12 consejos para alojarte en un albergue (hostel) si ya no tienes 20 años

Si eres mayor de 30, 40 o incluso 50 años, es posible que pienses que los albergues están reservados exclusivamente para jóvenes y mochileros, esos que los llaman con su nombre en inglés, hostel, que incluso da nombre a un comparador de alojamientos de este tipo. Sin embargo, los albergues modernos han evolucionado para satisfacer las necesidades de todo tipo de viajeros, incluyendo habitaciones privadas con baño, y por eso hoy os vamos a dar 12 consejos para alojarte en un albergue, aunque ya hayas dejado atrás los 20 años.

Nosotros nos hemos alojado recientemente en albergues, en el Ecomama en Ámsterdam, en el Strowis en Utrecht o en el Danhostel Aarhus City en Aarhus, ciudad que visitamos como parte de una ruta en coche por Dinamarca. Damos fe de que lejos quedan los tiempos en que albergue o hostel eran sinónimos de habitaciones enormes con decenas de literas, o cuartos de baño comunes donde lo menos común era la higiene.

Desde hace décadas, los albergues se han convertido en una opción atractiva y económica para aquellos que buscan alojamiento económico sin sacrificar comodidad o conveniencia.

Aquí tienes nuestros mejores consejos para alojarte en un albergue y disfrutar al máximo de tu viaje.

1.- Investiga y selecciona albergues adecuados a tus gustos

Busca los albergues que ofrezcan el ambiente más adecuado para lo que necesites. Si te gusta salir de cervezas cuando estás de viaje no deberías elegir un albergue que presuma de encontrarse en la zona más tranquila de la ciudad.

Y si lo que quieres es relajarte al regresar de hacer turismo, tal vez no te interese pasar la noche en un albergue que hace gala de sus fiestas y música en directo.

2.- Lee bien las reseñas y comentarios

Antes de reservar, revisa las reseñas de otros huéspedes para tener una idea de cómo ha sido su experiencia y el ambiente del albergue.

Ten en cuenta que las reseñas en comparadores de albergues como Hostelworld incluyen un dato muy importante, la edad del huésped.

Aunque pueden ser anónimas, podrás ver la edad y el género de la persona que deja la reseña, como en este ejemplo.

Es un dato relevante porque a edades distintas, y con prioridades distintas a la hora de hacer un viaje, podrás encontrar las opiniones reales de viajeros más similares a ti.

3.- Reserva con suficiente antelación

Este no es un consejo exclusivo para los albergues, es válido para todo tipo de alojamientos.

Sin embargo, no es menos cierto que por la edad media de sus huéspedes, los albergues en ciudades turísticas en época de vacaciones suelen llenarse más pronto que tarde.

En cuanto tengas claras las fechas y el destino, reserva tu alojamiento.

4.- Comprueba la política de cancelación

Por si tus planes cambian, lee las condiciones de cancelación de tu reserva. Habitualmente podrás cancelar tu reserva hasta unos días antes de tu llegada, sin coste alguno.

En caso de que cambien tus planes y tengas que aplazar el viaje, cambies la ruta o encuentres un establecimiento con una oferta, asegúrate de cancelar mientras estás a tiempo.

Mi consejo es que te pongas un aviso en el calendario, pero no para el último día en que puedes cancelar sino para el anterior, por si acaso.

5.- Comunica tus necesidades

En caso de que tengas requisitos específicos o necesidades especiales, comunícate con el alojamiento lo antes posible.

Puede ser, por ejemplo, ubicarte en una planta baja en lugar de en uno de los pisos superiores, preguntar por la calefacción o el aire acondicionado, cuantos tramos de escaleras hay, averiguar cómo de cerca está el transporte público, si tienen parking gratis o de pago, etc.

6.- Confirma los horarios de check-in y check-out

La información está por norma general en la página web, pero puede que tu vuelo se retrase o lo contrario, que llegues antes de la hora de check in.

Pregunta al albergue que pasa si llegas fuera de hora o si podrías dejar tu equipaje allí si llegas con antelación.

7.- Habitación privada o dormitorio compartido, es tu elección

El 99% de los albergues que yo he revisado cuando buscaba alojamiento ofrecían habitaciones individuales/dobles/familiares, la inmensa mayoría con baño privado.

Las habitaciones privadas tienen la ventaja en su propio nombre, la privacidad que ofrecen, especialmente porque cuentan con un baño completo. Los dormitorios, en la inmensa mayoría de los casos con camas tipo litera, ofrecen la ventaja de que son más económicos, aunque se comparte baño y este puede estar en el interior o en el exterior.

Hay soluciones mixtas, como es el caso de The Bee Hostel, con sus literas parcialmente cerradas por una pantalla de madera y, además, con una cortina para la privacidad completa.

Y hay soluciones que parecen de inspiración japonesa, como los espaciosos “hub”, las mini habitaciones individuales que podéis encontrar en el CityHub Amsterdam.

Mi consejo es que pruebes alguna vez la experiencia de compartir habitación, empezando por hacerlo en un dormitorio pequeño (de 4 a 6 personas) y en un albergue que tenga más privacidad en cada litera.

Si no te convence, lo sabrás rápido y no habrás perdido nada.

