuic hasta Mataró y degustando esa hora de emociones fuertes que había pasado sobre el mar. Todo un lujo que pude disfrutar gracias a la invitación de Visit Malta.
Qué experiencia más chula ;)
@aitor_vca jeje me dieron una camiseta roja. Al ser invitado tienes que destacar en color rojo para que el jurado te identifique. Y el traje de marinerito te lo pones tu en Malaga! xDD
@sergi La verdad es que a tanta velocidad ni se te pasa por la cabeza marearte!
Ese olor a salitre….
Muy buen video!!!
No te mareaste??
Jeje que bueno, me hubiera gustado probar algo así!
Para la próxima, ponte el traje de marinerito de la comunión que no combinas con el barco… xD
JD