Viajablog en Fitur 2012

La gente dice que no pero yo nos veo como dos gotas de agua. ¿Le gustaré a Demi Moore?

Ayer regresé de mi primera Feria Internacional de Turismo (FITUR) con dos sensaciones claras: cansancio extremo y la seguridad de que el mundo de los viajes me encanta.

Estuve en la feria desde su apertura de puertas el Miércoles hasta el acto de blogueros que organizó minube y que estuvo realmente genial.

La afluencia masiva de público demostró que es una de las ferias más importantes del Mundo -en su sector- y que el turismo es uno de los pilares de la economía de nuestro país, significando alrededor de un 10% del PIB.

Perdido en ese mar de gente y con una sorpresa parecida a mi primera entrada a Disneyworld cuando tenía 14 años -aunque aquello era de otro planeta- me encontré con el trabajado stand de México, donde un grupo de mariachis tocaban escoltados por una réplica a escala de las pirámides aztecas.

Con mis amigas de Cali en la degustación de café colombiano a la que fuimos invitados

Aún no me había repuesto cuando mis pasos me llevaron a dos lindas mujeres colombianas que me ofrecían café de una archiconocida marca.

Más allá me esperaban los mojitos panameños del que sería, a la postre, el ganador del premio al mejor stand de toda la feria. Y con razón.

En FITUR he aprovechado para conocer otros blogueros y asistir a reuniones con ellos, pero también para visitar stands de países y regiones que tengo en el punto de mira para próximos viajes.

Mi visita al stand de Suecia en Fitur 2012

La primera reunión de blogueros fue organizada por VisitNorway y se ofrecieron las visiones, desde ambos lados, de la relación entre Oficinas de Turismo y blogueros de viajes. Aunque no era para llegar a un acuerdo concreto en esa reunión, al menos se dejó clara la posición de los blogueros de viajes: los hay que somos tan profesionales como la prensa tradicional y ofrecemos un contenido de calidad, por lo que las OT deben empezar a vernos como tales.

El segundo encuentro fue el Travel Bloggers Meeting del viernes que sirvió más para poner caras a los logos de twitter y nuestras páginas de viajes y conversar plácidamente sobre nuestro mundillo tomando unos buenos vinos, queso y otras vituallas. Gran organización por parte de Victoria y entretenida la danza Rapa Nui en Chile.

La quedada organizada por minube fue muy entretenida. Escuchamos experiencias viajeras de cuatro ponentes distintos, expertos en distintos campos pero con el amor común por los viajes y abrirse al Mundo. Escuchándoles uno se da cuenta de que le queda mucho que aprender y que vivir. Inspiraron a la audiencia y creo que más de uno se fue directo a comprarse un billete al acabar la charla.

¡Después de todo esto creo que ya no sólo pensarán en Quique cuando les digan que viene alguien de Viajablog!.

La fiesta de Panamá en el centro de Madrid fue una pasada. Si no hubiese tenido feria, ¡no me sacan de allí hasta que cierren!

El poder participar en estos eventos blogueros estuvo bien, pero aún me llenó más el vagabundear por los stands, a mi bola, dejando volar la imaginación mientras miraba pinturas, posters, fotos y mapas de tantos países por los que me gustaría perderme.

Contemplé la nieve de nuestros amigos de Suecia -son Sofie a la cabeza- y Noruega, me perdí en los desconocidos bosques de Eslovenia, visité -con morriña- a mis queridos amigos irlandeses, revisité toda Sudamérica con una sonrisa perdida en mi rostro, tomé un mojito en Panamá y café en Colombia mientras los cubanos tocaban sus guitarras a ritmo de ron.

Pero donde los minutos se hicieron horas sin darme cuenta fue en África. El gigante negro sigue siendo mi preferido. Todo un continente por descubrir lleno de sensaciones, colores y gentes que me llaman a gritos. Hice nuevos amigos en Sudáfrica y conversé con representantes de Congo, Botswana, Tanzania, Zimbawe, Zambia y algunos países más.

Ojalá pueda visitar todos ellos pronto…O tarde (¡porque si cumples todos tus sueños tan rápido después te quedas sin metas!).

La danza Rapa Nui con la que Chile recibió a los blogueros.

Pero no todo fue sólo deambular -en el buen sentido- por Ifema. El Jueves por la noche, a pesar del cansancio y el dolor de pies, fui a la fiesta organizada por Panamá -para prensa y mayoristas- en una sala del centro de Madrid. Casi todo era gente joven y tanto la cena como el ambiente fue extraordinario. Sin duda, en Panamá hicieron méritos para ganarse los galardones que se llevaron.

Una experiencia genial que espero poder repetir otros años.

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