Aunque la dimensión del centro de la capital de Irlanda del Norte permite visitar sus lugares más emblemáticos caminando, la oficina de Turismo nos preparó un recorrido bastante más divertido combinando la bicicleta y el barco.
Belfast es además una ciudad muy plana -como casi todo el país- y el paseo en bicicleta es una actividad muy agradable cuando el clima lo permite.
Nos encontramos con el bueno de Norman Trotter en el mercado de Smithfield, donde el afable entreperneur irlandés tiene guardadas las bicicletas de su pequeña compañía Belfast City Bike Tours. Cogimos nuestras simples bicis de una sola marcha y salimos a descubrir Belfast bajo un cielo gris que auguraba lluvia.
Nuestra primera parada fue en la zona conocida como Cathedral Quarter. La Catedral de St Anne le da nombre a este barrio famoso por sus míticos pubs. La Catedral de Belfast es bastante reciente, comenzando a construirse a principios del siglo XX. Mucha más solera tiene el Duke of York, uno de los bares más conocidos de Belfast que se llena completamente durante las noches de fin de semana (lo comprobé ese mismo día en mis propias carnes).
Justo al lado del Duke of York hay un pequeño pasadizo de ladrillo rojo sobre el que hay pintados unos murales con los personajes más famosos que ha dado Irlanda del Norte. Allí estaban los míticos: Pierce Brosnan, The Edge (U2), el futbolista George Best, Liam Neeson…Y muchos otros. También había otro mural con el hotel Europa de fondo. Es donde nos alojábamos nosotros y aparecía en llamas porque es el hotel donde se han puesto más bombas en el Mundo. ¡O al menos eso le gusta contar a los irlandeses!. Igualmente, dormí como un tronco las dos noches que descansé en él.
Seguimos nuestro camino y llegamos al hotel Merchant.
Este impresionante edificio de mediados del siglo XIX fue la sede del Ulster Bank hasta el año 2006 y recibió el premio al mejor bar de hotel del Mundo en el 2009. Cuando nos lo comentó Norman decidí entrar a verlo. No hay espacio entre la entrada y el café, al menos físico, aunque sí temporal. Parece que has retrocedido en el tiempo unos 150 años. Paredes rojas, blancas y doradas con esculturas talladas en mármol, lámparas colgantes, un hombre tocando un antiguo piano a toda hora, una cúpula en el techo… Parece el interior de un palacio.
Seguimos nuestro itinerario hasta llegar a Queen´s Square, donde se erige el hermano menor del Big Ben de Londres: el Albert Memorial Clock de Belfast. Esta torre del reloj fue construida entre 1865 y 1869 como tributo al Príncipe Consorte de la Reina Victoria de Inglaterra.
Justo al lado del la torre se encuentra el pub más antiguo de Belfast, que data de 1711. Es el Mc Hughs, que pasó de burdel a pub, justo a la inversa de lo que suele pasar en España.
Muy cerquita de aquí se encuentra ya la ribera del río Lagan.
Este río era uno de los más contaminados de Europa y esto llamó la atención de las autoridades de la ciudad. Hace unos años comenzó un plan de recuperación que ha conseguido que ahora sea considerado uno de los 20 ríos con mayor vida natural en el Mundo. Se puede pescar en él y los salmones lo remontan de nuevo.
Sería en el Lagan donde tendríamos nuestra experiencia en barco pero antes fuimos a realizar nuestra última visita en tierra.
St George´s Market fue elegido mejor mercado indoor del Reino Unido en este año 2014. El edificio fue construido a finales del siglo XIX y funciona los fines de semana. Los Viernes -día en que fuimos nosotros- es el día de las variedades. Unos 250 puestos venden verduras, frutas, carnes, ropas, objetos de decoración y muchas cosas más. Hay comerciantes que ofrecen también comida caliente como un español de La Rioja llamado Carmelo al que encontré ofreciendo raciones de paella en su puesto llamado «El diablo». Carmelo se mudó a Irland del Norte con su familia -está casado con una norirlandesa- en 2008 y está muy feliz allí.
Los Sábados y Domingos se incorporan vendedores de artesanía y durante todo el año se organizan eventos lúdicos y conciertos.
Me separé del grupo y paseé un rato entre los puestos de St George’s. Me gusta observar la vida de los mercados. Creo que dice mucho de la gente del lugar. Es muy distinto a los que pude encontrar en África o Asia. El murmullo del gentío se escucha a un nivel mucho más bajo pero las conversaciones fluyen de la misma manera. Se habla del tiempo, se comenta la calidad del género, se pregunta por la familia, se enreda sobre las noticias del corazón o el deporte… Un mercado es parte de la sangre que fluye por una ciudad.
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Abandonamos el recinto para dirigirnos de nuevo hacia el río Lagan. Allí embarcamos nuestras bicicletas en el pequeño buque llamado Mona. Su capitán, Derek, era un experto en la ciudad de Belfast, coleccionista amateur de antigüedades y una eminencia en el conocimiento de la historia completa del Titanic. Nos deleító con una gran cantidad de historias sobre los edificios que veíamos, incluyendo la zona del Titanic Quarter, cercana a Queen´s Island, los astilleros donde se construyó el mítico transatlántico que acabó en el fondo del Atlántico en su primer viaje. Ahora es un área con modernos edificios de apartamentos habitados, sobre todo, por jóvenes profesionales.
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Nos despedimos de Derek para comenzar nuestra apasionante visita al Titanic Belfast, una experiencia que no te puedes perder si estás en la ciudad y que os cuento en el próximo capítulo.