Puede que nuestro eslogan de “El blog que no para de viajar” no haya sido nunca más cierto que en las últimas semanas. Si a alguien le ha extrañado que recientemente hayamos bajado el ritmo de publicación de artículos la razón es bien sencilla: casi todos hemos estado, estamos viajando o iniciamos un viaje.
David arrancó a finales de Febrero con un viaje a Sudáfrica que está a punto de terminar y que le llevó no sólo a ese enorme y fascinante país sino también a Mozambique. De este último no ha dejado de contar maravillas, sobre todo de sus gentes y del recibimiento que le hacen, cálido y curioso, a los extranjeros.
Bueno, lo ha contado a sus amigos pero “a ratos” porque se ha pasado varios días seguidos, y en más de una ocasión, sin tener acceso a Internet. Conociendo como es él, seguro que lo no ha echado de menos.
jugo de frutas en San José Los Cabos con aitor_vca Quique ha sido, por ocio y por trabajo, el que más fronteras ha cruzado. A unos días de asueto en Estambul le siguieron casi sin interrupción, varios días más en Bucarest…pero con poco tiempo para el turismo. Eso sí, ahora mismo se estará desquitando en México, recorriendo Baja California con Aitor (del blog viajar, comer y amar). Si eres capaz de aguantar la envidia, puedes seguirlos en twitter con el hashtag #BajaCalifornia.
Sergi ha repartido su tiempo entre el Dublín en que trabaja y vive desde hace unos añitos (y es que Irlanda nos tira mucho a los tres), y viajes a Frankfurt y Marbella (donde se las arregló para desmitificar unos tópicos demasiado arraigados en los medios de comunicación).
Respecto al que esto escribe, después de unas semanas ejerciendo de anfitrión para amigos que han estado de visita en Asturias, hoy estoy saliendo hacia la otra punta de España, en Cádiz. Durante varios días además de Cádiz visitaré Conil, Tarifa, el Puerto de Santa María, Jerez…y luego, por mi cuenta, pasaré unos días en Sevilla. En esa ciudad, que tampoco conozco, tendré un anfitrión de lujo, Diario de un Mentiroso, y durante un par de noches me alojaré en el Hotel Monte Triana.
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Así que ya sabéis, si estos días habéis notado que escribimos menos es por la justificada y envidiable razón de que hacemos honor a nuestro lema y Viajablog es “el blog que no para de viajar”.