Viena, una de las ciudades más importantes del siglo pasado, ha sido cuna del mejor arte y de célebres personajes como Mozart, el Zar Alejandro I o la empatriz Sisí. Su centro lo atestigua gocon imponentes edificios, palacios majestuosos y grandes avenidas.
El centro histórico de Viena puede verse en un fin de semana. Lamentablemente no tuvimos mucho tiempo aunque pudimos gozar de una noche y mediodía para recorrer la capital austríaca.
Una buena manera de iniciar nuestra visita a Viena es agenciarse con un mapa y comprender que la mayor parte del centro histórico de la ciudad se encuentra rodeada por una carretera circular que facilita la orientación al viajero. Es la zona del distrito de Stephansdom.
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En el interior de este anillo encontraréis la parte antigua de la ciudad con sus callejuelas y enormes plazas. Entre las catedrales, edificios medievales también encontraréis multitud de palacios elegantes que hoy en día forman parte del entramado de los negocios vieneses así como tiendas y restaurantes de lujo.
En el corazón de la misma plaza se halla la iglesia de Stephandsom. Se trata de una joya del gótico austriaco que fue reconstruida tras los bombas que asolaron la zona durante la segunda Guerra Mundial. Una cosa que no podéis perderos es subiros a la torre desde donde se tienen vistas fenomenales al centro histórico de Viena gracias a la situación neurálgica de la iglesia.
Os recomiendo tomar la calle Kärntner desde la misma plaza de Stephandsom y dirigiros hacia el sur. En breve os encontraréis con la fenomenal Opera de Viena. Nos sorprendió durante el anochecer ver cómo un proyector emitía imágenes de La Boheme mientras un público aturdido se sentaba en sillas ante la enorme pantalla. No pudimos evitar quedarnos un buen rato a escuchar.
Una vez pasada la Opera es conveniente dirigirse hacia la derecha siguiendo la calle Opernring. Llegaréis al complejo de Hofburg. Pasear por esta zona de la ciudad es como introducirse en los cuentos de Gulliver pero al inrevés. Uno se siente paseando como un enano alrededor de una ciudad de gigantes. El palacio, la enorme plaza de Maria Theresien Platz, el Ayuntamiento, el Parlamento, la plaza de Heldenplatz. Todos los monumentos son sorprendentes para cualquier amante del arte y se nota el cuidado inmaculado del ayuntamiento con los edificios de la ciudad.
Nosotros sólo disponíamos de un día para visitar Viena. Si tenéis más tiempo os recomiendo visitar el palacio de Hofburg compuesto por 10 majestruosos edificios donde se asentó la monarquía austriaca durante siglos. Aquí conoceréis los aposentos de Sisí la famosa emperatriz o el Zar Alejandro I.
Tras la Michaelerplatz la calle Kohlmarkt nos acerca hacia el barrio judío y sus callejuelas. Siguiendo recto llegaréis al Danubio. El mismo río ofrece un paseo a su vera al estilo del Sena y si lo seguís en dirección al sur llegaréis a la plaza de Schwedenplatz donde parten los ferries en dirección a Bratislava así como otros servicios alrededor del Danubio y de la ciudad.
No tuvimos tiempo para visitar museos pero entre la información que nos dieron en el hostal os recomendamos visitar Kunsthaus, uno de los edificios más bonitos de la ciudad, el museo-casa de Sigmund Freud para los amantes de la psicología y la Haus der Musik, un museo activo relacionado con los famosos compositores que pisaron Viena.
Verdaderamente en una sola noche y la mitad de un día no es gran cosa para visitar lo más emblemático de Viena así que espero volver a esta hermosa ciudad con más tiempo en la mochila.
Tienes toda la razón Agathe! Patinazo corregido :) Gracias!
Perdona que te corrija,pero la catedral es de estilo gótico,siglo XII-XIII,no barroco. Nada que ver.
Wow excelente informacion, justo lo que buscaba para visistar Viena en un dia! Gracias!