Seguro de viaje: mucho más que asistencia médica

¿Sabías que un seguro de viaje ofrece mucho más que asistencia médica? Si te roban o dañan el equipaje, si tiene que desplazarse un familiar o necesitas transporte médico para regresar a tu domicilio, todo eso saldría de tu bolsillo. Y, ojo, porque eso también te afecte aunque tengas la Tarjeta Sanitaria Europea y viajes por la UE, como os hemos explicado en este artículo.

Salvo que, como nosotros, viajes con un seguro de IATI, una compañía familiar española que siempre nos responde con profesionalidad y cercanía. Entre los seguros que ofrecen, el IATI Escapadas que cubra un viaje de 5 días a la República Checa te puede costar unos 30 € , dándote una espectacular cobertura de hasta 50.000 € en gastos de hospitalización, 910€ para desplazamiento de un familiar, 100% para la repatriación, 1000€ por robo y daños al equipaje, y muchos otros imprevistos. Además tienes un 5% de descuento a través de este enlace al contratarlo.

8.- Los 5 imprescindibles en tu equipaje

Por si acaso, que en tu maleta no falten los tapones para los oídos. Me he alojado en establecimientos que estaban encima o cerca de bares y restaurantes, o me ha tocado la habitación frente al ascensor o alguna tan bien diseñada que el cabecero de la cama daba con el baño de la habitación de al lado.

Nada puede compensar una noche sin pegar ojo, así que nunca viajo sin tapones para los oídos.

Además, en ciertos países las persianas no existen. Sus habitantes abrazan cada momento en que brilla el sol y a lo sumo hay cortinas relativamente gruesas. Si la claridad te impide dormir, llévate un antifaz o no pegarás ojo.

Si has optado por alojarte en un dormitorio, en vez de en una habitación privada, llévate sandalias para la ducha y comprueba si las toallas están incluidas. Generalmente no es así, por lo que es recomendable una toalla de microfibra, ligera y de secado rápido, como las que encontrarás en el enlace.

Aunque podrías comprarlo en recepción, tampoco olvides un candado para la taquilla que se te asigne. Aunque hay albergues en los que la tarjeta o la pulsera de acceso también sirven para abrir y cerrar taquillas, el candado sigue siendo el sistema más extendido.

Y, por último, lo más extendido es que tengas una toma de corriente junto a la cama pero si vas a cargar varios aparatos te puede ser interesante llevarte una toma múltiple, con USB, como esta.

9.- Disfruta de la compañía en las salas comunes

Frente a la “frialdad” de un hotel, una de las razones por las que la gente se aloja en un albergue, pero en una habitación privada, es porque el alojamiento es un punto de encuentro para interactuar con otros viajeros.

Esto ocurre en los espacios comunes de los albergues. Pueden ser exteriores o interiores y cuentan con sillones, sofás y mesas para mayor comodidad. Incluso si eres tímido, leer un libro en una estancia con más gente es más placentero que hacerlo encerrado en tu cuarto.

Y la mayoría de los albergues cuentan con su propio bar, con precios asequibles, y frecuentado más tarde o más temprano por todo el mundo.

Además, a otros viajeros o al personal, les puedes hacer preguntas y obtener recomendaciones de esas que no aparecen en las guías de viaje.

10.- . Participa en actividades organizadas por el albergue

Al hilo de lo anterior, de alojarte en una habitación privada pero poder socializar, muchos albergues organizan eventos y actividades para sus huéspedes.

De noches de trivial a karaokes o sesiones de cine, hay oportunidades, especialmente si viajas solo, para pasar un rato divertido con otros viajeros.

11.- Aprovecha la nevera y la cocina

Más o menos grandes, más o menos equipadas, pero una de las características comunes de los albergues es poner a disposición de los huéspedes una cocina.

Si vas a pasar más de una noche en un sitio, echa un vistazo a lo que hay en la cocina, tanto en equipo como comida. Mucha gente que viaja lleva con ellos ingredientes para cocinar, o la compran en el lugar, pero no se la llevan de vuelta y queda en una zona común para que la use quien quiera.

En mi caso, cuando viajo como mínimo me llevo café instantáneo y compro leche que guardo en la nevera (ponle tu nombre) y bollería para desayunar. Además, queso, jamón york o embutidos y pan de molde te solucionan una comida cuando estás fuera y no quieres “perder” un par de horas de luz y visitas comiendo en un restaurante.

Ahorra en tus viajes por el mundo

Tu banco te va a cobrar una comisión si sacas dinero en un cajero fuera de España, pero además aplicará una tasa de cambio de moneda si estás en un país donde el euro no sea la oficial. Para evitarlo, para pagar tus compras en establecimientos y sacar dinero en cajeros automáticos sin comisiones, nosotros usamos tarjetas gratuitas prepago como la Revolut. Encontrarás nuestra opinión, ranking de las mejores y experiencia en otros viajes en este artículo y aquí tienes los motivos por los que necesitas una tarjeta prepago sin comisiones para viajar con más detalle .

12.- Ten una mente abierta y paciente

Los albergues son lugares donde puedes conocer a personas de diferentes culturas y edades, así que mantén la mente abierta y aprovecha la oportunidad para aprender y compartir.

Escucha otras experiencias y comparte las tuyas si te sientes cómodo. Y sé flexible y paciente, precisamente porque te encontrarás gente más joven o con otras vivencias.

Información de instalaciones y servicios comprobada a fecha de publicación del artículo, pero recomendamos comprobar en los enlaces cualquier posible cambio

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