Londres es cara. Muy cara. Hoy mismo, un billete normal de metro te sale por la friolera de 4 libras, es decir, más de 5 euros.
La manera más económica para viajar en Londres durante tus viajes es agenciarte con una Oyster card. De hecho está diseñada para los que viven y se desplazan diariamente por la ciudad pero, sin duda, si tenemos pensado subirnos al autobús o al metro cada dos por tres durante unos cuantos días, va a ser la mejor solución para movernos por la capital británica. Sirve para el metro, el autobús, los trams, el DLR y algunas líneas de trenes en Londres.
Se trata de una tarjeta que puede comprarse en los off-license y algunos delis acreditados. Uno se la compra y carga el dinero que le apetece. Para realizar la primera tarjeta se pagan tres libras de depósito y luego se carga lo que uno crea conveniente. Hay un límite de 90 libras y calculando que a través de este sistema los desplazamientos nos van a costar aproximadamente una libra y media ya podemos hacer los cálculos.
Otra fórmula interesante es aplicar una semana entera a la tarjeta con acceso ilimitado a las zonas 1 y 2 -mayoritariamente no vais a moveros más de estas zonas visitando el centro Londres- cuesta 24 libras. Ya lo sé. Es caro pero sin lugar a dudas os valdrá la pena si vais a estar una semana arriba y abajo por la ciudad.
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Conviene que aparte del metro le echéis también una ojeada a los autobuses. Comprobé este fin de semana que la mayoría de amigos que tengo en Londres son más amigos del autobús que del metro gracias a sus múltiples variantes -aunque igual también será porque es más fácil colarse…-