Al llegar a Antibes no podíamos tener un lugar mejor donde dormir. Unos amigos nos hospedaban en su propia casa y disfrutamos del calor de la amistad, de una espectacular terraza y de todos los consejos que un local te pueden ofrecer para visitar Antibes y los secretos que esconde la costa azul francesa.
Antibes se encuentra en el corazón de la ribera francesa y antes de llegar me esperaba encontrar enormes yates anclados en el puerto, unos cuantos Bentleys circulando por las calles y un buen repertorio de Rolex provocando dolorosos esguinces en las muñecas de los transeuntes. Me equivocaba. Antibes se encuentra entre Cannes y Niza y apenas a unos cuarenta kilómetros de distancia de Mónaco. No obstante, las calles de Antibes desprenden un ambiente local de clase media y turistas franceses alejados del habitual lujo que nos imaginamos por las calles adyacentes al Casino de Montecarlo.
En mis años de facultad pasó por mis manos la novela Tender is the night de Scott Fitzgerald y fue una sorpresa recordar que la obra fue ambientada en Antibes. La turbulenta historia de Nick y Nicole que describe el escritor americano en su novela se ambienta en el lujo y la elegancia del turismo de la costa azul durante los años 30. No en vano, el mediterráneo francés es pionero en la escuela turística y puede verse en algunos edificios llamativos de la costa.
Durante los días en que permanecimos en Antibes los aprovechamos entre otras cosas para disfrutar de la playa y pegarnos unos buenos chapuzones.
Antibes goza de un par de playas que sin ser nada del otro mundo ofrecen una variada oferta. Existe una playa central justo al lado del puerto donde encontraréis a los habituales del pueblo. Es pequeña y se halla justo bajo las antiguas murallas de la ciudad. Esta proximidad facilita el baño y la posibilidad de combinar la jornada con todo tipo de actividades por el casco viejo de Antibes. La playa es relativamente pequeña por lo que acostumbra a estar masificada durante el mes de agosto aunque al menos la vi bien limpia.
A unos pocos kilómetros al norte de Antibes encontramos una larga playa que se extiende hasta Cagnes sur Mer. La carretera principal sigue la playa y se puede aparcar junto a ella. Además vimos unos cuantos parkings de arena gratuitos. La playa y la roca se va alternando en una extensión de unos 10 kilómetros de largo equilibrando el espacio sobre la arena según vuestra apetencia. Desde la misma playa tendréis vistas a los antiguos y míticos hoteles turísticos que dan imagen a la costa azul.
El casco antiguo de Antibes ofrece un bonito paseo así como múltiples terrazas donde cenar o tomar el clásico pastís. La ciudad fue fundada por los griegos con el nombre de Antipolis aunque hoy su arquitectura destila elementos arquitectónicos de la edad media como la catedral de la Inmaculada Concepción o de épocas más tardías como el chateau de los Grimaldi que actualmente ha sido reformado y da cobijo al museo Picasso. No en vano, el famoso pintor se instaló durante una buena temporada ya que este edificio le ofrecía unas proporciones ideales para pintar unos enormes lienzos que tenía en mente.
Por cierto, justo detrás del museo encontraréis un mercado cubierto de estilo típico provenzal que abre todas las mañanas excepto el lunes y merece mucho la pena pasearse por él.
La avenida Amiral de Grasse ofrece un bonito paseo que podemos alternar con la antigua muralla de la ciudad. Desde aquí obtendremos vistas privilegiadas a la bahía y a la distante ciudad de Niza.
Si buscáis un buen atardecer no os podéis perder una visita al cap d’Antibes. Tanto el pointe Bacon como la plateau de la Garoupe ofrecen miradores fantásticos a la bahía donde podréis sacar espléndidas fotografías.
Pasamos un par de noches en Antibes y para despedirnos nuestros anfitriones nos llevaron de cena a un lugar bien especial.
En el cercano pueblo de Biot existe un restaurante llamado Galerie des Arcades. Ya de por sí, Biot se merece una buena visita a razón de su bonito casco medieval. Si además le añadimos un restaurante con una terraza ocupando la calle entera como si de una auténtica fiesta local se tratara, una excelente carta de platos tradicionales y un viejecito que te escribe la cuenta con lápiz en el mismo mantel obtendremos un escenario ideal para disfrutar de una auténtica noche provenzal de verano.
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Luego nos enteramos que el viejecito hacía el numerito a todos los comensales pero aun así no desmereció el encanto del restaurante y la velada. La comida fue espléndida y la cuenta que el viejo nos redactó sobre el mantel no hizo estragos notables en la cartera. Realmente un restaurante a tener en cuenta y os recomiendo encarecidamente. Eso sí, esperad una media mínima de 30 euros por cabeza.
Ains, esta publicación es un poco antigua, pero espero encontrar respuesta…
Verás Quique (o quien me pueda contestar), ya estuve este invierno de temporera en los Alpes franceses, y me gustaría continuar este verano en Francia porque estoy aprendiendo el idioma. Mi plan sería poder trabajar para poder pagarme alojamiento y comida, y poder apuntarme a clases de Francés. No es que lo domine a la perfección, pero ya me defiendo, estuve trabajando en una tienda de souvenirs allí. Soy técnico superior en turismo, pero como es normal siempre en estas circunstancias, no me importaría trabajar en lo que se pueda, de hecho, en los Alpes trabajaba en la limpieza. Tenía pensado ir a Córcega, pero un amigo me dijo que tiene un dialecto que no sabe si me permitiría aprender bien el francés, así que pensé en la costa azul. He mirado un poco por internet, y me gustan Niza, Antibes y Fréjus, aunque los vuelos van a Niza. Ya que habéis visitado estas ciudades, me encantaría conocer vuestra opinión. Muchas gracias por vuestro tiempo, un saludo!!
Asi es Mª Carmen! yo tambien me quede bien sorprendido!
Qué curioso! Yo también pensaba que sería más cara esta zona!!!
Saludos
Pues yo tambien y me sorprendio gratamente. En Antibes concretamente no podria decirte cuanto sale el alojamiento pero tanto en Antibes y Niza encontramos menus muy buenos a solo 15 euritos… una ganga! Me parecio Corcega mucho mas caro que la costa azul francesa… curioso dato
Pensaba que sería mucho más caro moverse e ir de restaurantes por la Costa Azul… no estás mal, no?