El fin de semana pasado nos fuimos a tirarnos por los barrancos de la sierra de Guara y los hicimos desde la bonita localidad de Alquézar.
Alquilamos una casa entre los 14 que éramos y nos salió por 13 euros cada uno. Una estupenda oferta en una casa espaciosa de tres plantas y con vistas maravillosas a la colegiata de Alquézar y a las verticales paredes de sus montañas colindantes.
Alquézar se encuentra a unos 50 kilómetros solamente de Huesca y el río Vero sigue su paso cercano al pueblo cortando los últimos cañones de esta escarpada zona de sierras. La sierra de Guara está a un paso y ofrece fantásticas excursiones por la montaña, una escalada con todo tipo de niveles y unos cañones donde disfrutar del agua y del barranquismo.
El pueblo es una maravilla y es un placer dar una vueltecita por él, especialmente después de haberse pegando un buen tute durante el día en la montaña. Se conserva muy bien. El turismo de aventura ha incidido fuertemente en el día a día del pueblo pero las nuevas edificaciones han estado muy controladas y mantienen el estilo arquitectónico del pueblo cosa que se agradece y se debería promover más en otros sitios.
El edificio más representativo de Alquézar es sin duda la colegiata. Se levanta sobre una peña y puede verse desde varios kilómetros de distancia. Existen unas anchas escaleras que suben hacia ella y se realizan visitas guiadas en su interior durante todo el día hasta las seis de la tarde. La visita sale por tres euros.
Los sábados por la mañana hay mercado en las calles de Alquézar. Bajo los toldos de colores veréis un montón de tenderetes donde se exhibe la artesanía local así como embutidos y otros productos típicos de la tierra.
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