Aqaba es el resort turístico marítimo de Jordania por excelencia. Con Israel y Egipto a tan sólo unos minutos de distancia a pie y Arabia Saudí a apenas 20 kilómetros de distancia convierten Aqaba en un cruce de caminos dando lugar a las compras, los casinos, la diversión, la noche animada y el disfrute de sus playas en las espléndidas aguas del Mar Rojo.
Muchos saudíes, israelíes y jordanos de Amman vienen a este enclave para disfrutar de sus vacaciones. Las temperaturas en diciembre se mueven por los 20 grados y la espectacular costa del Mar Rojo jordano, aunque ciertamente reducida en comparación a sus países vecinos, atrae a una considerable multitud de submarinistas de todo el mundo. Efectivamente, Egipto se lleva la fama y las masas. No obstante, las costas del sur de Aqaba se llevan la tranquilidad y no echaréis de menos la calidad y riqueza del fondo marino con un llamativo coral y multitud de especies marinas.
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Jordania es un país ideal para visitar con coche alquilado. No obstante, existe una buena red de autobuses que conectan las ciudades más importantes del país. Tras mi visita a Petra me desplacé hasta Aqaba en bus público en un trayecto de unas 3 horas y disfrutando de una buena charla con mis nuevos compañeros de viaje locales.
La estación de autobuses de Aqaba se encuentra al norte de la ciudad a unos cinco minutos caminando hasta el centro. Tras contemplar desde la distancia los hoteles de gama alta de la ciudad encontré una habitación doble por 15 dinares en un hotel más acorde con mi presupuesto. El hotel se llamaba Almira. Era sencillo pero lo más importante es que estaba bien limpio así que no lo dudé. Se encuentra en un callejón a tocar de la bulliciosa calle Raghadán a pocos minutos andando hacia la playa.
La playa que nos encontramos justo frente al centro de Aqaba no es especialmente llamativa. Eso sí, merece la pena darse un buen paseo y echar una ojeada al paisaje humano que se divisa. La playa, como prácticamente en todo el litoral mediterráneo, es el reclamo ideal para familias y jóvenes para pasar el rato y disfrutar en compañía. Si además añadimos el aliciente que en Aqaba la temperatura apenas baja de los 20 grados durante los meses invierno, tenemos un espacio abierto y asequible para todos los públicos durante todo el año. Como en cualquier país árabe los locales llegan con sus shishas, sus cestas de comida y té, se meten al agua vestido aunque como mucho veréis que se bañan los pies. La gente no va a la playa para broncearse o darse largos chapuzones, se trata de un entorno social y veréis cómo los chavales alardean frente a las chicas y los mayores se montan unas buenas timbas de cartas tanto de día como de noche.
Buceo en el Mar Rojo de Jordania
Si quieres hacer snorkel o submarinismo lo ideal es desplazarte unos kilómetros al sur de Aqaba.
Existe toda una serie de playas con arrecifes de coral dignos de admiración. Tras el muelle y la terminal de ferries que parten a Egipto empieza lo bueno.
La playa con arrecifes que encontraréis más al norte y por tanto más cercana a Aqaba se encuentra a la altura del Aquamarina Diver Center. Un poco más al sur se levanta el centro de información turística –Visitor’s Center-. Frente a él podréis disfrutar de un maravilloso manto de coral asequible incluso para los que practican el buceo a pulmón libre.
En el mismo centro de información turística os podéis llevar un mapa gratuito -el mismo mapa escaneado que podéis ver a continuación- con el perfil de la costa de Aqaba donde se detallan cada uno de los lugares dignos de mención.
Así que por la mañana me llevé la toalla y tomé uno de los minibuses que parten en frente del fuerte de Aqaba en dirección a las playas del sur y a la frontera con Arabia Saudí que se encuentra a apenas 20 kilómetros de distancia.
Paré en el centro de información turístico y me di cuenta que me había olvidado el bañador. Encontré una pequeña tienda y tras un corto regateo me llevé un bañador con tiburones pintados y unas gafas y tubo para bucear de alquiler por 10 dinares. Ya tenía lo necesario para explorar los arrecifes de coral del Mar Rojo jordano hasta donde mis pulmones lo permitieran.
