¿Quieres ahorrar dinero en Uzbekistán? Pues entonces olvida los bancos y los cajeros automáticos: cambia tus euros en el mercado negro.
Puede que la expresión te haya sugerido buscar a tipos de aspecto patibulario cuyas oficinas son callejones iluminados por farolas de luz parpadeante. Y no olvides añadir el temor de que cada coche que pasa a tu lado frene de repente y salgan de él cuatro policías que te arresten.
Haz click para más info y llévate un 5% de descuento.
Lo siento, pero eso es sólo una fantasía de cine negro porque el mercado de cambio de divisas en Uzbekistán es más extraoficial que ilegal, una situación provocada por medidas administrativas – la regularización de un mercado al estilo soviético – del Banco Central. La brecha entre el cambio oficial y el de la calle llegó a ser de un 400% hace unos años aunque hoy ha descendido a niveles menos escandalosos.
Por poner un ejemplo, en Septiembre/Octubre de 2011 el dólar estadounidense se cotizaba a 1.741 soms – el nombre de la moneda local – en cualquier banco o establecimiento donde se aplicara el cambio oficial. Pero en el mercado negro por cada USD que cambiabas podías recibir unos 2.300 soms: casi 600 soms de diferencia que al multiplicarlos por 200 te pagan una semana de alojamiento en habitaciones individuales con baño propio.
Eso sí, prepara una bolsa para llevarte tus soms porque el billete más grande en circulación es de 1.000 soms así que si cambias 200 USD te llevas la bonita cifra de 460.000 soms o unos cuatrocientos billetes de 1.000 y probablemente 120 de 500 soms.
Los gastos habituales son manejables con billetes de 1.000: un taxi por Tashkent – según la distancia y vuestra habilidad para negociarlo – cuesta de 3.000 a 5.000 soms, una comida unos 5.000 soms, una botella de agua de 1.000 a 1.500, según su tamaño, etc. Pero os aseguro, y en el vídeo que tenéis aquí debajo os lo demuestro, que 100 euros en soms son muchos billetes para llevarlos en el bolsillo.
La diferencia entre el cambio oficial y el extraoficial juega a tu favor en un aspecto muy concreto, la compra de productos o servicios proporcionados por el Estado, pagables en dólares o en soms al cambio oficial. En el casco antiguo de Khiva, el ticket que da acceso a (casi) todos los museos cuesta 13 dólares – 10 la entrada y 3 el hacer fotos – lo que al cambio oficial son 22.633 soms…pero si habéis cambiado dólares en el mercado negro os habrán dado 29.900 soms…
Durante las tres semanas que estuve en Uzbekistán, el cambio conseguido – con regateo indispensable – del Euro fue de 3.200 a 3.600 soms. En Tashkent el lugar por excelencia para realizar el trapicheo es Chorsu Bazar, el mercado más famoso de la capital donde además de transacciones de divisas hay una compra y venta de mercancías de granjeros y agricultores.
Chorsu Bazar se encuentra al norte de la ciudad y se puede llegar en taxi – que no os debería costar más de 3.000 soms desde cualquier parte del centro – o por 600 soms en el recomendable Metro de Tashkent, tomando la Línea 2 (Azul) y parando en Chorsu.
A la salida de la estación del metro, dirigios a a la izquierda y a partir de ahí se os pueden acercar los cambistas, con bolsas de plástico que contienen millones de soms y la imprescindible calculadora, para que no quede duda – pese a la probable barrera del idioma – de a cuanto se ofrece la moneda local.
Mi consejo es que no os quedéis con la primera cotización que se os de, girad a la derecha, seguid caminando hacia Chorsu Plaza y comparad con otros cambistas. Y si no tenéis ni idea de cuanto es lo justo – recordad cerrar la conversación con un that´s too low con una sonrisa -, al cabo de diez minutos de daros un paseo ya sabréis quién y dónde os ofrece el mejor cambio.
Y no olvidéis ir con una mochila.
Reserva tu viaje con las mejores herramientas por orden de prioridad:
Foto y vídeo | Avistu
Hola JAAC,
Pues sí, ya lo viví también en Birmania y en realidad es que es parte de la cultura y del día a día, con esas diferencias de cotización y con billetes tan pequeños, es lo que hay.
Lo de comprar billetes de tren es buenísimo cuando son dos o tres personas, como yo ví, que tenían que sacar fajos y fajos de billetes de una bolsa que llevaba uno de ellos. Y, efectivamente, la cajera a meterlos en una máquina de contar como los bancos.
Un saludo,
J
Lo del mercado negro, como bien dices, tiene el encanto de lo prohibido sólo en el nombre. En cualquier sitio del país encuentras gente que te ofrece cambiar dinero, desde los mercados hasta los taxistas pasando por la gente de la calle :-O
Una de las cosas más impactantes fue ir a comprar el billete de tren desde Bujará a Samarcanda. La taquillera con su máquina de contar billetes (que hay en cualquier supermercado para que no se queden sin huellas dactilares de tanto pasar billetes) rodeada de fajos y fajos de billetes. Es más, había uno que tenía por trabajo coger los fajos y llevarlos a otra parte constantemente para vaciar el escritorio.
Ni ellos mismos están contentos con el valor de la moneda y les gustaría que lo multiplicaran por cien, ya que no hacen billetes mayores.
Desde luego que la experiencia uzbeka da para largo, el tema del dinero y del mercado negro es algo super curioso. Curioso como la palabra money y change son ya universales, aunque sean una sociedad que apenas habla english. Dichas situaciones son la caña. Creo que lo sorprende al viajero es no ya eso de no poder sacar dinero de los inexistentes cajeros automáticos de los bancos ( y el no dar con ellos en una gran capital como Tashkent). Resulta curioso como al pasar al país de sus vecinos kirguizos se puede sacar de un cajero con normalidad. En fin, contrastes y realidades de los Tanes ;)