Bagan es una bella y máxima expresión del miedo y superstición del ser humano ante la muerte. Fue la ciudad entorno a la cual giró el Imperio Burmés en sus época dorada y también una de las causas de su caída ante la cantidad de recursos -tanto humanos como económicos- que demandó para la construcción y continua expansión de sus innumerables pagodas o templos.
El Rey Thamudarit fundó la ciudad hace casi 2.000 años, aunque fue bajo el reinado de Anawratha – fundador del primer Imperio Burmés en el siglo XI- cuando Bagan alcanzó su máximo esplendor y la mayoría de sus pagodas, estupas y templos fueron construidos, haciéndola ser una de las ciudades más particulares del Mundo.
La Unesco ha intentado declararla Patrimonio de la Humanidad varias veces pero la Junta Militar ha rechazado esta opción e incluso se ha dedicado a crear un campo de golf, una torre de 60 metros con hotel incluido y una autopista, todo ello con un impacto arquitectónico muy negativo para la ciudad. Los dueños y beneficiarios de tales obras son todos familiares de personajes de la Junta. Hay que jode…
Para llegar a Bagan lo hicimos desde Mandalay -aunque el viaje aquel día empezó en Hsipaw así que fue una buena paliza- en autobús. Desde esta misma ciudad tenéis también las opciones de barco -lento o rápido- o tren. Si tenéis tiempo la gente aconseja el barco aunque depende del amor que le tengáis a los trayectos largos en ríos en los que el paisaje no varía demasiado a partir de unas horas abordo.
El billete del bus nos salió por 7.000 Kyats. Las 7 horas de trayecto nos las comimos sin aire acondicionado, eso sí. Por 7.500 podríamos haber ido con aire pero nos habría tocado esperar asándonos en la estación de bus otras 5 horas.
Recordad que hay una tasa de 10 USD al entrar en la ciudad. Si venís por avión tenéis que pagarla en el aeropuerto al llegar. Si lo hacéis por carretera será el hotel el que os pedirá el número de tarjeta de entrada. Podéis comprarla a ellos. Lo que hace mucha gente es intentar coger otra de viajeros que ya estuvieron. Después nadie os la pedirá en ningún sitio -aunque dicen que pueden hacerlo y debes llevarla contigo a toda hora- y si lo hacen no hay ni fechas en ella. El dinero va directo a la Junta Militar así que no os sintáis mal por hacer este truco. Nosotros tuvimos que pagar pero al menos después dimos nuestras tarjetas a unos españoles que conocimos en Innle Lake e iban camino de Bagan.
Nada más llegar buscamos alojamiento y salimos a cenar algo a un restaurante Indio.
A la mañana siguiente alquilamos unas bicicletas junto a Aviv y Sarah, las chicas israelíes con las que viajamos durante 10 días en Burma. Eran bicis medio viejas que nos salieron por 1.500K -todo el día- aunque si queréis pagar más tenéis las de montaña. Varios de los templos están en caminos de tierra así que os pueden ser útiles.
El calor era sofocante y fuimos tan vagos que no empezamos a pedalear hasta casi las 11 de la mañana cuando el Sol ya pegaba realmente fuerte. Comenzamos el recorrido por los templos situados en el Viejo Bagan. Siendo más de 4.000 podéis imaginar que los tenéis de todos los colores y tamaños. Algunos de los más bonitos y antiguos están dando al río cerca de la zona de alojamiento y restaurantes en Viejo Bagan. Paramos en uno de ellos al poco de salir y escalamos hasta la cúpula desde donde las vistas eran increíbles.
Hay poco que pueda deciros en cuanto a la visita en sí. Básicamente os aconsejo que déis vueltas y vueltas con la bicicleta -también hay tours y coche de caballos para los más vagos- y entréis en los templos que más os llamen la atención.
Los más famosos -que figuran en todas las guías- están rodeados por tiendas de souvenirs, guías, rickshaws y demás palafernaria típica de estos lugares pero no podéis dejar de verlos igualmente.
A mí los que más me gustaron son los pequeños a los que nadie iba. Fui a algunos por la tarde y otros por la noche -con linterna para molestar a los murciélagos- y al estar en completa soledad en estos lugares centenarios te acabas preguntando quién construyó aquello y cuál pensaba que sería su recompensa en el Mas Allá cuando muriera. También me habría encantando poder transportarme a la capital imperial del siglo XII que fue, pero claro esas son las cosas que te provoca el ser un amante de la historia.
También os digo que hay que ser un gran forofo de templos y pagodas para tirarse todo el día viéndolos. Yo no lo soy así que pasé la primera mañana y parte de una tarde y noche, pero el resto del tiempo lo dediqué a pasear con la bici -cuando bajaba el Sol- y a visitar a mi nuevo amigo Sooleuey, del que os hablaré en el próximo artículo.
La gente suele volverse loca a la hora de buscar el mejor sitio para ver uno de los atardeceres más famosos del continente. Autobuses repletos de turistas van de aquí para allá buscando el lugar perfecto. Yo lo encontré en Nuevo Bagán, bañándome en el río lleno de mierda junto mi amigo Sooleuey. Cuando el Sol se teñía de naranja y se hundía en el horizonte yo hablaba y aprendía del país y de sus gentes conversando con Sooleuey. Me perdí el atardecer sobre los templos pero no es eso lo que buscaba.
Hola.
Estoy leyendo tu blog y estoy anotando muchas cosas, me vendrán bien tb. los alojamientos. Me falta creo que alojamiento de Bagan y de Mandalay, ¿recuerdas? ¿para recomendar?
Salgo para Birmania el próximo día 10 de marzo en un viaje de 20 días.
El recorrido que creo que haremos será Yangón (llegada hacia las 8 de la noche)2 noches y salimos hacia Mandalay en viaje nocturno, para ir a Hsipaw a hacer treeking. Vuelta a Mandalay y de ahí a Bagan, vamos a Lago Inkle y de ahí vuelta a Yangón. Qué te parece la ruta?
La idea inicial era el clásico treeking de Kalaw pero con el calor de marzo y el paisaje seco que parece nos encontraremos hemos pensado que quizás es mejor cambiarlo por el de Hsipaw.
Según he visto tú hiciste el mismo.
Gracias por todo lo publicado para uso general de los viajeros.
No conocia el lugar pero sin duda tiene que ser impresionante, las rutas y templos.. Un gran descubrimiento! saludos
Bagan lo tengo en la lista y nunca he tenido la oportunidad de visitar todavia! Espero que no se escape a la proxima escapada al sudeste asiatico!