Empecé submergiéndome en la costa del Gorgon I y II, disfruté de los arrecifes de coral que se encuentran a pocos metros de la costa y descubrí un montón de peces de distintos colores. Me sorprendió la variedad de especies que pude contemplar en apenas unos metros. Alguno de ellos se asemejaban a una anguila, otros tenían colores turquesa, otros violeta y un montón de bancos de pequeños peces en formación. Perseguí a un par de pulpos y también puede ver una especie de serpiente de mar de color marrón con lunares violeta.
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Me subí nuevamente a la carretera e hice autostop para acercarme un poco más al sur. En esta ocasión paré en la zona de Eel Canyon, Yellowstone Reef y Blue Coral y nuevamente descubrí preciosas formaciones de coral y montones de peces revoloteando a su alrededor.
Las temperaturas en diciembre en el mar rojo oscilan entre los 20 y 25 grados. Ideal para un bañito y pegarse una buena siesta sin que el sol abrase.
En todo momento dejé la bolsa sobre mi toalla en la playa con mi pasaporte incluido y en ningún momento observé peligro alguno. No obstante, mientras buceaba no dejaba de mirar a la costa por si acaso, algo que haría en cualquier otra parte del mundo excepto desde la bañera de mi casa. Verdaderamente, la afluencia de gente era escasa en comparación con las famosas playas del Mar Rojo egipcio, solo corría por las playas una docena de locales y alguna pareja de turistas.
Volví a Aqaba haciendo autostop -ofrecí un par de dinares- y disfruté de una buena comilona en una de las terrazas que se encuentran en la calle Raghadán.
Por la tarde me aseguré del horario de los autobuses que parten a Wadi Rum y me regalé una buena sesión de shisha viendo un partido de fútbol donde mi querido Barça era animado por los locales en una terraza con pantalla gigante.
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Lo del fútbol en este país es de miedo. Cuando les dices de dónde vienes te sacan el tema Barça – Madrid a la primera y se saben el nombre de casi todos los jugadores. Los sábados y domingos los hombres se sientan en las terrazas con pantallas gigantes y se dedican a ver fútbol todo el santo día mientras le pegan a la shisha: ¡Primero la Premier y luego la Liga! En Aqaba tienes playa durante el día y fútbol por la tarde, para algunos este binomio está muy cerca del paraíso.
Hola Cin, pues la verdad es que lo desconozco. La encontré ahí en el pueblo y no te sabría decir. De todas formas, lo encontrarás fácilmente una vez ahí.
Hola de nuevo Quique.
Me podrías decir con que compañía de bus viajaste desde Petra hasta Aqaba?
Es que estoy intentando encontrar información sobre autobuses o microbuses pero no encuentro mucha cosa…
Graciñas!
Gracias por el comentario Mara. Nosotros al ser chicos ni siquiera nos dimos cuenta pero buen apunte para que la gente ande con ojo
Quería decir que me metí en una playa publica.Ni se OS ocurra chicas.O con burkini….o camiseta larga y pantalones largos negros y pañuelo en la cabeza….o tendréis que ir a una privada.
Yo fui de viaje a Jordania y se me ocurrió la brillante idea de meterme en una playa privada.Las miradas fueron matadoras y un chaval de unos doce años se metió a tocarme mientras buceaba.No recomiendo las playas publicas…a no ser que lleves burkini como ellas.
Lo de Jordania y Oriente con la Liga es increíble, todos la siguen con atención y no veas la que se montó en Amman cuando la Selección Española ganó el Mundial en el 2010. A mí me pilló en la capital del país y paseando por el centro los bares tenían a sus camareros con camisetas de España, sólo vi un bar con camisetas de Holanda :) Al final del partido parecía que estaba en Madrid, con los coches pitando y la gente cantando y agitando banderas. Incluso a mí, que no soy futbolero, me llegó al alma esa emoción :)
Ei!!! Muchas gracias por la info. Voy a buscar el hotel Palmira, genial que esté cerca de la estación de buses.
Espero que disfrutemos tanto como tú!