Si no fuera por el Parque de la Ciutadella, la monotonía cuadriculada del Eixample y la alta densidad de edificios en el casco antiguo de la ciudad haría de Barcelona un lugar asmático, claustrofóbico. También es cierto que el mar, la montaña de Montjuic y el Tibidabo ayudan a limpiar el aire. Gracias al amplio espacio verde de la Ciutadella, el interior de Barcelona, sin lugar a dudas, respira mejor.
En el parque encontraréis generalmente un ambiente familiar. Los carritos de bebé, los turistas, la gente paseando al perro y algún deportista se mezclan en este amplia zona verde de la ciudad a tocar del Arc de Triomf, del barrio del Ribera y de la Barceloneta.
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A lo largo del parque de la Ciutadella se unen edificios y zonas muy dispares. El parque comparte espacio con el Zoo de Barcelona, amplias zonas verdes, una cascada monumental, un estanque donde pasear en barcas a remo y entre sus edificios más emblemáticos se levanta el mismo Parlament de la Generalitat, una iglesia castrense del siglo XVII y el Castillo de los Tres Dragones -nombre muy tolkieniano- que hoy en día alberga el Museo de Zoología de Barcelona.
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El parque se levanta bajo la antigua ciudadela militar que construyó Felipe V tras la Guerra de Sucesión en el año 1715 para controlar la ciudad. Más de mil casas de la zona fueron derribadas y el barrio de la Barceloneta nació con sus particulares edificios de escasa altura para que así los cañones de la Ciudadela pudieran avistar y apuntar hacia el mar con facilidad.
Un siglo y medio más tarde, el general Prim donaba los terrenos a la ciudad con la única condición que estos fueran usados como zona pública. Y así fue. La fortaleza militar fue derribada, alguno de sus antiguos edificios fueron rehusados y se planificó un trazado de caminos, zonas verdes y espacios comunes de la mano del arquitecto Josep Fontseré ya con la Exposición Universal de 1888 en mente que daría un cambio revulsivo a la ciudad.
Para los que practican deporte existe un trazado de 1,4 kilómetros para correr alrededor del parque. Asimismo, si esos kilómetros saben a poco, su cercanía con la Barceloneta y el paseo marítimo lo hacen ideal para alternar los espacios verdes y la playa para un buen entreno de piernas.
Por otro lado, encontraréis unos cuantos grupos animados realizando actividades deportivas como el yoga, aerobic o taichi, especialmente durante las últimas horas de la tarde. En invierno, obviamente, los veréis buscando las zonas más iluminadas del parque. Sentiros con la libertad de uniros a ellos. Generalmente funciona a modo de un instructor por grupo y los precios son muy económicos.
El Paseo dels Til.lers, con su trazado vertical desde la entrada principal en dirección al Arc de Triomf y circundado por una doble hilera de tilos, es probablemente el camino más fotogénico del Parque de la Ciudatella con sus vistas al Castillo de los Tres Dragones y al gran arco y su paseo frente a nosotros.
Subiendo el trazado en dirección a Arc de Triomf nos encontramos a nuestra derecha unas zonas verdes ideales para tumbarse, disfrutar del sol o preparar nuestro picnic.
En el interior del parque existe un estanque ideal para pasear en barquitas a remo con los más pequeños rodeados de patos y otras aves. Las barcas las alquilan por 6 euros la media hora para dos personas y sus aguas son las habituales verde oscuro que encontramos en la mayoría de parques urbanos.
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Justo al norte del estanque se levanta la cascada monumental, diseñada a finales del siglo XIX por Josep Fontseré, ayudante del por entonces joven arquitecto Antoni Gaudí a quien también se le atribuyen ciertos motivo decorativos en la misma cascada. Una gran cuádriga de tonos dorados resplandece bajo el sol y culmina la cascada en su parte superior.
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Datos prácticos
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Horarios: De las 10 de la mañana hasta al atardecer
Acceso: Gratuito
Servicios: Bares con terraza, lavabos con accesibilidad, área para perros, zonas de juegos infantiles, entradas a museos así como al Zoo de Barcelona.
Localización: Passeig de Picasso, 1.
Está muy bien el parque la verdad, agradable sobre todo en primavera, no es el retiro que tenemos en madrid pero merece la pena si se va a barcelona conocerlos y pasear por el.
Es una visita estupenda para apartarse un poco del follón. Quizás faltará un parque así en Málaga pero ya me gustaría tener los chiringuitos que tenéis en la playa, que maravilla en verano!
Gracias por la visita al blog, un abrazo
El pasado mes de Octubre estuvimos varios días en Barcelona. Era nuestra primera vez en la ciudad y volvimos enamorados, especialmente de este parque. Ojalá hubiera uno parecido en Málaga… ;)
Saludos! :)