Bruselas: todo lo que necesitas en una sola plaza

Hace unas semanas nos juntamos los editores de Viajablog en un lugar de fácil acceso aéreo para todos. Estamos todos desperdigados por el globo y con tanto viaje cuesta encontrar un hueco en nuestras agendas y dejar los correos por un lado y charlar cara a cara de nuestra pasión común.

Tras echar un vistazo a las diferentes opciones, la ciudad escogida fue Bruselas y desde Barcelona, Alicante y Dublín respectivamente nos dirigimos al destino para compartir impresiones, trazar proyectos y, por encima de todo, echarnos unas risas y disfrutar de la compañía.

Echando un vistazo a buscadores de hoteles como Booking, encontramos una habitación triple a buen precio la Place Rouppeplein. Al momento de reservar no podíamos imaginarnos que la mayor parte de las horas que estuvimos en Bruselas discurrirían por los apenas 200 metros cuadrados de la plaza Rouppeplein.

Debo recalcar que el objetivo principal de nuestro viaje a Bruselas era vernos, disfrutar de la compañía y compartir opiniones respecto al presente y futuro del blog. Si nos daba tiempo para visitar los lugares más emblemáticos de la capital belga mucho mejor. Sin embargo, la plaza Rouppeplein nos atrapó con sus propuestas de ocio y apenas pusimos un pie fuera de ella a excepción de alguna escapada nocturna al Delirium Tremens y a la cercana Grand Place (a escasos 10 minutos caminando)

¿Qué encontramos en la Place Rouppeplein para cautivarnos de esta manera?

Alojamiento en A La Grande Cloche

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Una triple con baño interior nos salió por 180 euros para dos noches sin desayuno. Es decir una media de 30 euros por persona la noche. El hotel parece un clásico venido a menos. Una buena pintada y algún retoque decorativo en las habitaciones le ayudaría a mejorar su imagen. El personal de servicio varía tanto según la hora que a uno le da la sensación -aunque apenas nos instalamos un par de días en el hotel- que los anfitriones éramos nosotros y no los que trabajaban ahí.

Houtsiplou: gran descubrimiento

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Sin duda, nuestro restaurante favorito en Bruselas. Como todos los establecimientos de la Place Rouppeplein, el Houtsiplou -curioso nombre para un calatanoinglésparlante– tiene su propia terraza y su interior es moderno y acogedor. El menú ofrece una variada propuesta de sencillos platos donde encontramos pastas con diferentes versiones -a destacar la carbonara abundante en bacon y un huevo crudo sobre el plato-, solomillos argentinos -exquisita carne con diferentes salsas a escoger-, mejillones -como no podía ser de otra manera en Bruselas- y apetitosas y gigantes hamburguesas.

El servicio es joven, rápido y amigable -esto último, especialmente si los visitas tres veces en dos días-.

Como en la mayoría de ciudades centroeuropeas el precio variará según si le añadimos bebidas alcohólicas o no. Con vino y cerveza la media discurrió sobre los 30 euros por persona.

Ebrius: buena cerveza en Bruselas

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Por el nombre del local sabréis cómo llegamos de vuelta a casa. Lo bueno es que se encontraba apenas a 4 puertas de nuestro hotel y fueron más difíciles las escaleras hasta la habitación que cruzar la plaza entera.

El local Ebrius ofrece una variada oferta cervecera que no te dejará insatisfecho. La decoración y arquitectura del establecimiento es muy curiosa. Lo descubrirás después de la segunda cerveza cuando te den unas ganas terribles ganas de ir al baño. Al entrar en el Ebrius toparás frente a frente con un mural porno con posturas sexuales de todo tipo. Tras admirar los falos, senos y curvas expuestos en la pared, preguntarás donde está el baño y te indicarán que subas por unas escaleras. Paciencia y sube. No recuerdo si eran tres o cuatro pisos con diferentes salas acondicionadas en cada una. Ahí mismo está el baño, donde obtendrás vistas privilegiadas a tu plaza preferida de Bruselas desde lo alto.

De todas maneras, si buscáis marcha cabe decir que en el Ebrius tampoco había un ambientazo como para tirar cohetes. La fiesta nos la montamos nosotros mismos con nuestras historias. Para pegaron un buen fiestón id hacia la zona que se abre entre la Grand Place y la Rue d’Ecuier donde encontraréis verdaderos templos de la cerveza como el Delirium Tremens y mucha más marcha de lo que uno espera de la teóricamente aburrida capital europea.

Au Saint d’Hic: Mejillones de infarto

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La última noche en Bruselas nos obligamos a cambiar de aires y conseguimos desplazarnos hasta al extremo de la plaza Rouppeplein. A 3 puertas de distancia nos encontramos con un acogedor y familiar restaurante. Entre los comensales conocimos a unos españoles que llevaban décadas viviendo en Bruselas y nos ayudaron a elegir los mejores platos de la casa. Nos recomendaron unos mejillones con cebolla y apio que estaban riquísimos. Venían en una enorme olla que devoramos en pocos minutos y con ganas de más. Seguimos el festín con unos estupendos entrecots bañados con un buen vino.

¡Qué grande la Place Rouppeplein en Bruselas! En apenas 200 metros cuadrados nos sentimos como en casa.

Para añadir más datos sugerentes a la Place Rouppeplein, conviene saber que se encuentra a medio camino entre la estación de trenes y la Grand Place. Es una zona ideal para llegar desde el aeropuerto y alojarnos a caballo entre los puntos principales de Bruselas sin agobiarnos por el gentío o ruido nocturno. En 10 minutos llegaréis de la estación cubriendo la calle Stalingrad repleta de cafés árabes y múltiples tiendas de comestibles.